Tres individuos han sido identificados como sospechosos en relación con el intento de secuestro de una persona del ámbito de la salud. Se reveló que el monto exigido para su rescate es de ¢ 10 millones. Esta información fue proporcionada por la Agencia de Investigación Judicial (OIJ) antes de la consulta realizada con El observador.
En la noche del sábado, Randall Zúñiga, quien es el director de la OIJ, señaló que la situación de eventual secuestro fue frustrada después de un breve periodo de exilio de la víctima. Este acto delictivo, como se explicó, es conocido en el ámbito policial, y su ejecución implicó el traslado de la víctima desde un lugar específico a un sitio de cautiverio.
Durante el curso de la investigación, Zúñiga expresó: «La Unidad OIJ -Disbursement junto con la Unidad Saints ha conseguido desarticular lo que se consideraría un secuestro ordinario. Esto es, se toma a la víctima de un sitio y se la lleva a un lugar donde comienzan las negociaciones por un pago que es una cantidad significativa de dinero». En este caso, se habló de un monto de 10 millones de colones. A la par, la OIJ se inicia en una serie de procedimientos para localizar la posible ubicación donde se estaba manteniendo a la víctima otorga un sentido crítico a la captura de los responsables.
A medida que se avanzaba en la investigación, se logró identificar la probable ubicación del exilio, permitiendo así que los oficiales de la OIJ implementaran grupos de supervisión en la zona. Esta estrategia fue fundamental para maniobrar en dirección a la recuperación de la persona secuestrada.
El rescate de los secuestrados
El rescate tuvo lugar en el momento en que los perpetradores intentaron trasladar a la víctima a un nuevo lugar en un automóvil. En ese instante crucial, los agentes de la OIJ intervinieron exitosamente para lograr la liberación de la persona retenida. «Fue una situación bastante emocionante, porque en un momento dado el tema se tornó tenso, y tuvimos que actuar rápidamente», explicó Zúñiga.
Tras el exitoso rescate, tres sospechosos con nacionalidad nicaragüense fueron arrestados. La investigación reveló que uno de ellos, de apellido Medina, tiene 37 años; el segundo, de apellido Mairena, cuenta con 43 años, y un tercero, apodado Duarte, tiene 34 años. Estos arrestos resaltan la diligencia y eficacia del OIJ en su misión de combatir los secuestros en el país.
Zúñiga también resaltó que el pago del rescate nunca se llegó a concretar, lo cual se considera un éxito contundente, enfatizando que el fenómeno del secuestro en Costa Rica no se constituye en una industria productiva gracias al aprendizaje y experiencia acumulada por el OIJ, quien maneja estas situaciones con rapidez y efectividad.
Además, se consultó el teléfono celular que estuvo relacionado con el secuestro, con el objetivo de determinar si el cautiverio de la víctima tuvo lugar en la zona de Los Santos o si, eventualmente, había sido trasladada a otro sitio. Las investigaciones siguen en marcha, y se espera que los hallazgos proporcionen información adicional sobre la situación.