ROMA, APR (ELMUNDO.CR) – Hoy, el Vaticano se despidió solemnemente del Papa Francisco en un emotivo funeral que atrajo a más de 200,000 personas, según cifras oficiales. Este evento sin precedentes celebró la vida de un líder espiritual que dejó una profunda huella no solo en la Iglesia Católica, sino también en el mundo entero. El Papa Argentino, que falleció la semana pasada, fue recordado no solo por su incansable dedicación a su fe, sino también por su singular cercanía con las personas y su sincera preocupación por los más marginados y vulnerables de la sociedad. Su enfoque humanitario y su capacidad para conectar con la gente lo convierten en una figura recordada con cariño y admiración.
Un peregrino que asistió al funeral, compartió su experiencia al decir: «Estaba despierto a partir de las 3:30». Este comentario refleja la profunda devoción que el Papa Francisco inspiraba en sus seguidores. La ceremonia comenzó en la emblemática Plaza de San Pedro, un lugar que ha sido testigo de innumerables eventos significativos a lo largo de la historia de la Iglesia, y concluyó en la majestuosa Basílica de Santa María La Mayor, donde el Papa fue finalmente enterrado. El ambiente estaba impregnado de emoción, con rostros de tristeza y gratitud, mientras miles de personas rendían homenaje a su legado.
El funeral no solo se convirtió en un homenaje al Papa, sino que también se transformó en una cumbre política. Asistieron líderes internacionales de todo el mundo, incluidos figuras destacadas como Donald Trump, Volodimir Zelenski, Ursula von der Leyen, los reyes de España y varios presidentes latinoamericanos, entre ellos Luiz Inácio Lula da Silva, Daniel Namoa, Luis Abinader y Xiomara Castro. Estas personalidades aprovecharon la ocasión para intercambiar palabras en un contexto que fusionaba la política y la espiritualidad, y se conoció que Zelenski y Trump sostuvieron una breve reunión durante el evento, un indicativo de la relevancia global del momento.
Durante la misa, oficiada por el cardenal Giovanni Battista Re, se destacó la misión del Papa Francisco de llevar la Iglesia a la calle, enfatizando su enfoque en la hermandad y la gracia. “La ‘cultura descartada’ impuso la cultura de la hermandad y la gracia”, afirmó el cardenal Battista Re, resaltando la esencia del mensaje que el Papa predicaba a lo largo de su vida. Sus palabras resonaron entre los asistentes, evocando recuerdos de sus intervenciones y enseñanzas a lo largo de su papado.
El ataúd del Papa fue trasladado con reverencia a la Basílica de Santa María La Mayor en el Papamóvil, un símbolo de su bondad y cercanía con el pueblo. Allí, fue enterrado bajo un lujoso plato de mármol, elevando aún más su lugar en la historia de la Iglesia. En sus últimas palabras, Francisco había pedido: “No olvides rezar por mí”. Ahora, el cardenal Battista Re, tomándolas como guía, nos instó a continuar con su legado, diciendo: “Y ahora te estamos pidiendo que vayas con nosotros”. Estas palabras nos recordarán siempre la importancia de la comunidad y la fe compartida, valores que el Papa Francisco cultivó fervientemente.