En la esfera de la tecnología, la neutralidad parece haber dejado de existir. Recientemente, La Casa Blanca ha confirmado oficialmente la implementación de una tarifa del 104% sobre las importaciones provenientes de China. Este anuncio representa un punto culminante en la guerra comercial iniciada por Donald Trump, una situación que no ha dejado indiferente a los mercados financieros, cuyas reacciones fueron inmediatas y contundentes.
Apple, la gran víctima. A pesar de que en España la medianoche ya se aproxima, al otro lado del Atlántico, las bolsas de valores en el este de los Estados Unidos acaban de cerrar, marcando resultados negativos. Apple ha sido la empresa más afectada, registrando una caída de casi el 5% en la jornada. Con esto, su descenso acumulado desde la imposición de estas nuevas tarifas la semana pasada asciende al 23%. Esta disminución ha llevado a que su capitalización de mercado se reduzca a $2.59 billones de dólares, un golpe significativo para la marca.
La repercusión de esta caída fue suficiente para que Apple perdiera su estatus como la empresa más valiosa del mundo. El liderazgo ha vuelto a ser reclamado por Microsoft, que, aunque experimentó una caída menos severa (0.92%), logró una capitalización de mercado ligeramente superior, alcanzando los $2.63 billones de dólares.
Una rivalidad que permanece viva. En los últimos cinco años, hemos sido testigos de un constante intercambio de posiciones entre Apple y Microsoft en el ámbito del liderazgo del mercado. Sin embargo, Apple había mantenido la cima desde mediados de 2014, beneficiándose de su sólido rendimiento financiero y la confianza de sus inversores. Por otro lado, Microsoft enfrentó una corrección en sus acciones durante la mitad del año pasado, cuando surgieron dudas sobre la viabilidad de sus inversiones en inteligencia artificial. El mercado mostró preocupación por los altos costos y la posibilidad de que estas inversiones no fueran rentables a mediano plazo.
Cae en la cadena. La especie de castigo que se ha cernido sobre Apple no ha sido un fenómeno exclusivo de esta compañía. Otras gigantes tecnológicas también cerraron en rojo. Nvidia, que ocupa la tercera posición en términos de capitalización en el mercado de valores, experimentó un descenso del 1.37%. Amazon reportó una caída del 2.62%, y Alphabet (la empresa matriz de Google) perdió un 1.78%. ASML, el poderoso gigante holandés de semiconductores, sufrió una caída aún más pronunciada de 3.32%.
El origen del conflicto. La controversia comenzó la semana pasada cuando el gobierno de Trump decidió activar una vez más la presión comercial sobre China, imponiendo un arancel del 34% sobre ciertos productos. Esta medida fue presentada como una acción «mutua», pero Beijing no tomó esta decisión a la ligera. El Ministerio de Comercio chino respondió con una advertencia clara: «Si Estados Unidos continúa por su propio camino, China luchará hasta el final».
Trump emitió un ultimátum: si China no cambiaba de postura antes del martes, se impondría una nueva tarifa del 50%. Beijing mantuvo su firmeza, algo que sorprendió a Washington. De hecho, se conoció que el gobierno chino estaba considerando restringir la distribución de películas estadounidenses como un acto simbólico de retribución.
El resultado: escalada confirmada. Ante la falta de un acuerdo, los mercados han tenido una fuerte reacción: se ha anunciado que la nueva tarifa del 50% se implementará a partir del miércoles, justo después de la medianoche en Washington. Sumando los impuestos ya existentes, la tasa total supera el 104%, lo que complica aún más la situación para las empresas tecnológicas afectadas.
Fotos | con Chatt
En | Los aranceles estadounidenses ya están golpeando a dos de las empresas que son pilares fundamentales de la economía taiwanesa: TSMC y Foxconn.