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Transformación del sanatorio de Durán en un centro cultural.

La historia del sanatorio de Durán, que ha funcionado como un importante centro médico, espacio agrícola, y atractivo turístico, está a punto de entrar en un nuevo capítulo significativo. Recientemente, los representantes del Ministerio de Cultura y otras áreas involucradas comunicaron sus ambiciosos planes para darle un nuevo uso artístico a este emblemático edificio. Esta medida ha despierto gran interés y expectativas tanto en la comunidad local como entre los turistas que visitan la zona.

El Ministerio de Cultura ha indicado que entre las diversas propuestas valoradas para la edificación, se contempla la creación de un museo de la salud, además de acondicionar áreas para la realización de conciertos, danza, teatro, y otras manifestaciones de expresión cultural que enriquecerán la oferta artística de la región. Este enfoque busca no solo preservar la memoria histórica del lugar, sino también revitalizarlo como un punto crucial en el mapa cultural del país.

El plan presentado para el sanatorio se describe no solo como un esfuerzo individual, sino como un proyecto interdisciplinario que involucra diversas instituciones. Se ha sugerido una intervención específica para el edificio, centrada en la restauración y mejora de sus instalaciones, todo con la mirada puesta en su significado histórico y cultural. Este esfuerzo colaborativo incluye la participación del Ministerio de Planificación, el Ministerio de Salud, el Fondo de Seguridad Social de Costa Rica, la Fundación Durán Sanatoria y la UPA Nacional, lo que asegura un enfoque integral en su desarrollo.

Los representantes del Ministerio han indicado que el proyecto se desarrollará en varias fases. Se espera que, una vez que se complete la planificación inicial, se obtenga el financiamiento necesario a través del banco de preinversión correspondiente para llevar a cabo los procesos requeridos. Esta estructura por etapas es fundamental para garantizar una implementación efectiva y sostenible del proyecto.

Frío como medicina

La idea del sanatorio surgió en 1918, cuando se estableció un espacio dedicado al tratamiento de pacientes con tuberculosis, en la zona de Carthago Oreamuno. La iniciativa fue impulsada por el doctor Carlos Durán Cartín, quien también fue ex presidente de la República. La ubicación del sanatorio fue elegida estratégicamente, buscando aprovechar las condiciones climáticas favorables del área, la altitud y el viento, aspectos clave en el tratamiento de los pacientes de la época.

El sanatorio contaba con 300 camas y fue administrado por la organización benéfica de Santa Ana durante muchos años, hasta los años 60. Ha sido un símbolo de la atención médica en la región y un recordatorio de la lucha contra la tuberculosis en aquel entonces.

Un icono en Oreamuno de Cartago

En los años recientes, el sanatorio Durán ha evolucionado hasta convertirse en un punto de atracción turística. Su historia ha suscitado un gran interés, siendo un lugar que no solo atrae por sus elementos arquitectónicos, sino también por la leyenda acerca de ‘fenómenos paranormales’ que muchos visitantes han reportado experimentar. Desde 2014, el sanatorio ha sido declarado parte del patrimonio arquitectónico nacional, lo que ha agregado a su atractivo.

Localizado actualmente en el distrito cerrado de Potrero, el sitio es accesible para los visitantes y ofrece amplias áreas verdes para disfrutar en familia. La entrada general tiene un costo de 2000 colones, y los niños menores de seis años pueden ingresar sin costo alguno. Además, el parque asociado al sanatorio proporciona un servicio gratuito. Está abierto al público de lunes a domingo desde las 8 a.m. hasta las 4 p.m., lo que permite a todos disfrutar de su belleza y su rica historia.

El Sanatorio Durán ofrece diferentes espacios para los visitantes que atraviesan el sitio en su ruta hacia el volcán Irazú y el Parque Prusia. (Cortesía de Foto/Ministerio de Cultura y Juventud)