
Las autoridades del Parque Nacional Volcán Poás, en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente y Energía (Minae), han emitido una grave advertencia destinada a prevenir ingresos ilegales al área protegida. Esta iniciativa busca proteger tanto la integridad de los visitantes como la conservación del ecosistema del volcán.
De acuerdo con información proporcionada por las entidades encargadas de la gestión del parque, se ha podido constatar la presencia de individuos y grupos organizados que están eludiendo las normativas de acceso establecidas, especialmente accediendo a áreas de alto riesgo, como las denominadas olas y el borde del cráter. Estas actividades ilegales ponen en serio peligro la seguridad de las personas en estas áreas, ya que se arriesgan a enfrentar situaciones de extrema vulnerabilidad.
El volcanólogo Maarten de Moor, experto de Ovsicori, ha resaltado que las rutas utilizadas por estos intrusos son las mismas que conducen hacia las zonas más críticas del volcán, donde la amenaza del gas y las cenizas es continua. «La ruta donde van al volcán es exactamente donde las cenizas, donde va el gas y cuando los turistas llegan al borde del cráter, está en gran peligro porque teníamos bloques y algunas bombillas en esta área», advirtió el experto, enfatizando los serios riesgos que enfrentan quienes optan por estas trayectorias peligrosas.
Desde el Minae, se hace hincapié en que tales actos imprudentes no solo comprometen la vida de los aventureros que llegan al parque bajo su propio riesgo o mediante giras ilegales, sino que también complican significativamente las labores de rescate que podrían llevarse a cabo en caso de una emergencia. Las autoridades han subrayado que, debido al aumento de la actividad eruptiva, los gases tóxicos y la caída de cenizas, el Parque Nacional permanece cerrado de manera indefinida.
Además, se resalta como un grave problema el hecho de que estas entradas ilegales podrían provocar daños irreversibles a los ecosistemas frágiles y a los procesos naturales fundamentales que ocurren dentro del parque, erigiendo así un riesgo no solo para los seres humanos, sino también para la biodiversidad que allí habita.
(Archivo/el observador).
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Quejas por ingresos a Poás
En otro aspecto de este problema, los representantes de Minae han denunciado que varias personas y agencias de turismo están promoviendo el acceso a estas zonas restringidas del Volcán Poás de manera ilegal. Algunos han llegado a ofrecer tours de aventura a precios que pueden superar los ¢35,000 por persona, a pesar de que dichas actividades carecen de las mínimas medidas de seguridad necesarias para garantizar el bienestar de los participantes.
Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para que colaboren denunciando este tipo de actividades ilícitas, que suelen intensificarse durante los fines de semana, comprometiendo aún más la seguridad de todos. Por su parte, las autoridades enfatizan que el hecho de acceder a estas áreas prohibidas es susceptibilidad de ser sancionado por la ley.
Como advertencia, el artículo 58 de la ley de Bosques establece penas que van de tres meses a tres años de prisión para aquellos que se atrevan a ingresar a áreas de conservación, sean estas tierras públicas o privadas sujetas a la normativa forestal. Este marco legal busca proteger la biodiversidad del país y garantizar que se respete la integridad de nuestros espacios naturales.
(Archivo/el observador).