Faltando tres semanas para el 1 de mayo, y con las elecciones a la vista, ya se han confirmado por lo menos dos nombres para el partido Aspire, quienes se postularán para la oficina presidencial de la Asamblea Legislativa en Nueva República. Esto ha suscitado un considerable interés y expectación en el medio político. La diputada Rosalia Brown, actual vicepresidenta del Parlamento, ha sido destacada como una de las principales figuras que se están considerando, según lo indicado por su compañero de partido, José Pablo Sibaja.
Sibaja subraya que «no descartamos la posibilidad de que solicitemos a una persona destinada a ocupar posiciones significativas, basándonos en la evaluación del trabajo que han realizado tanto Rosalía Brown como Olga Morera». Estas declaraciones revelan que la planificación estratégica es clave en los círculos del partido, especialmente de cara a las próximas elecciones, donde cada movimiento cuenta.
Rosalía Brown ha asumido un papel crucial al haber sido vicepresidenta y también Olga Morera ha desempeñado el rol de secretaria, creando una dinámica interesante dentro de la junta que surgió tras las negociaciones con el grupo de Neorepublicanos en el año 2024, las cuales requirieron un consenso para el respaldo a la oficina presidencial. Las negociaciones son un elemento esencial en la política costarricense y, sin duda, resultarán en decisiones que influirán en el resultado de las elecciones.
Según las palabras de Sibaja, el papel del vicepresidente ha sido crítico, sobre todo en momentos en que el poder legislativo se vio afectado por problemas de salud, lo que exigió un examen sobre la promoción de la efectividad legislativa. «Mientras Rodrigo Arias estuvo incapacitado, bajo la dirección de Doña Rosalia, se aprobaron numerosos proyectos de ley y ella mantuvo el rumbo en discusiones que, de otra forma, habrían sido infructuosas», destacó el legislador. Esta propiedad de liderazgo es quizás una de las principales razones para su consideración como candidata.
Sin embargo, la plena intención de determinar quién será el candidato principal del partido aún está en proceso y no se ha definido particularmente para la clase cristiana. La incertidumbre en este aspecto enfatiza la complejidad del panorama político actual.
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Ellos quieren ser
Desde luego, la nueva República, al igual que el año pasado, está decidida a tener una representación contundente en el registro legislativo. Con Rodrigo Arias nuevamente postulado como candidato, se prepara para negociar con diversos aliados en busca de los votos que necesitará para asegurar su victoria, logrando así sumar fuerzas con el grupo neorepublicano.
En la esfera legislativa, se ha mencionado que se podría mantener la figura del vicepresidente, y que esta podría ser para Fabricio Alvarado. No obstante, esta suposición podría cambiar, ya que existe la posibilidad de que Alvarado decida presentar su candidatura para la oficina presidencial antes de las elecciones de 2026, lo que abre las puertas a un futuro incierto.
Además, un nombre que ha resonado es el de Vanessa Castro, perteneciente a la Unidad Social Cristiana (Pusc), quien ha expresado abiertamente su deseo de ser considerada en este contexto; sin embargo, parece que no cuenta con el respaldo suficiente dentro de su propia agrupación.
En lo que respecta a la Asamblea Legislativa, es importante señalar que se tomarán vacaciones todos los fines de semana, llevando así la última reunión parlamentaria a cabo el jueves 10 de abril. Luego, la Asamblea regresará a su labor el 21 de este mes, y solo se ausentará por una semana y media con el fin de establecer las pautas necesarias para el 1 de mayo, cuando se definirán múltiples aspectos cruciales para el futuro político del país.