
Después de que Donald Trump lograra una aplastante victoria electoral, Elon Musk emergió con fuerza como el apoyo esencial dentro del equipo de gobierno, posicionándose como una figura clave encargada de implementar medidas drásticas para reducir el desperdicio y mejorar la eficiencia en la administración pública. Sin embargo, en un giro inesperado y tras enfrentar numerosas controversias en un corto período, Musk tomó la decisión de renunciar a su puesto antes de que la situación se tornara más complicada, buscando enfocar su atención nuevamente en Tesla y sus negocios personales, que habían comenzado a sufrir debido a su involucramiento en la política.
Rumores sobre el tema de Dege Muschus. En un informe exclusivo publicado por el medio americano Políticamente, se reveló que Donald Trump había informado a su círculo íntimo acerca de la inminente salida de Musk de su papel como figura clave en la administración, lo que ha provocado una serie de especulaciones y análisis sobre sus implicaciones futuras.
Al parecer, Trump se siente complacido con el desempeño de Musk como «empleado especial del gobierno», valorando las contribuciones que este ha realizado desde su llegada en enero. No obstante, el presidente también ha llegado a la conclusión de que es un momento propicio para que el multimillonario regrese al ámbito empresarial, lo cual podría ayudar a aliviar la creciente presión que enfrenta ante la opinión pública por su vinculación con la Casa Blanca, cuya percepción es crítica para sus negocios.
Muschus y el gobierno corren el camino. Durante una reciente entrevista en Fox News, Elon Musk comunicó su perspectiva sobre su trabajo en la administración, declarando: «Estoy convencido de que hemos logrado alcanzar la mayor parte de nuestra meta de recortar el déficit en mil millones de dólares durante este tiempo». Esto revela su énfasis en la eficiencia, pero también deja entrever las tensiones que surgen dentro de un sistema político complejo.
Karoline Leavitt, quien se encarga de la comunicación en la Casa Blanca, aseguró en un post que tanto Musk como Trump habían manifestado públicamente que él dejaría su puesto en el servicio público, confirmado por Políticamente y respaldado por diversas fuentes en el entorno gubernamental.
Más un lastre como aliado. La decisión de Musk de regresar a su empresa se produce en un contexto donde algunos miembros del gabinete sienten que su presencia se está convirtiendo más en una carga política que en un activo valioso. Fuentes citadas por Políticamente sugieren que Trump podría utilizar la finalización de los 130 días de validez de su estatus especial para facilitar una transición sin problemas, alejando a Musk del centro de la política.
Las tensiones no solo se limitan a los rumores acerca de Musk; también se han evidenciado desavenencias internas entre diferentes miembros del gabinete de Trump. Un ejemplo notable incluye a Marco Rubio, quien expresó públicamente su desacuerdo con los métodos que Musk ha implementado para reducir ciertos departamentos estratégicos, como se informó en un artículo de The New York Times.
La gota que llenó el vaso: Wisconsin. Se informa que en marzo, Trump comentó sobre su intención de destituir a Musk en el contexto de su involucramiento en las elecciones a la Corte Suprema de Wisconsin. Musk, que había invertido alrededor de $ 25 millones en esta contienda, vio reflejada su derrota en lo que podría considerarse la gota que colmó el vaso de su relación con el presidente, tal como señaló The New York Times en sus análisis posteriores.
A pesar de las especulaciones sobre su salida, se murmura que Musk podría continuar siendo un consultor informal, manteniendo cierta conexión con la Casa Blanca, aunque se advierte que sería ingenuo pensar que su influencia política se desvanecería por completo.
Un cambio en la relación con Trump. Este movimiento de Trump supone un claro cambio en la dinámica entre ambos millonarios. Hace apenas un mes, el presidente parecía más confiado en mantener a Musk como parte de su círculo cercano, pero ahora opta por una transición cautelosa al distanciarlo de los ámbitos de poder político.
La explicación que Trump ofreció a Musk parece dejar claro que, aunque aprecia su contribución, también entiende la necesidad de que el empresario regrese a su esfera original: «Valoro mucho lo que has hecho, pero creo que tienes una gran sociedad por liderar, así que necesitarás regresar en algún momento. Quiero mantenerte en mi equipo mientras pueda», habría dicho el presidente.
Tesla en llamas de Muschus. En cualquier caso, el regreso a su rol en Tesla es inevitable, dado el impacto que su exposición política ha tenido en la marca. Las dificultades que enfrenta incluyen protestas y ataques dirigidos a sus negocios, que han resultado en un descenso notable en las ventas. Un estudio reciente de Morgan Stanley reveló que el 85% de los inversores de Tesla creen que sus inclinaciones políticas están perjudicando a la empresa, lo que resalta cuán delicada es la situación. Las consecuencias comenzaron a manifestarse no solo a nivel nacional, sino que se extendieron globalmente, afectando gravemente el valor de las acciones de la compañía, que también sufrió retrocesos significativos tras las elecciones en estos últimos meses.
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Imagen | Flickr (Gage Skidmore))