El Mundo

Los trabajadores de Ford en Alemania inician su primera huelga en casi un siglo.

Los empleados del fabricante de automóviles estadounidense Ford, ubicado en Colonia, Alemania Occidental, están organizando una huelga para este miércoles y jueves. Este evento representa la primera protestas de este tipo en casi un siglo de operaciones de esta planta, según anunció la Unión IG Metall. Esta huelga es un intento significativo de oponerse a un polémico plan de reducción de personal que ha captado la atención tanto de los trabajadores como de los medios de comunicación.

Con una plantilla de aproximadamente 11,500 empleados, la planta de Ford en Alemania enfrenta un plan de la dirección que busca eliminar 2,900 puestos de trabajo hasta finales de 2027. Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para reducir los costos operativos, algo que ha generado una fuerte oposición por parte del sindicato, que considera que estas acciones son injustas y dañinas para la fuerza laboral.

El sindicato IG Metall ha criticado contundentemente a los gerentes de la planta, acusándolos de no tener un plan claro y viable para garantizar la continuidad de la subsidiaria alemana de Ford. La organización sindical aboga por la creación de un acuerdo social que contemple una compensación adecuada y garantías financieras para los empleados afectados. Esto sugiere que se está buscando una solución más amigable y justa que minimice el impacto del recorte de personal en la vida de los trabajadores.

El clima de inestabilidad laboral se intensificó tras una breve serie de actividades de protesta en marzo y abril, que culminaron en un estancamiento en las negociaciones. Como resultado directo de esta situación, el sindicato llevó a cabo una votación entre los trabajadores de Ford la semana pasada, siendo esta la primera vez en la que se realizó una votación de este tipo en las fábricas de Ford. Un abrumador 93.5% de los miembros de IG Metall que laboran en Ford han manifestado su disposición a unirse a la huelga, con el objetivo de ejercer presión sobre la dirección y presentar sus demandas de forma más contundente.

A pesar de ser una planta histórica, la influencia de la dirección en Colonia se considera limitada, dado que la compañía depende en última instancia de su matriz estadounidense. Esta situación ha llevado a la empresa matriz a implementar estrategias que inicialmente no beneficiaban a la subsidiaria alemana, ejerciendo aún más presión sobre ella.

El Grupo Ford tiene una presencia notable en el sector de vehículos comerciales, incluido el popular modelo Bakkie y el Transit. No obstante, la producción en Europa ha estado mayormente enfocada en la industria automotriz tradicional. Esta división ha enfrentado pérdidas significativas durante un periodo prolongado, lo que ha generado dudas sobre la viabilidad a largo plazo de las operaciones de Ford en esta región.

Otra preocupación es el Ford Fiesta, un modelo que ha sido muy exitoso durante décadas, pero cuyas ventas han ido en declive; la producción de este vehículo se ha detenido en 2023. Actualmente, la fábrica produce únicamente dos modelos de automóviles eléctricos, pero las ventas han quedado muy por debajo de las expectativas iniciales. Según datos oficiales, la cuota de mercado de Ford en el registro de automóviles en Alemania en 2024 fue solo del 3.5%, lo cual representa una caída de 1.5 puntos porcentuales en comparación con 2022.

Expertos del sector han emitido pronósticos sombríos sobre el futuro de Ford en la industria automotriz europea. Ferdinand Dudenhöffer, director del Centro de Investigación Motor, ha expresado su inquietud. «La situación es mala y las perspectivas son aún peores», advirtió. Dudenhöffer señaló que la compañía es demasiado pequeña para operar de manera rentable en el continente europeo. «Es muy probable que esta realidad no cambie en el futuro», concluyó, enfatizando que los volúmenes de ventas son insuficientes y los costos laborales son demasiado elevados.

En suma, el panorama para Ford en Europa parece complicado, y la reciente anunciada huelga es solo el reflejo de la creciente tensión entre los trabajadores y la dirección en un momento crítico para la empresa.