Política

Proyectos implementados para la creación de un delincuente sexual: ADN Bank

Al regresar de su receso por la celebración de la Pascua, los diputados fueron convocados a una sesión del comité de seguridad y drogas de la Asamblea Legislativa. Durante este encuentro, se discutieron varios proyectos de ley que son esenciales para la seguridad pública; específicamente, los miembros decidieron proceder con estas iniciativas dentro de la agenda parlamentaria.

Uno de los proyectos más destacados es una propuesta que establece la creación de un banco de material genético, el cual se nutriría de información relacionada con crímenes sexuales violentos. Este banco tiene por objetivo compilar datos de 24,327 casos y fue presentado por Maria Marta Carballo, quien lidera la unidad de violación del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). La propuesta recibió el respaldo de la comisión legislativa, con el compromiso de que se buscarían diversas enmiendas basadas en lo estipulado por el Artículo 137.

La intención principal de esta iniciativa consiste en construir una base de datos que contenga información sobre individuos actualmente en prisión por delitos sexuales, así como obtener muestras de material genético de aquellos que han sido condenados a penas mayores a cuatro años de cárcel. Esto permitirá una recolección más organizada de datos que, según Carballo, facilitaría las investigaciones futuras y en curso, mejorando así la seguridad pública, la eficacia en el enjuiciamiento de casos y, lo que es más importante, la protección de los derechos de las víctimas.

El proyecto de ley tiene como propósito clave el fortalecer las investigaciones y la resolución de casos relacionados con delitos sexuales, situaciones en las que el material genético se ha mostrado como una prueba fundamental. Desde el organismo de investigación judicial (OIJ), existe un claro reconocimiento de la importancia de establecer un banco de ADN. Randall Zúñiga, el director de la corte mencionada, considera que este avance es un paso significativo hacia la mejora de la supervisión de depredadores sexuales. Explicó: «Hemos discutido la necesidad de que el registro de delincuentes permita que OIJ monitoree a los posibles depredadores sexuales, especialmente en el contexto de individuos que han salido de prisión. Anteriormente, esto no era posible ya que iba en contra de la ley, lo cual es crítico para la seguridad de las mujeres».

Verifique más: PUSC sugiere que OIJ cuenta con un banco para recolectar material genético de exdelincuentes sexuales

Proyecciones a 10 años

Esta iniciativa tiene como alcance la adición de dos subcapítulos al Artículo 4 de la Ley Orgánica del Instituto de Investigación Judicial (OIJ). Establecería un marco que permita la creación de un banco de material genético destinado a la investigación, a la vez que asegura la confidencialidad de todos los datos adquiridos.

El proyecto estipula que la agencia está obligada a proteger la información recolectada, restringiendo su acceso para salvaguardar la privacidad de los sujetos involucrados y permitir que solo los investigadores, jueces, fiscales y defensores legales tengan acceso a ella dentro de los procesos judiciales pertinentes. La información será mantenida en los registros del OIJ por un período de diez años después de la condena del acusado, y una vez transcurrido ese tiempo, todos los datos y muestras genéticas deberán ser eliminados.

Randall Zúñiga también proporcionó detalles acerca de cómo se obtendrían las muestras para completar este banco de material genético. «El procedimiento para recolectar estas muestras es no invasivo. Se tomarán células epiteliales del paladar bucal, lo que permitirá realizar comparaciones y facilitar la creación de bancos de ADN que mejoren la resolución de casos», agregó.

Una vez que se emita la opinión necesaria, el documento será enviado al Ministerio Público, pero se anticipa que regresará al Comité de Seguridad para su revisión y ajustes conforme a las normas establecidas por el Artículo 137. Después de esta fase, el texto podrá ser discutido durante la primera y segunda lectura, lo que marcará un avance en su potencial adopción como ley.