El Instituto Nacional Meteorológico (IMN) ha comunicado la llegada inminente de la primera ola tropical de la temporada, un fenómeno que se espera intensificará las precipitaciones en gran parte del territorio costarricense a partir del lunes. Esta entrada de la ola tropical representa un cambio significativo en las condiciones climáticas habituales del país, lo cual tiene diversas implicaciones para los residentes y las actividades agrícolas.
De acuerdo con la última actualización sobre la tendencia semanal proporcionada por el IMN, se prevé que la ola tropical llegue entre el lunes 13 y el martes 14 de mayo. Este fenómeno podría traer consigo un aumento considerable en la cantidad de lluvia y podría alterar las condiciones climáticas, las cuales ya están siendo afectadas por otros factores meteorológicos.
La presencia de esta ola tropical se sumará a la influencia de la zona de convergencia intertropical, la cual está actualmente activa en la región y provoca patrones de lluvia variables. Esta interacción entre los sistemas atmosféricos puede resultar en períodos de lluvia intensa, lo que afectará las actividades diarias de los costarricenses.
«Esperamos una ligera disminución en la inestabilidad meteorológica durante los días viernes y sábado. Sin embargo, tras este breve respiro, la inestabilidad aumentará nuevamente, no solo por la presencia de la zona de convergencia intertropical, que ya está generando lluvias variables, sino también debido a la llegada de la mencionada ola tropical», declaró un portavoz del IMN, lo que indica que la población debe estar atenta a los cambios que puedan ocurrir en el clima.
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Terreno saturado
Además, el IMN ha emitido una advertencia respecto a la lluvia intensa registrada en los últimos días, con niveles de precipitación que alcanzan entre el 85% y 95% en regiones del Pacífico sur y central. Esta acumulación ha empeorado la saturación del terreno, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de fenómenos naturales peligrosos.
En comparación, el Valle Central, así como las áreas de Sarapiquí y Nicoya, han reportado saturaciones de aproximadamente el 65%. Este estado del terreno es una preocupación seria, ya que «esta situación incrementa el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra», según advierten los expertos en advertencia.
En términos generales, el Instituto Nacional Meteorológico indica que las características típicas de la temporada de lluvias continuarán en el Pacífico y en el Valle Central, presentando acumulaciones importantes de lluvia en las horas de la tarde y la noche, especialmente en zonas montañosas y en áreas cercanas a las olas.
Entre el 8 y el 11 de mayo, el Pacífico Norte empieza su transición a la temporada de lluvias, mientras que del 11 al 13 de mayo, las áreas de Guatuso, Los Chiles y Upala son las que comenzarán a experimentar este cambio. Este fenómeno representa no solo un cambio en el clima, sino también un reto significativo para las comunidades y la agricultura en estas regiones.
Finalmente, se anticipa que la próxima semana se sentirá la presencia de vientos moderados en las montañas del norte de Guanacaste, lo que podría influir también en el comportamiento del clima en esas áreas.
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