
China es sinónimo de Megacon Structures y se ha convertido en un referente mundial en la construcción de edificios colosales. Sin embargo, en el ámbito de los rascacielos, existe una competencia feroz entre varios países que han hecho del concreto su principal protagonista. En el año 2010, el Burj Khalifa fue inaugurado, marcando un hito en la arquitectura moderna al convertirse en el edificio más alto del mundo. Este evento no solo fue significativo para los Emiratos Árabes Unidos, sino que también marcó el inicio de una intensa carrera arquitectónica con Arabia Saudita, donde ambos países buscan superar al otro en la construcción de rascacielos impresionantes.
A pesar de que han surgido numerosos rascacielos en los últimos años, hay dos proyectos que se han destacado por su ambición, superando en altura al Burj Khalifa: la Torre Jeddah y la Torre Creek de Dubai. La ambición detrás de estos dos proyectos es palpable y está impulsando su desarrollo.
Torre Jeddah. Esta monumental obra se posiciona como uno de los proyectos más ambiciosos a nivel global. Se espera que, al completarse, se convierta en el edificio más alto del mundo, desafiando la altura actual del Burj Khalifa, que alcanza los 828 metros. La Torre Jeddah está proyectada para alcanzar la asombrosa altura de 1,000 metros. Sin embargo, su desarrollo ha sido lento desde que comenzaron las obras en 2013, generando incertidumbre sobre la altura exacta que finalmente alcanzará.
Esta torre contará con un hotel de lujo, apartamentos residenciales, oficinas y el observatorio más alto del mundo. El diseño es obra del arquitecto estadounidense Adrian Smith, quien también estuvo detrás del diseño del Burj Khalifa, lo que promete un cierto parecido entre ambas edificaciones, con algunas innovaciones que la harán única.
Torre Creek. Este proyecto es relativamente nuevo, ya que su construcción comenzó en 2016, y la información al respecto es un tanto confusa. Al igual que el Burj Khalifa, la Torre Creek estará ubicada en Dubai, pero su diseño será completamente diferente a las otras dos torres. Se conceptualiza más como una torre de ocio, con una variedad de restaurantes, espacios recreativos y diez plataformas de observación, que incluirán un piso de vidrio para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad.
Si bien tendrá algunas residencias de lujo, se espera que sean en número muy limitado, ya que se la considera técnicamente como el «edificio más alto del mundo». La altura proyectada variará entre 828 metros y 1,400 metros, dejando en claro que la intención es superar los 828 metros que posee el legendario Burj Khalifa.
El diseño arquitectónico de la Torre Creek es singular y la responsabilidad del proyecto recae en el prestigioso arquitecto Santiago Calatrava, conocido por sus diseños innovadores y vanguardistas.
Dificultades compartidas. Aunque ambos proyectos comparten la grandiosidad de sus diseños y su ambición de altura, también enfrentan dificultades en su construcción. La Torre Jeddah ha sido víctima de escándalos de corrupción tanto administrativa como política desde 2018, vinculados a la lucha interna dentro de la familia real saudita. Durante un evento conocido como «La Purga», el Príncipe Heredero estableció un comité que arrestó a numerosas personas, lo que complicó aún más el avance de la construcción. Las obras no se reanudaron oficialmente hasta febrero de este año.
En cuanto a la Torre Creek, su inauguración estaba planeada para 2020, pero la pandemia de COVID-19 trajo consigo la paralización de las obras, por lo que el desarrollo no ha avanzado como se esperaba. Las proyecciones más recientes indican que la altura final estará muy por debajo de los objetivos iniciales, con un total estimado de 745 metros, lo que significa que no alcanzará la altura para superar al Burj Khalifa.
El plan más audaz. A pesar de la magnitud de estos dos proyectos, Arabia Saudita ha puesto en marcha un concepto que busca romper todos los registros, con una altura objetivo de 2,000 metros. Aunque aún carece de un nombre definido, el proyecto está a cargo de los arquitectos de Foster + Partners, y es parte de una ambición mayor del país, que incluye el desarrollo de Mukaab, en Riad, y nuevas líneas de aeropuerto. La intención es que esta edificación revolucionaria esté en funcionamiento en el futuro cercano.
Samsung, el ganador silencioso. En esta carrera monumental, es esencial reconocer el papel de Samsung. Aunque la competencia se centra en los países y las grandes empresas de construcción, la división de ingeniería y construcción de Samsung C&T ha sido clave en el desarrollo tanto del Burj Khalifa como de la Torre Creek. Sus capacidades han permitido a estos proyectos alcanzar nuevas alturas.
No son las únicas estructuras que la división coreana ha llevado a cabo, pues también han contribuido al Vision 2030, que incluye proyectos significativos como la construcción del primer sistema de metro en Arabia Saudita, completamente automatizado y terminado el año pasado, con una inversión que supera los 2.4 mil millones de dólares.
Fotos | Torre Jeddah | Presente Emaar
En | El edificio más alto que nunca fue diseñado