
Durante la Semana Santa, es común ver a cientos de personas disfrutando de las playas en busca de descanso y diversión, sin embargo, es crucial que la mayoría de los visitantes comprendan los riesgos inherentes a ingresar al mar durante esta época del año. La atracción del océano puede ser fuerte, pero las condiciones del mar pueden volverse peligrosas rápidamente.
Es bien sabido que las altas olas, los arroyos de cabaña que se forman y los vientos intensos pueden transformar un día de diversión en una tragedia inesperada. La combinación de estos factores puede ser mortal, y muchos no lo ven venir.
Las cifras respaldan esta afirmación: durante la Semana Santa, se suele reportar un aumento significativo en los accidentes y las muertes relacionadas con el agua. Estas estadísticas son un claro signo de que se debe mejorar la conciencia y precaución en torno a las actividades acuáticas durante este período, que atrae a tantos turistas.
Expertos en el tema advierten que estos incidentes no se deben únicamente a la imprudencia humana, sino que también existen factores naturales que tienden a coincidir con esta época del año, lo que añade otro nivel de riesgo.
Mareas altas y peligrosas
El oceanógrafo Omar Lizano, del Centro de investigación científica marina y limnología (Mio-Cimar), explica que hay razones físicas detrás de estos peligros estacionales. «En esta época del año, es común experimentar mareas altas. La Semana Santa tiene lugar después de la luna llena posterior al equinoccio de primavera, el 21 de marzo, lo que significa que hay una coincidencia frecuente de mareas altas en esos días.» explicó Lizano.
Además, la llegada de la temporada de tormentas intensas en el hemisferio sur contribuye a la formación de olas que llegan hasta la costa. Aunque es posible que no todas las olas sean extremadamente altas, aquellas que se rompen con fuerza en la orilla pueden generar arroyos peligrosos de cabaña, los cuales son responsables de un alto número de muertes en el mar.
«Las corrientes católicas tienen la capacidad de arrastrar a las personas. A pesar de que esta Semana Santa no se esperan olas extremadamente peligrosas, siempre existen riesgos. Cada cuerpo de agua puede presentar un peligro real si no se toma con la debida precaución,» advirtió Lizano.
(Cortesía de la foto/Cruz Roja).
Viento
Lizano también subrayó que los vientos en ciertas áreas costeras pueden alcanzar velocidades de entre 50 y 60 km/h, lo cual genera un fenómeno conocido como mar encabritado, en el que las olas se forman de forma irregular y pueden ser impredecibles.
«Este es un riesgo significativo para embarcaciones pequeñas y medianas, ya que puede causar dificultades al intentar regresar a la costa,» explicó el oceanógrafo.
Recomendó que las personas sean particularmente cuidadosas en los puntos donde los ríos y estuarios desembocan en el océano, ya que allí las olas pueden volcar pequeñas embarcaciones de pesca, tanto turísticas como artesanales.
Tenga en cuenta más: aire tóxico y lluvia ácida: así afecta los estallidos del volcán Poás en lugares como Grecia
Recomendaciones de la Cruz Roja
En vista del aumento del movimiento hacia las zonas costeras, la Cruz Roja ha emitido una serie de recomendaciones para prevenir emergencias, así como durante el trayecto y en el cuerpo de agua.
- Consulte a los socorristas o a los residentes locales antes de ingresar al mar o a los ríos.
- Es recomendable no sumergirse en el agua más allá de la altura de la rodilla.
- Mantenga a los niños siempre a la vista y bajo supervisión.
- Utilice protector solar y manténgase hidratado constantemente.
- Respete las leyes de tráfico y las normas de velocidad en las carreteras.
- Evite conducir bajo la influencia del alcohol u otras sustancias que alteren el estado de conciencia.
- Utilice casco si viaja en motocicleta y asientos de seguridad para los menores.
- Verifique la condición mecánica del vehículo antes de salir.
- En caso de emergencia, llame al 9-1-1.
La Cruz Roja reiteró que “cada esfuerzo preventivo puede hacer la diferencia entre disfrutar de unas vacaciones y convertirse en una víctima de un accidente.”
Salvación en las montañas de Heredia. (Cortesía de la foto/Cruz Roja).
Cne
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) también ha hecho un llamado a la población para que tome medidas preventivas durante este período, ya que la Semana Santa en Costa Rica se da en un contexto de numerosas amenazas naturales que pueden ser devastadoras.
«La Semana Santa es un tiempo en el que las familias suelen viajar, aprovechar el aire libre y participar en actividades religiosas. En un país con un entorno natural tan diverso como el nuestro, la preparación debe ser una prioridad,» mencionó Alejandro Picado, presidente de la CNE.
La entidad recomendó consultar diariamente las condiciones climáticas en las regiones que se planean visitar y estar alerta a las banderas que indican lluvia, niebla o viento, especialmente en rutas clave como la 32, 27, 2 y 1. Asimismo, se debe seguir las indicaciones de seguridad en parques nacionales y zonas rurales.
«Ya sea que se dirija a la playa, a la montaña o a realizar otra actividad, recuerde informarse a través de canales oficiales y asegurarse de que las instituciones del sistema nacional de gestión de riesgos están trabajando para proteger la vida y la salud de todos,» aseguró Picado.
Nota Más: La lluvia de esta semana podría llevar cenizas del volcán a los ríos cercanos: CNE advierte sobre los riesgos asociados
Advertencia de Poás -Volk
La CNE también mantiene la advertencia de precaución para el Parque Nacional Volcán Poás y el Distrito Toro Amarillo en Sarchí. Se ha informado por el geólogo Blas Sánchez que la lluvia pronosticada en los próximos días podría movilizar materiales volcánicos a través de los drenajes y ríos, aumentando su acidez y creando riesgos serios.
«Evite acercarse a los cauces de los ríos, ya que los materiales volcánicos podrían incrementar su acidez y provocar quemaduras o lesiones de otro tipo. No toque ni consuma el agua de estos ríos, pues no es adecuada para el uso humano ni para la vida animal o vegetal,» concluyó Sánchez.