Ciencia y tecnología

«Nunca afirmo que me desvanezca gracias al Ozempic»: el estigma del ‘Ozempicazo’ y quienes lo ocultan.

La percepción social sobre la delgadez es un tema complejo y contradictorio: mientras glorificamos la pérdida de peso, a menudo estigmatizamos los métodos utilizados para alcanzarla. Esta ambivalencia se ha intensificado con la llegada de Ozempic. Las personas que logran una figura delgada mediante esfuerzos intensos son aplaudidas, mientras que aquellas que recurren a medicamentos suelen enfrentar el desdén de quienes las rodean. Este contraste pone de manifiesto una crítica social muy presente en la actualidad.

«Ozempicazo» es un término despectivo que ha cobrado vida en las redes sociales para referirse con desconfianza a figuras públicas como Ibai Llanos en España y Mike Pompeo en Estados Unidos, quienes han experimentado cambios drásticos en su apariencia física. A menudo, estos individuos son cuestionados y se les mira con recelo debido a sus transformaciones.

Recientemente, publicamos un informe donde personas que han utilizado Ozempic compartieron sus experiencias a largo plazo. En este artículo, recopilamos voces adicionales para profundizar en el fenómeno y la dificultad que puede suponer aceptar el uso de Ozempic ante la sociedad. Es evidente que la responsabilidad de revelar este uso se ha vuelto un tema delicado.

Ismael, un hombre de 35 años de Alicante, comenta: «A la gente le encanta ver personas más delgadas, las elogian y se alinean con ellas; pero cuando descubren cómo logré mi cambio, la percepción se transforma». En su caso, logró reducir su peso de 100 kilos a 81 kilos, lo que se percibe como un logro aceptable para su altura.

En
Ozempic pronto será cosa del pasado: sabemos que sobre la nueva generación de drogas contra la pérdida de peso

«Es una moralidad doble; conozco amigos que usan proteína en polvo, creatina y otros suplementos para mejorar su fuerza, y no tienen problemas al respecto. Pero si hablo de usar un medicamento para perder peso, me dicen que estoy buscando una vía fácil», argumenta. Parece que perder peso debe venir acompañado de sufrimiento legítimo. He dejado de explicar cómo he perdido peso; en lugar de hacerlo, simplemente agradezco los cumplidos y cambio de tema.

Ismael enfatiza un punto importante: nadie cuestiona el uso de medicamentos para tratar la salud mental, como los antidepresivos, pero el uso de fármacos para perder peso es visto como un atajo.

Clara, quien perdió 18 kilos (de 87 a 69) comparte su experiencia: «He probado numerosas dietas que no resultaron efectivas o que tuvieron un efecto de rebote. Al encontrar un método funcional, parece que no es socialmente aceptable porque no experimenté suficiente hambre».

Cristina, una mujer de 46 años de Valencia, empezó perdiendo 16 kilos con Rybelsus (una pastilla) y Mounjaro (una inyección, competidor de Ozempic). «Nunca digo que he perdido peso gracias a Ozempic o con alguna inyección», admite. Cuando me preguntan sobre mi pérdida de peso, suelo contar solo mitad de la verdad. Menciono que hice análisis y encontraron que tenía glándula tiroidea algo problematicada y resistencia a la insulina, lo que me llevó a un tratamiento que contribuyó a mi pérdida de peso.

En
Si la industria del alcohol ya no tenía suficientes problemas, ahora ha conocido más: Ozempic

«Me siento culpable al mencionarlo», reflexiona sobre su reticencia a revelar el método real. «Es algo prohibido, mal visto». Este estigma es tan fuerte que, si alguien le pregunta directamente si usa Ozempic, él mismo se ve obligado a negar: «Vengo de mi corazón a decir que no«. Esta contradicción le lleva a la frustración: «Ahora que lo pienso, me da rabia. ¿Por qué me escondo? Si yo gasto mi dinero en lo que quiero».

La Dra. Alicia Tabada, médica de familia especializada en riesgos cardiovasculares y enfermedades endocrinológicas, ofrece una perspectiva matizada sobre este fenómeno: «Es importante recordar que la obesidad es una enfermedad crónica y, así como tratamos otras condiciones con medicamentos, es común utilizar un medicamento que ha demostrado efectividad en la pérdida de peso y que disminuye riesgos cardiovasculares, problemas articulares e incluso problemas de salud mental».

La Dra. Tabada aclara que existe una preocupación particular: «Normalmente, aquellos que ocultan el uso de Ozempic suelen ser personas con un ligero sobrepeso o que desean perder unos pocos kilos. En cambio, un individuo que padece obesidad patológica no siente vergüenza en admitir que está utilizando Ozempic para su tratamiento».

Existen críticas legítimas sobre el tema, especialmente porque el medicamento ha afectado el abastecimiento necesario para los diabéticos. «La crítica surge porque Ozempic, originalmente, era un medicamento exclusivo para diabéticos», explica la Dra. Tabada. «El hecho de que muchas personas lo utilicen ha llevado a que los diabéticos tengan dificultades para conseguirlo. Sin embargo, hay formulaciones específicas que están diseñadas para el control del peso».

La falta de transparencia en figuras públicas que no revelan sus métodos también es objeto de crítica. Influenciadores que atribuyen transformaciones exclusivamente a dietas y ejercicios, omitiendo la posibilidad de apalancarse en medicación, generan expectativas irreales en su audiencia, lo cual es perjudicial para muchos que buscan soluciones realmente efectivas. Este dilema es complejo y merece atención.

{«VideId»: «x7zo910», «Autoplay»: False, «Título»: «Sugar agregado: ¿Cómo lo evito y mejora la nutrición?», «Etiqueta»: «Sugar», «Duración»: «220»}

«Hemos conocido a personas reacias a aceptar que desean seguir una dieta normal», agrega la Dra. Tabada. «Literalmente, si alguien sigue una dieta balanceada y saludable, también puede perder peso sin necesidad de medicación. Es cierto que si alguien tiene conocimientos y habilidades, puede llevar a cabo un régimen alimenticio efectivo sin depender de estos fármacos».

El efecto rebote añade otra complejidad al estigma. Tras finalizar el tratamiento, algunas personas recuperan peso, reforzando la idea de que el método no es «autenticado» o «sostenible». El médico aclara: «Se dice que las medicinas deben tomarse de por vida, lo cual es desafortunado, ya que el costo no está al alcance de todos. Lo más esencial es implementar cambios de estilo de vida, porque si los pacientes interrumpen el uso del medicamento, lo más probable es que recuperen el peso perdido».

Excelente imagen | Haveredas En Atractivo

En | Tenemos una manera de mejorar la efectividad de tratamientos como Ozempic para perder peso: engaño del metabolismo

(Function () {window._js_modules = window._js_modules || {}; var hadelement = document.getelegsbytagname (‘head’)[0]; if (_js_modules.instagram) {var instagramscript = document.creatElement (‘script’); Instagramscript.src = «instagramscript.async = true; instagramscript.defer = true; hadelement.appendChild (Instagramscript);}) ();


La noticia «Nunca digo que me diluya gracias a Ozempic»: el tabú del ‘Ozempicazo’, las personas que los esconden Fue publicado originalmente en Por Javier Lacort.