Nacionales

La defensa de Costa Rica en 1856

Este viernes 11 de abril, se celebra una de las fechas más significativas en la historia de Costa Rica, recordando el acontecimiento de 1856, cuando un valiente grupo de costarricenses tomó la decisión de defender su patria frente a la amenaza de los filibusteros liderados por el estadounidense William Walker. Este conflicto no fue solo una lucha local, sino que también reflejó las ambiciones expansionistas de Estados Unidos en el contexto de una época marcada por el imperialismo y la imposición de una economía esclavista en toda América Central.

El interés de los Estados Unidos por adentrarse en tierras centroamericanas estaba fuertemente ligado a la búsqueda de nuevos territorios para expandir la esclavitud y continuar con sus agendas económicas en la región. La historia de este conflicto comienza en 1855, cuando Walker llegó a Nicaragua con el fin de involucrarse en un conflicto interno que buscaba establecer un régimen de control estadounidense. Según el historiador Vladimir de la Cruz, la importancia de estos conflictos radica en cómo había crecido el territorio de Estados Unidos, haciendo énfasis en su deseo de implementar sistemas de esclavitud en Costa Rica y en las cinco repúblicas centroamericanas, tal como había ocurrido en Sonora, México.

Al enterarse de las peligrosas intenciones de Walker a finales de 1855, el presidente costarricense Juan Rafael Mora hizo un llamado a la población, instándola a prepararse para la defensa del país. A principios de 1856, cuando Walker intentó invadir Costa Rica, Mora incluso aceptó a uno de sus embajadores, lo cual terminó por desencadenar un conflicto que los costarricenses no podían ignorar.

El estadounidense, William Walker, planeaba imponer la esclavitud en Costa Rica y América Central. Imagen tomada de la enciclopedia de Tennessee.

La batalla de Santa Rosa

En respuesta al avance de Walker, cerca de 10,000 costarricenses se organizaron para dirigirse a Nicaragua y luchar contra los filibusteros entre febrero y marzo de 1856. Durante su ruta hacia Liberia, los costarricenses se enteraron de la presencia de los filibusteros en el área nacional, específicamente en la granja de Santa Rosa. El 10 de marzo, se llevó a cabo un ataque sorpresa que resultó en una rápida victoria costarricense, un conflicto que se conoce hoy como la batalla de Santa Rosa, prácticamente un hito que fue seguido por la batalla de Sardininal y Rivas. Tras este primer enfrentamiento, Mora dirigió la caza y la persecución de los filibusteros que aún se encontraban en territorio costarricense.

Batalla de Rivas

En este contexto, la batalla de Higo tuvo lugar el 10 de abril de 1856, una de las confrontaciones más significativas de la guerra. Este enfrentamiento fue crucial, ya que tuvo lugar en territorio costarricense y resultó en la expulsión de los filibusteros, quienes fueron derrotados y obligados a retirarse a Nicaragua. Según los registros del Ministerio de Educación Pública (MEP), la incursión de los filibusteros a San José fue bloqueada en un evento que marcó un hito en la defensa nacional. Aproximadamente 100 soldados, bajo el mando del general Florentino Alfaro, jugaron un papel clave en detener a los filibusteros que intentaban capturar el Valle Central utilizando importantes rutas marítimas, adyacentes al río San Juan, que había sido el primer punto de conexión entre Costa Rica y Europa.

Finalmente, el 11 de abril, las tropas costarricenses se encontraban listas en Rivas, Nicaragua, y la batalla se extendió por 16 largas horas. Según el historiador, fue una resistencia heroica que culminó con la quema de la posada, un término francés que se refiere a una casa de guerra, donde los filibusteros habían establecido su cuartel. En total, se realizaron tres intentos para quemar esta posada, siendo el tercer intento llevado a cabo por Juan Santamaría, quien logró encender las llamas y forzar la huida de los filibusteros hacia el norte de Nicaragua.

A pesar de las controversias que rodean la figura de Juan Santamaría, algunos incluso sugieren que su existencia es un mito, el trabajo del historiador deja claro que su historia ha sido documentada desde 1890, y se han llevado a cabo actos oficiales en su honor, así como un reconocimiento a su madre y una pensión estatal por su sacrificio.

Desafortunadamente, poco después de estos eventos heroicos, el país vecino se vio afectado por una plaga de cólera, lo que forzó a las tropas costarricenses a regresar a su territorio, con algunos soldados ya infectados, lo que causó una catástrofe que resultó en la muerte de unas 10,000 personas. Vladimir de la Cruz también menciona el esencial papel de las mujeres durante estos tiempos críticos, quienes, aunque no estaban en el frente de batalla, se encargaron de mantener la producción de café y los suministros de alimentos necesarios para sostener a los soldados en combate.

William Walker finalmente se rindió el 1 de mayo de 1857. Esta fecha hoy es recordada inicialmente en Costa Rica como el día de la rendición de los estadounidenses, pero con el tiempo, y tras otras luchas internacionales, se convirtió en el Día de los Trabajadores, un claro reflejo del legado de perseverancia y lucha que caracteriza a Costa Rica.

Nota: ¿Cómo deberían remunerar a los empleados si trabajan el 11 de abril, fecha que coincide con el jueves y viernes Santo? El Ministerio de Trabajo ha proporcionado aclaraciones al respecto.