WASHINGTON, 22 de abril (Elmundo.CR) – Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido una importante advertencia sobre la deterioración de las perspectivas económicas tanto de los Estados Unidos como a nivel global. Este cambio se atribuye, en parte, a las tarifas impuestas por el presidente Donald Trump, lo que ha generado un aumento en la incertidumbre económica. Las decisiones de política comercial influyen de manera significativa en la estabilidad y proyecciones económicas, y el FMI ha tomado nota de este fenómeno.
En su último informe, el FMI ha reducido su proyección de crecimiento global para 2025, ahora estimándolo en un 2.8%, lo que representa una caída con respecto al 3.3% que habían previsto en enero. Asimismo, para 2026, la predicción también se ha ajustado a la baja, fijándola en un 3%, comparado con el 3.3% anterior. Este tipo de ajustes refleja las tensiones en las relaciones comerciales internacionales y el impacto que estos cambios tienen en el crecimiento económico a largo plazo.
En cuanto al crecimiento económico de los Estados Unidos, este se proyecta en un modesto 1.8% para el presente año, lo que significa una caída de un punto porcentual en comparación con las cifras de expansión esperadas para 2024. Este pronóstico es muy inferior al 2.7% que se había anticipado previamente, lo que refleja una tendencia preocupante para la economía estadounidense. Aunque el FMI no prevé una recesión inminente en los Estados Unidos, ha establecido que la probabilidad de que esto ocurra oscila entre el 25% y el 37% para el año en curso.
«Estamos entrando en una nueva era», comentó Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI. Su declaración resalta el cambio significativo que nos encontramos atravesando en el sistema económico global, el cual ha estado en vigor durante aproximadamente ocho décadas y que parece estar enfrentando una reestructuración necesaria. Gourinchas también expuso que la incertidumbre en torno a las tarifas ha llevado al FMI a preparar múltiples escenarios para el crecimiento futuro, lo que refleja una mentalidad adaptativa ante las condiciones cambiantes del mercado.
Este informe fue finalizado el 4 de abril, justo después del anuncio de tarifas generalizadas por parte de la administración de Trump. Aunque algunas de estas tarifas fueron posteriormente suspendidas, el efecto que ya habían tenido sobre las proyecciones no fue suficiente para modificar de manera perceptible las estimaciones, especialmente dado que las altas tasas entre Estados Unidos y China continúan.
La incertidumbre relacionada con las políticas comerciales futuras está afectando de forma significativa a las economías globales, propiciando que muchas empresas consideren reducir sus inversiones, lo que a su vez podría frenar el crecimiento económico en diversos sectores. Además, se prevé que China experimente un crecimiento más lento, con un aumento del 4% para este año y el próximo, lo que representa medio punto porcentual menos a lo que se había estimado anteriormente. Mientras que Estados Unidos puede sufrir un «shock de oferta», China probablemente verá una disminución en la demanda debido a la caída de sus exportaciones hacia el mercado estadounidense.
Se anticipa que la inflación en los Estados Unidos aumente en un 3% para finales de este año, mientras que en China las cifras se mantendrían estables. En el contexto de la Unión Europea, se prevé que también experimenten un crecimiento más lento, aunque el impacto de los aranceles sería relativamente menor. Las proyecciones para la eurozona establecen un crecimiento de 0.8% para este año y de 1.2% para el próximo, lo que representa una reducción de 0.2% en comparación con las estimaciones anteriores. Japón, por otro lado, también se enfrenta a un pronóstico de crecimiento reducido, con una tasa proyectada del 0.6% tanto para este año como para el siguiente.