Ciencia y tecnología

Manos humanas unidas desde Filipinas – Al Día cr

A miles de kilómetros de Japón, un grupo de jóvenes observa en un edificio de oficinas del distrito financiero de Manila el interior de tiendas en las que nunca han estado. Frente a ellos, los monitores muestran los movimientos de los brazos robóticos. Coloque las bebidas en rejillas para enfriar. Estos son los mismos robots que muchos clientes japoneses creen que son completamente autónomos. En realidad, su aparente independencia depende de estos operadores filipinos conectados a través de Internet que corrigen los errores de estas máquinas. Cuando una lata se cae, ellos son quienes devuelven el control.

Las máquinas expendedoras que llenan los lineales de las tiendas japonesas Casi siempre trabajan de forma independiente.. Aun así, hay ocasiones en las que fracasan. Cuando se cae una bebida o se pierde un recipiente, un empleado de Manila se pone un casco de realidad virtual y recupera el control. Mueva el brazo robótico con precisión en unos minutos hasta que se resuelva el error. Estas intervenciones son específicas, alrededor del 4% de la operaciónpero mantienen todo en movimiento sin que nadie del otro lado del mostrador se dé cuenta.

Cuando los robots cometen errores, son las personas quienes los salvan

El funcionamiento de este sistema depende de una alianza especial entre empresas de dos países. Telexistenciacon sede en Tokio, diseña y gestiona los robots utilizados en las tiendas japonesas, apoyándose en Plataformas Microsoft y Nvidia. Astro Robotics opera la sala de control desde Manila, donde los técnicos monitorean y dan soporte a las máquinas. Es un ejemplo de cómo las cadenas mantienen sus operaciones en Tokio gracias a una combinación de robótica, conectividad y fuerza laboral remota.

El objetivo de esta operación es el modelo TX SCARA es un brazo robótico compacto y rápido diseñado para manipular bebidas en los estrechos almacenes de las tiendas japonesas. El sistema analiza los datos de ventas para decidir qué productos deben reponerse en un momento determinado. Cuando se produce un error, como decimos, pasa al modo teleoperación.

El uso de estos robots comenzó en 2022 y desde entonces se ha multiplicado su presencia en las tiendas japonesas. Lo que comenzó como una prueba controlada ahora es un sistema operativo estable que mantiene los refrigeradores llenos sin interrupción. El lanzamiento responde a una necesidad clara: Japón tiene una escasez crónica de mano de obra minorista, exacerbada por el envejecimiento de la población. En este escenario, la automatización se ha convertido en una estrategia para mantener el servicio sin aumentar la fuerza humana.

Si bien Japón ahora cuenta con una automatización avanzada, parte de su “eficiencia” depende de la mano de obra filipina. Cobran entre $250 y $315 al mes, según el resto del mundo. Es la misma cantidad que gana un agente de call center, pero con tareas mucho más técnicas y exigentes. El modelo es ideal para las empresas japonesas: robots que no requieren descansos y operadores remotos que cuestan una fracción del salario mínimo local. En este caso, la innovación también externaliza la desigualdad.

El trabajo de los operadores en Manila puede parecer sencillo, pero tiene sus complejidades. Todo el mundo supervisa decenas de robots al mismo tiempo y tiene que reaccionar rápidamente si algo sale mal. La presión para mantener el flujo constante es alta y las capas delante de varias cribas se alargan. Además, el uso del casco virtual puede provocar mareos y desorientación tras varios minutos de uso. Todo ello, según un empleado que habló con el citado medio.

Cada movimiento realizado por los operadores en Manila no sólo mantiene el sistema en funcionamiento, sino que también enseña a los robots a ser más autónomos. Telexistence recoge estos datos de teleoperación para perfeccionar modelos de inteligencia artificial que controlan el TX SCARA. La información se utiliza para mejorar la coordinación, el agarre y la capacidad de respuesta de las máquinas. En junio, la compañía anunció una colaboración con la startup estadounidense Physical Intelligence para desarrollar modelos fundamentales que brinden a los robots una “inteligencia física” más parecida a la humana.

El auge de la automatización no se limita a Japón. A escala global, la industria avanza a un ritmo sin precedentes. El mercado de los llamados “agentes de inteligencia artificial” (programas que pueden actuar de forma autónoma) podría multiplicarse por ocho de aquí a 2030, hasta alcanzar casi 43.000 millones de dólares. Proyectos de la consultora MarkNtel Advisors.

Lo que podemos ver es que la demanda global de trabajadores tecnológicos parece estar colocando a Filipinas en una posición estratégica. Un informe de Penbrothers afirma esto Las empresas extranjeras miran allí talento técnico a bajo costo para proyectos en las áreas de inteligencia artificial, automatización y robótica. Los profesionales locales tienen acceso a empleos más calificados, pero continúan ganando menos que sus contrapartes en Estados Unidos o Europa.

El siguiente paso será ver hasta dónde llega esta colaboración hombre-máquina. Telexistence prevé ampliar el número de tiendas afiliadas, mejorar la autonomía de sus robots, mientras experimenta con nuevos sistemas de agarre y manipulación. También será necesario observar cómo evoluciona la proporción de intervención humana que aún es necesaria en algunas partes de la operación. Otro punto importante será el tratamiento de los datos generados en Manila, que alimenta modelos de inteligencia artificial y plantea interrogantes sobre la privacidad y la propiedad de la información.

Imágenes | Telexistencia

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