El volcán Poás, uno de los más emblemáticos de Costa Rica, ha estado en el centro de la atención tras experimentar dos erupciones significativas en un período de menos de 24 horas, cada una de las cuales generó impresionantes columnas de ceniza que superaron los 1,000 metros de altura. Estos eventos han suscitado una serie de preocupaciones y análisis por parte de los científicos que monitorizan este volcán.
La primera erupción fue registrada el domingo a las 5:01 pm, seguida de una segunda erupción el lunes a las 2:03 pm. Esta información ha sido confirmada por el Observatorio Volcanológico y Sismológico (Ovsicori), que se encarga de la vigilancia constante de la actividad volcánica en la región.
Cyril Müller, un destacado volcanólogo de la Universidad Nacional, ha señalado que estas erupciones son consistentes con una tendencia que los científicos han estado monitoreando durante varias semanas. «Eso es exactamente lo que pensábamos que podría suceder, es decir, un incremento en la energía volcánica y en la frecuencia de las erupciones. Es posible que se observe aún más energía en los próximos días», comentó Müller en una reciente entrevista con El observador.
Además de las erupciones que están captando la atención de la comunidad científica, el volcán Poás ha demostrado un continuo temblor de amplitud moderada, acompañada de señales de inflación. Este fenómeno se traduce en una deformación progresiva del volcán, que sugiere la acumulación de material magmático en el interior, elevando el nivel del terreno volcánico.
«La inflación que estamos observando es un proceso que ha estado en curso durante varias semanas. No es un resultado directo de estas dos erupciones, sino parte de un patrón más amplio que se ha desarrollado desde diciembre. Notamos una inflación casi constante», añadió el experto, enfatizando la importancia de seguir de cerca estos cambios.
Nota Más: El volcán de Poás incrementa la actividad sísmica y acústica: un video muestra la erupción de la mañana, incluyendo la expulsión de piedras calientes.
Magma acumulado
Según la evaluación de Müller, el magma que se está acumulando bajo el volcán no sólo se ha incrementado recientemente, sino que ha estado acumulándose durante varias semanas, un fenómeno que puede predisponer a erupciones más significativas en un futuro cercano.
«No se trata de un magma que simplemente ha empezado a moverse, sino que es un magma que ha estado acumulándose de manera constante en el transcurso de las últimas semanas. Esto podría resultar en un estallido de energía mayor del que hemos presenciado hasta ahora», agregó, haciendo eco de las preocupaciones expresadas por Ovsicori en un aviso anterior.
La actividad del volcán por sí sola es un recordatorio de la naturaleza dinámica de estos fenómenos, y lo que ha sucedido en los últimos días podría ser un indicativo de erupciones más intensas en el futuro cercano, según advirtieron los expertos.
¿Qué significa que explote el volcán?
El proceso de inflación, aunque no es visible para el ojo humano, es un indicador crucial para los volcanólogos que estudian el volcán Poás. La inflación, que puede ser de unos pocos milímetros hasta centímetros, indica que hay materiales fluidos que se están inyectando bajo la superficie del volcán.
«En términos de inflación, estamos hablando de un fenómeno geofísico importante que nos indica que hay actividad en las profundidades. Estos datos son monitoreados por sensores especializados que permiten anticipar un aumento en la actividad volcánica», explicó Müller, resaltando la relevancia de dichos estudios en la evaluación de riesgos volcánicos.
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Ceniza caída
A raíz de las recientes erupciones, el Ovsicori ha solicitado que la población informe sobre la caída de ceniza a través de sus plataformas en redes sociales. Hasta el momento, se han recibido reportes de áreas como Alajuela, Naranjo, Grecia, Atenas, Palmares y Pasito, donde se ha notado la dispersión de material volcánico.
El patrón del viento tiene un impacto significativo en la dispersión de estas cenizas, y debido a las condiciones actuales, se ha observado que la propagación no sólo va hacia el este, sino también un poco más al norte y al sur. Por eso, invitamos a la población a informar si han sido afectados por la caída de ceniza en sus localidades», comentó Müller.
Nota Más: La nube de gases provocada por las recientes erupciones del volcán Poás llegó a afectar la zona de Puntarenas.
¿Cómo se puede distinguir la ceniza volcánica de otras sustancias?
El volcanólogo Adicionalmente, ha explicado que hay ciertos indicadores que pueden ayudar a identificar la presencia de ceniza volcánica. La dirección del viento y el fuerte olor a azufre son cruciales para determinar si se trata de material volcánico.
«El aroma característico de azufre es inconfundible y puede notarse con fuerza en el ambiente. Además, al llegar la ceniza, puede formar una especie de polvo que se adhiere a las superficies de la zona», mencionó Müller, quien también recordó que Costa Rica se encuentra en una fase de transición climática entre la estación seca y la lluviosa. Durante este tiempo, los vientos son más irregulares, lo que provoca una distribución desigual del material volcánico.
Los expertos han mantenido el nivel de alerta del volcán en un nivel 3 (cuidado), y recomiendan a la población estar atenta a las actualizaciones de las autoridades y a cualquier posible cambio en la actividad del volcán.