El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Gobierno (Sinirube) presentaron la edición 2025 del Atlas Cantonal de Desarrollo Humano. Se trata de una evaluación de las condiciones de bienestar, brechas territoriales y oportunidades de desarrollo en los 84 cantones del país.
El Atlas evalúa categorías generales:
- desarrollo humano
- pobreza multidimensional
- igualdad de género
- seguridad ciudadana
- gestión municipal
En la clasificación general de niveles de desarrollo, donde la calificación óptima sería 1, los cantones mejor y peor calificados son:
Eso sí, el Atlas hace un ajuste convocado según la disparidad. Separa las estadísticas genéricas de diversos indicadores de salud, educación e ingresos, midiendo además el impacto real de estos datos para superar posibles espejismos de las medias, donde no siempre se tienen en cuenta la mayoría de datos, sino sólo sus extremos.
Están las tendencias:
Desarrollo a diferentes ritmos
Las estadísticas de los cantones muestran tendencias generales con una alta correlación entre la proximidad o la distancia al centro del país.
«La desigualdad territorial es persistente: los cantones fuera del Gran Área Metropolitana (GAM) están rezagados respecto de los del centro del país», diagnostica el texto.
En términos generales, también se destacan avances moderados en materia de género.
«Los logros en educación y salud están mejorando, pero el retraso en la participación laboral femenina continúa, lo que limita la autonomía económica y los logros en materia de desarrollo en varias áreas», señalan.
Lo complementan con el hecho de que las revisiones realizadas indican una correlación entre el desarrollo a nivel cantonal según su incidencia delictiva.
«Los resultados muestran que el 70% de los cantones experimentaron una disminución en el valor de la Seguridad Cantonal entre 2020 y 2023. Los datos confirman que el desarrollo humano actúa como un factor protector contra la violencia: los cantones con mayores niveles de bienestar tienen menores tasas de delitos contra las personas», subrayan.
De los datos a las personas en el Índice de Desarrollo Cantonal
Con el Atlas distribuido geográficamente se pretende generar conocimiento útil para comprender cómo se vive la desigualdad en cada ámbito.
«Combinar evidencia territorial y social nos permite ver más allá de los promedios y diseñar respuestas más precisas que reconozcan las diferentes formas en que las personas viven la pobreza y las oportunidades para superarla», dijo Lisseth Rodríguez, directora ejecutiva de Sinirube.
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El siguiente paso es generar políticas públicas más precisas con los datos.
“El Atlas 2025 es un punto de inflexión: amplía la mirada sobre el desarrollo humano vinculándolo también con la seguridad ciudadana, la gestión pública y las capacidades territoriales, ofreciendo así una visión más integral para la toma de decisiones tanto a nivel local. Es una invitación a entender el país desde las personas y los espacios donde construyen su vida”, destacó Rescamo Sandra Sosa CUND, representante.

