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Israel ocupa corredores en el sur de Gaza con el objetivo de presionar a Hamas para la liberación de rehenes.

SAN JOSÉ, 26 de enero (Elmundo.cr) – En una reciente declaración, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmó la ocupación del llamado «corredor Morag», una estrategia que se implementa en la parte sur de la Franja de Gaza. Esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio por ejercer presión sobre Hamas, la organización que actualmente tiene bajo su control a 59 rehenes, en un contexto de creciente tensión y conflicto en la región.

Netanyahu, al abordar este desarrollo, enfatizó la importancia de aumentar la presión sobre el grupo militante, con la esperanza de que, mediante esta acción, se logre la liberación de los secuestrados. En sus palabras, expresó: «Compartimos la tira y aumentamos la presión paso a paso para entregarnos a nuestros rehenes». Este enfoque revela la complejidad y delicadeza de la situación, donde la vida de estos rehenes está en juego, y las decisiones tomadas por el gobierno israelí son consideradas estratégicas en la búsqueda de una solución satisfactoria.

El pasaje de Morag lleva el nombre de un antiguo asentamiento israelí que existió en esa área, y su control arroja luz sobre la situación geopolítica en Gaza. Netanyahu comparó la relevancia del corredor de Morag con la de una «segunda Filadelfia»; esta comparación se refiere a la histórica división que los soldados israelíes han establecido entre Gaza y Egipto. A través de esta narrativa, el primer ministro busca contextualizar las acciones militares como un componente esencial de la seguridad nacional de Israel y un intento por establecer un control estratégico sobre la región.

Con la reciente ocupación, Israel ahora controla tres corredores que segmentan la Franja de Gaza. Estos corredores son: Netzarim, que actúa como una barrera entre el norte y la ciudad de Gaza; Morag, que separa el centro de la Franja de Gaza de Jan Yunis; y el corredor de Filadelfia, que se sitúa en la frontera sur, creando un aislamiento en torno a la ciudad de Rafah. Esta disposición territorial es crucial para comprender el cambio dinámico en la situación política y humanitaria en Gaza.

No obstante, a la luz de estas decisiones, la situación humanitaria es precaria. Israel previamente había emitido órdenes de evacuación en Rafah y sus alrededores, que resultaron en el desplazamiento de aproximadamente 50,000 personas que habían regresado a sus hogares durante un breve período de alto el fuego. Estas órdenes, que han generado un alto costo en términos de vida humana y condiciones de vida, resaltan la complejidad del conflicto, donde los civiles a menudo se encuentran atrapados en medio de las decisiones militares y geopolíticas.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), las órdenes de evacuación y las áreas designadas como «prohibidas» por Israel ahora ocupan aproximadamente el 52% de la Franja de Gaza, una cifra que destaca la escala de la situación y la necesidad urgente de atención humanitaria. La repercusión de estas acciones no solo afecta a la estructura territorial, sino también a la vida diaria de miles de personas que residen en esta región conflictiva.