
El Observatorio Volcanológico y Sismológico (Ovsicori) advirtió que dos factores de riesgo, la alta densidad de población y la intensa actividad sísmica coincidieron en la región central de San José.
Según la institución de la institución, en el área de estudio analizada, viven en promedio 2,114 personas por kilómetro cuadrado, mientras que se registran 2,39 terremotos por km².
Esto significa que en estas áreas, donde viven más residentes, también hay una repetición sísmica más grande.
Según Ovsicori, se han contado alrededor de 2300 mycrosismo en los últimos 15 años con tamaños entre 0 y 3 en este sector de San José.
Estos eventos están asociados con el cinturón deformado del centro de Costa Rica (CDCCR), un sistema de error complejo que cruza el capital.
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4.1 El terremoto reveló un error activo
Este en equipo de alta vulnerabilidad demostró que el terremoto del viernes anterior del tamaño 4.1 con un epicentro en el vecindario de Tournon, que se convirtió en el evento documentado más fuerte.
«Este evento es el terremoto más grande registrado en la gran área metropolitana en la era sismológica moderna», dijo la institución.
El temblor ocurrió a una profundidad de solo 4 kilómetros, lo que produjo aceleraciones del suelo fuertemente observables en el valle central.
El análisis técnico también estipuló que la división tuvo lugar en un error de trascubo sinestral, con la orientación del noreste de GEI, una longitud cerca de un kilómetro, un deslizamiento máximo de 2 pulgadas y un tiempo de rotura de solo 0.3 segundos.
Hasta las 11 en punto del 23 de agosto, se contaron 14 réplicas, que fue la más grande en tamaño 3.1 que ocurrió a las 4:55 pm del viernes
Según el director del Ovsicori, Esteban Chaves, en el medio de San José, la densa urbanización evita que las características geológicas observen y obstaculicen el mapeo completo de estas fracciones.
«Estamos hablando del orden de docenas de errores reconocidos y mapeados en el campo. Aunque muchos otros son desconocidos porque la infraestructura en el área metropolitana oculta las características, por ejemplo, aquellos que emergieron el terremoto temprano en la mañana no se conocen», dijo Chaves.
Energía sísmica acumulada
El Ovsicori también analizó la energía sísmica liberada en el área en los últimos 15 años y concluyó que era igual a un solo terremoto de tamaño 5.4.
«Esto significa que la actividad estaba dominada por temblores pequeños y regulares, sin registrar divisiones de alcance inter o mayor durante ese período», consideran los expertos.
Sin embargo, la institución advierte que este ‘bajo nivel de liberación de energía’ no debe interpretarse como una disminución en el riesgo.
Lo anterior ha tenido en cuenta que fallas como Agua Caliente y Río Azul Capreses en el pasado han arrojado terremotos entre 5.5 y 6.1, lo que indica que hay segmentos que liberan esfuerzos acumulados en el futuro.
«Estos resultados enfatizan la necesidad de mantener el monitoreo continuo y reforzar la evaluación de la amenaza sísmica para la gestión de riesgos urbanos en Costa Rica», concluye el informe.
Nota Más: Central Valley tiene docenas de fallas y algunos pueden generar terremotos de hasta 6.5 de tamaño