

¿Cómo puede una erupción en el otro lado del planeta provocar un “año sin verano”? ¿Por qué un terremoto aparentemente pequeño devasta una ciudad mientras uno más grande pasa casi desapercibido? La respuesta no siempre está en escala. del fenómeno, sino del lugar donde ocurre, el número de personas expuestas y la forma en que se gestiona el riesgo. Comprenderlo no es sólo una cuestión científica: es una forma de mirar el planeta con otros ojos.
“Ciencia y al margen” Es la sala donde hablamos de ciencia con expertos. es parte de Nuestro canal de YouTube y también está disponible como podcast en Spotify y iVoox. En su cuarto episodio, Ángela entrevista a Blanco Rosa María MateosGeólogo y director del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), voz de referencia en la investigación de catástrofes naturales. Con décadas de experiencia y un doctorado enfocado en el campo, su visión nos ayuda a comprender lo que está sucediendo en la Tierra.
Cuando la ciencia se enfrenta a la furia del planeta
La conversación comienza con una pregunta aparentemente sencilla: ¿Cuál es el peor desastre natural? El entrevistado responde tranquilamente: “Depende de dónde estés y dónde vivas.«En su explicación, no hay jerarquías entre volcanes, terremotos o tsunamis, sino matices. «No es lo mismo vivir en Canarias, donde la probabilidad de una erupción volcánica es alta, que vivir en Madrid, donde la probabilidad es cero». El peligro cambia con el mapa, y para entenderlo hay que mirar la geología de cada lugar antes que su historia.
«Entre los grandes episodios que han marcado la historia de la Tierra, Rosa menciona uno que estuvo a punto de borrar del mapa a nuestra especie. Estamos hablando del período de hace 74.000 años, que probablemente estaba cerca del final». homo sapienscon nuestra especie”. Se refiere a la erupción del volcán Toba, una megaerupción en Indonesia.
Rosa explica que no todos los terremotos se miden por igual y que su magnitud puede inducir a error si no se entiende cómo se calcula. “La fuerza de los terremotos Se mide en escala logarítmica.A. Esto significa que un terremoto de magnitud cuatro no es dos veces más potente que uno de magnitud dos”. La diferencia, aclara, es exponencial: cada punto de la escala multiplica la energía liberada, y eso es suficiente para convertir un terremoto en una fuerza colosal. Algunos episodios históricos lo muestran mejor que cualquier gráfico.
Rosa recuerda el terremoto de Lisboa de 1755 no sólo por su magnitud sino también por su importancia para la ciencia. «Las olas llegaron a las costas de Finlandia». La frase resume la magnitud de un fenómeno que destruyó la capital portuguesa y dejó su huella en todo el Atlántico. De esta catástrofe surgió una forma diferente de pensar.
Para entender por qué algunos desastres son devastadores y otros apenas se mencionan, el experto introduce una distinción esencial. “Los geólogos hablamos de dos conceptos muy diferentes que muchas veces confundimos. Uno es peligro… y el otro es riesgo.“En el vídeo explica en qué consisten cada uno de los términos, cuál es su alcance y cuáles son las consecuencias si se confunden”.
La conversación con Rosa María Mateos demuestra que si bien los fenómenos naturales no se pueden evitar, sus efectos sí se pueden reducir. En este episodio de Ciencia y aparteEl geólogo explica cómo la observación y el conocimiento ayudan a predecir los riesgos y vivir mejor con ellos. Una charla que abre la puerta a seguir aprendiendo sobre el planeta en el que vivimos.
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