Cultura

Transparencia de Jöel Dicker

(Miércoles, 2025, salarios). Dentro del mundo del Gremio de Escritores, existe un axioma que resuena con frecuencia: «No importa lo que digas, sino cómo lo digas». Esta afirmación sugiere que el tema o la trama de una obra no son tan cruciales como la manera en que se narra. En otras palabras, el contenido tiene su importancia, pero la forma en que se presenta puede ser aún más determinante.

Ciertamente, hay algo de verdad en esta afirmación, pero no se puede aceptar plenamente; al final del día, hay una gran diferencia entre un sencillo libro como Pequeño Príncipe y un gigantesco hito literario como Crimen y castigo. Como dicen en México: una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa.

Es indudablemente cierto que la forma en la que se escribe un libro puede ser un factor decisivo en su éxito. Los autores a menudo enfrentan inquietudes sobre cómo captar la atención de los lectores. Uno de los sueños de muchos escritores ha sido acercarse al nivel de grandes maestros como Gustave Flaubert; algunos anhelan escribir de manera tan hermosa y musical que su obra resuene sin necesidad de una anécdota o una historia convencional.

No conozco personalmente a muchos que hayan logrado esta hazaña, pero puedo asegurar que hay quienes lo han intentado con fervor.

Hablando de autores contemporáneos, Jöel Dicker, nacido en Suiza en 1985, se ha posicionado como uno de los novelistas de misterio más importantes de las últimas décadas. Ha publicado ocho obras que han sido traducidas a 42 idiomas, alcanzando aproximadamente 22 millones de lectores en todo el mundo.

Este autor ha sido reconocido con múltiples premios, incluido el Goncourt, y ha dejado huella también en Estados Unidos, escribiendo en inglés, francés y español.

No tengo el placer de conocerlo personalmente, pero tras haber leído sus obras y visto sus entrevistas, siento que hay una conexión casi cercana. Esto es lo que suele suceder con los grandes escritores: su habilidad para resonar con su audiencia es innegable.

Jöel Dicker, en su obra Trián, presenta a un detective que combina elementos clásicos de autores como Dashiell Hammett con la influencia de series de televisión modernas. Esta fusión ha enriquecido su narrativa y forma parte integral de su estilo único.

No soy un lector habitual de novelas policiacas, pero he investigado los valores añadidos que se pueden encontrar en la obra de Dicker. Esto me ha llevado a reflexionar sobre las cualidades atractivas que prevalecen en su literatura, convirtiéndome en uno de sus admiradores.

Por ejemplo, su estilo emplea un lenguaje sencillo, muy accesible, que a menudo va acompañado de una crítica mordaz a la sociedad actual, sin caer en la violencia o en descripciones excesivamente oscuras. Aunque su estilo puede considerarse negro, está impregnado de una luminosidad inesperada.

Desde su primera obra Últimos días de padres, que ganó el Premio de Ginebra en 2012, Dicker se adentra en temas humanos profundos. Explora la relación entre lo racional y lo emocional, y presenta personajes complejos en situaciones que invitan a la reflexión. Su agudo sentido del humor añade un nivel crítico a sus comentarios sobre la sociedad contemporánea.

En su nuevo trabajo, titulado Una visita muy catastrófica al zoológico (Abril de 2025), Dicker decide explorar terrenos diferentes, pero manteniendo su esencia artística. Aquí, opta por romper con los patrones narrativos de Trián y, en lugar de sumergirnos en el crimen, nos atrapa en una historia significativa sobre seis niños que se pierden en un zoológico.

En esta narración, Dicker presenta un escenario donde la inocencia de los niños es divertida, pero también se enfrenta a las realidades de la discapacidad en una sociedad moderna. La historia de Josephine, una niña de diez años, se despliega en un contexto cotidiano, donde lo extraordinario emerge entre lo mundano.

A pesar de este giro, el autor logra enredar a su público en su relato. Lejos de los eventos grandiosos, su enfoque se dirige a las dinámicas de la vida diaria y a temas relevantes como la democracia, la libertad y la educación, lo que resuena profundamente en nuestra realidad.

Admiro la audacia del autor al desmantelar convenciones propias de la novela policíaca, acercándose a un estilo casi cervantino del siglo XIX. Aunque no se puede decir que tenga el título más atractivo, el esfuerzo de Dicker por contar una historia relevante para nuevos públicos tiene su propio sentido.

Él mismo menciona que su escritura está destinada a fascinar a lectores de todas las edades, desde seis hasta ciento veinte años. A sus 39 años, ha logrado un impacto significativo y su carrera continúa en ascenso.

Una visita muy catastrófica al zoológico

Jöel Dicker

Alfaguara 2025

224 páginas.

* Periodista y escritor.

Moravia, mayo de 2025