WASHINGTON, 4 de mayo (Elmundo.CR) – El ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una considerable controversia tras publicar una imagen creada por Inteligencia Artificial (AI) que lo muestra vestido como el Papa. Esta publicación ha llegado en un momento delicado, justo cuando se está llevando a cabo el duelo por la muerte de Francisco y a escasos días del inicio del cónclave para elegir a su sucesor. La reacción ha sido especialmente crítica por parte de un grupo que representa a los obispos católicos de Nueva York y de otros italianos que han visto esta imagen como inapropiada y despectiva.
La imagen en cuestión fue compartida en la red social de Trump, y posteriormente, la Casa Blanca la publicó en su cuenta oficial de X, lo que provocó una ola de reacciones en redes sociales y en el Vaticano. Este último, aún en su período de luto oficial tras la muerte de Francisco el 21 de abril, ha sido objeto de respeto y homenaje, ya que los cardenales han estado celebrando misas en memoria del Papa fallecido. Además, deben congregarse en un cónclave solemne para elegir a su sucesor en el apostolado.
La Conferencia Católica del Estado de Nueva York ha emitido un declaración donde critica fuertemente las acciones de Trump, acusándolo de Moche: «No hay nada ingenioso o divertido en esta imagen, señor presidente», señalaron. «Acabamos de perder a nuestro amado Papa Francisco, y los Cardenales están a punto de entrar en un solemne cónclave para elegir al nuevo sucesor de San Pedro. No se burlen de nosotros». Estas palabras reflejan el descontento y la indignación que ha destapado la insensibilidad del exmandatario en este contexto tan sensible.
El ex primer ministro de izquierda, Matteo Renzi, también se unió a las voces críticas, describiendo la imagen como una vergüenza y un insulto. En sus declaraciones a través de X, Renzi hizo hincapié en que «esta imagen ofende a los creyentes, insulta a las instituciones y demuestra que el líder del mundo lo disfruta». Su comentario añade un nivel adicional de crítica, enfatizando cómo la acción de Trump puede interpretarse como un desprecio hacia la fe y sus símbolos.
A pesar de la controversia, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, se ha abstenido de hacer comentarios al respecto. Sin embargo, el diario italiano de tendencia izquierda La Repubblica no se contuvo y publicó la imagen en su portada, caracterizando a Trump como alguien que padece de «megalomanía patológica». Esto refuerza la imagen negativa que muchos tienen sobre el ex presidente, especialmente en el contexto de un tema tan sagrado para millones de personas.
En respuesta a las críticas recibidas, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, defendió a Trump al afirmar que «el presidente Trump voló a Italia para presentar su respeto al Papa Francisco y asistir a su funeral, y ha sido un defensor constante de la libertad católica y religiosa». Sin embargo, sus palabras parecen insuficientes para mitigar la indignación generada por la publicación.
Este episodio ha ganado particular notoriedad, especialmente tras las recientes declaraciones de Trump donde bromeó sobre su interés en concurrir para el cargo de Papa. «Quiero ser Papa. Esa sería mi primera opción», comentó, a pesar de sus tres matrimonios previos y su falta de afiliación católica.
La senadora Lindsey Graham, un leal aliado de Trump, también ha expresado entusiasmo respecto a la broma. «Estoy emocionado de saber que el presidente Trump está abierto a la idea de ser el próximo Papa. Sería un candidato realmente sorprendente, pero le pido a la comunidad papal y a los católicos mantener la mente abierta a esta posibilidad», escribió Graham en X. «La combinación del presidente de los Estados Unidos como Papa tiene muchos beneficios. Esperando humo blanco… ¡Trump MMXXVIII!»
En adición a su posible aspiración, Trump también ha destacado al cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, como figura que podría desempeñar un papel destacado en el futuro de la iglesia.