Durante el año 2025, se ha observado un preocupante aumento en los casos de miiasis por gusano en la población de Costa Rica. Este incremento ha llamado la atención de las autoridades sanitarias y de la ciudadanía en general, dado que es un fenómeno que afecta tanto la salud humana como la seguridad pública.
De acuerdo con el más reciente informe proporcionado por el Ministerio de Salud, se han registrado un total de 38 casos confirmados de esta enfermedad, lo que representa una cifra alarmante, casi diez veces superior a los 4 casos que fueron reportados en el mismo período durante el año 2024. Este notable aumento ha generado una serie de preguntas y preocupaciones respecto a las condiciones sanitarias en el país.
Al hacer una comparación con la información acumulada del año anterior, se observa que, entre el 12 de febrero y el 31 de diciembre, se contabilizaron un total de 40 casos. Esto establece que actualmente ya se han superado los casos totales reportados el año pasado, lo que pone de relieve la urgencia de abordar este problema de salud pública.
La enfermedad en cuestión es provocada por la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax, la cual penetra en tejidos vivos a través de heridas o membranas mucosas. Si esta larva llega a afectar órganos vitales como la piel, los ojos, la boca o la nariz, en casos severos puede causar daños potencialmente mortales. Esto resalta la importancia de detectar y tratar a tiempo esta afección, así como de implementar medidas de prevención adecuadas.
El Ministerio de Salud ha destacado que los grupos más vulnerables y afectados son:
- Las personas comprendidas entre 20 y 64 años (20 de los 38 casos registrados).
- Los adultos mayores de 65 años (15 de los 38 casos).
«Además, se ha observado que la enfermedad afecta de forma predominante a la población masculina, con 27 casos registrados en hombres, en comparación con solo 11 casos en mujeres,» mencionó el ministerio.
(Cortesía de la foto/poder)
Alajuela encabeza la lista de casos registrados
En cuanto a la distribución geográfica de los casos, la provincia de Alajuela se posiciona a la cabeza con un total de 9 casos reportados. Las demás provincias presentan una distribución notable, tal como se detalla a continuación:
- San José: 6 casos
- Guanacaste: 6 casos
- Puntarenas: 6 casos
- Limón: 6 casos
- Heredia: 3 casos
- Cartago: 2 casos
Es importante mencionar que el Ministerio de Salud ha indicado que la enfermedad no solamente afecta a los humanos, sino que también puede perjudicar a animales de sangre caliente, lo que incluye ganado, caballos, cerdos, aves, mascotas y fauna silvestre. Este aspecto subraya la necesidad de una vigilancia intensiva y de acciones coordinadas para mitigar el impacto de la enfermedad.
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Un llamado a la atención sanitaria
El Ministro de Salud ha reiterado que se ha decretado una emergencia nacional debido a esta epidemia, así como acciones específicas para el control y la erradicación del gusano de boreridas, tal como se establece en la decisión ejecutiva número 44382 – Potencia. Esto demuestra el compromiso del gobierno para enfrentar esta situación de salud pública que está afectando a la población.
A pesar de los esfuerzos realizados para controlar la situación, la mosca Cochliomyia hominivorax sigue propagándose en el país. Por lo tanto, es crucial que la población mantenga una serie de medidas preventivas para reducir el riesgo de contagio y asegurar el bienestar general de la comunidad.
Entre las recomendaciones más destacadas se encuentran:
- Fomentar una buena higiene personal y lavarse las manos con regularidad usando agua y jabón.
- Atender y cuidar adecuadamente cualquier tipo de herida en la piel para evitar complicaciones.
- Visitar un centro médico si se presentan síntomas como dolor, incomodidad, secreción o una sensación de movimiento en las lesiones.
- Realizar la exportación de animales de manera regular y notificar al Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) si se presentan lesiones que sean sospechosas.
El Ministerio de Salud ha enfatizado que una vigilancia activa y la detección temprana son fundamentales para reducir el riesgo de complicaciones graves tanto en seres humanos como en animales. Un enfoque colaborativo y la educación continua son esenciales para garantizar el manejo efectivo de esta peligrosa condición sanitaria.