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Los bomberos responden a unos 4.000 incidentes relacionados con serpientes cada año – Al Día cr

El departamento de bomberos atiende cerca de 4.000 incidentes relacionados con serpientes en Costa Rica cada año.

Según el organismo, la mayoría de los casos corresponden a reptiles que ingresan a casas o terrenos cercanos, especialmente durante la temporada de lluvias.

El caso más reciente ocurrió la mañana del martes en San Antonio de Belén, donde una boa fue encontrada en una casa y rescatada sin incidentes.

«Este tipo de situaciones dan respuesta a los cerca de 4.000 casos de serpientes que afrontamos cada año. En total, entre serpientes, osos perezosos y otros animales salvajes, podemos llegar a 7.000 incidencias anuales», explican Bomberos.

También recordaron que recientemente se aprobó una reforma legal que autoriza a los bomberos a responder con apoyo legal ante incidentes de vida silvestre, incluyendo:

  • perezosos
  • mapaches
  • cocodrilos
  • serpientes

Todo en coordinación con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).

¿Por qué entran las serpientes en las casas?

Según la bióloga Carolina Esquivel, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA), las serpientes no ingresan intencionalmente a las casas, sino que buscan refugio cuando su hábitat se inunda o altera.

«En estos días de fuertes lluvias muchas serpientes que viven en madrigueras salen a buscar refugios más altos porque el agua inunda su casa. Esto también puede pasar en zonas cercanas a ríos que crecen por las lluvias», explicó.

Según el especialista, algunas casas cercanas a ríos, fincas agrícolas o zonas boscosas pueden proporcionar refugio involuntario.

«Las casas construidas sobre pilotes, con cobertizos o techos abiertos, pueden convertirse en un buen refugio. No es que las serpientes busquen calor o cacen en las casas, sino que la entrada se produce por condiciones accidentales», anotó.

Esquivel recomienda revisar huecos, grietas y espacios abiertos en techos y paredes para evitar el ingreso de animales silvestres.

Boas: imponentes pero inofensivas

Por otro lado, el ejemplar encontrado en Belén corresponde a una boa constrictor, una especie no venenosa que juega un papel importante en el equilibrio del ecosistema.

«Las boas se alimentan principalmente de mamíferos como roedores, que ayudan a controlar las plagas. Son serpientes que dan a luz crías vivas, pueden desplazarse tanto en la tierra como en los árboles y matan a sus presas por constricción», explicó Esquivel.

Aunque algunos monstruos de gran tamaño pueden intentar atrapar animales domésticos como conejos o gatos, estos casos son raros.

«Por lo general sus presas son naturales, las que encuentran en el bosque o en zonas agrícolas», explicó.

La boa es una de las serpientes más fuertes del país y puede crecer hasta tres metros de largo. Otras especies pueden ser más altas pero no tan corpulentas.

¿Cómo actuar?

El experto insiste en que nunca se debe intentar manipular o matar una serpiente.

«Lo correcto es mantener la distancia, observarla y llamar al 9-1-1 para que los Bomberos se atiendan, ellos están capacitados para retirarlos de manera segura y reubicarlos en un ambiente adecuado», explicó.

Aunque la mayoría de las especies en Costa Rica no son venenosas, manipularlas sin conocimiento puede provocar accidentes.

«Aunque no haya veneno, una picadura defensiva puede ser dolorosa. Es mejor no intervenir», advirtió.

Las serpientes sólo atacan cuando se sienten amenazadas, por lo que la medida de seguridad más importante es mantener la calma y no acercarse.

Cuando el animal está sano, los bomberos lo liberan en las siguientes 24 horas en una zona cercana, segura y con vegetación adecuada para su supervivencia.

«De esta manera, el animal puede orientarse, alimentarse y buscar refugio antes de que caiga la noche», explicó Esquivel.

Si el reptil se encuentra herido o presenta signos de cautiverio, como cuerdas o marcas en el cuerpo, se coordina con el Sinac o centros de rescate para atención veterinaria.

Coexistencia

El biólogo también recordó que Costa Rica es hogar de una gran variedad de serpientes, de las cuales sólo tres especies son venenosas. Por ello, enfatizó la importancia de la educación ambiental y la convivencia con la vida silvestre.

«Necesitamos conocer y convivir con los animales que forman parte de nuestro entorno. Somos un país megadiverso y nuestra fauna también es uno de los principales atractivos turísticos del país», afirmó.

«Protegerlos y respetarlos nos convierte en embajadores de nuestra biodiversidad. No se trata de temerles, sino de entender su papel en el ecosistema», concluyó.

Serpiente verde en Monteverde, Puntarenas (Foto Ezequiel Becerra/AFP)