Los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump han llegado y están comenzando a marcar una diferencia tangible en el comercio internacional. Durante su campaña electoral, el actual presidente de los Estados Unidos presentó esta herramienta como uno de los medios más efectivos para proteger la economía estadounidense, y tan solo dos meses y medio después de regresar a la Casa Blanca, lleva tu promesa a la práctica. Estos impuestos afectan a prácticamente todos los países con los que Estados Unidos tiene lazos comerciales, incluida España, pero uno de los países que probablemente se verá más afectado es Taiwán.
Trump está decidido a hacer todo lo que esté en sus manos para que Estados Unidos recupere su liderazgo en la industria de producción de semiconductores. Actualmente, una abrumadora mayoría de los chips de memoria, que asciende al 90%, se produce en Asia. En este sentido, el 75% de los microprocesadores y cerca del 80% de las obleas de silicio también provienen de este continente. Si bien varios países forman parte de esta cadena de producción, Taiwán destaca como el más notable, ya que produce el 90% de los chips de alta integración y representa el 41% de la producción mundial de microprocesadores.
Este es el castigo ejemplar para Taiwán: algunas tarifas del 32%
La administración estadounidense está tomando todas las medidas necesarias para incentivar que las empresas locales adquieran circuitos integrados fabricados en el país. Las tarifas están siendo implementadas como parte de esta estrategia, y aunque existe apoyo geopolítico entre Estados Unidos y Taiwán, los fabricantes de chips de este país no están exentos de las tarifas. De hecho, al finalizar enero, Donald Trump emitió una explicación que dejaba claras sus intenciones respecto a este tema crucial.
«Cerca, impondemos aranceles a la producción extranjera de chips de computadora, semiconductores y productos farmacéuticos para devolver la fabricación de estos bienes esenciales a los Estados Unidos».
«Estamos imponiendo aranceles a la producción extranjera de chips de computadora, semiconductores y productos farmacéuticos para traer de vuelta la fabricación de estos bienes esenciales a nuestro país. […] Muchos de estos productos fueron enviados a Taiwán; Ahora queremos que regresen. No queremos otorgar miles de millones de dólares en un programa de licitación ridículo. Ya tienes esos miles de millones; no necesitas dinero, necesitas un incentivo. Y ese incentivo no será pagar un impuesto de 25%, 50% o incluso 100%», afirmó el presidente de Estados Unidos.
Esto ya ha comenzado a tener efectos notorios y se anticipa que aumenten en el futuro cercano. Como ha sido reportado por El País, las tarifas son del 46% en Vietnam; 49% en Camboya; 34% en China; y 32% en Taiwán. En el caso de Taiwán, que ha sido mencionado por Xi Jinping, la situación es particularmente notable porque la administración de Trump ha sumado nuevos aranceles a los que ya existían, lo que resulta en un total del 54% de aranceles aplicados. Este hecho puede parecer sorprendente, considerando que Taiwán se encuentra en una posición competitiva en el mercado global.
A pesar de estas severas medidas, Taiwán sigue teniendo cierto margen de operación, lo que sugiere que no todo está perdido para su industria. Parece que no pasará mucho tiempo antes de que se especifiquen más detalles. En la reciente iniciativa de tarifas que ha sido discutida, como lo señala un informe expresado en Twitter, los aranceles no serán aplicados de inmediato a ciertos productos, como semiconductores o medicamentos. Por el momento, estos artículos estarán sujetos a una tarifa universal temporal del 10%.
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Además, en también se aborda la cuestión de las megafábricas de chips que desean construir TSMC y Samsung en los Emiratos Árabes Unidos, un movimiento que podría alterar aún más las dinámicas del mercado de semiconductores.