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El volcán Poás tiene una nueva erupción a las 23:12 del viernes.

En las horas previas a la medianoche del viernes, el Volcano Poás volvió a dar muestras de su actividad con un nuevo estallido. Esta erupción alcanzó una altura sorprendente de más de 1,000 metros por encima del cráter, lo que ha captado la atención de las autoridades y expertos en volcanología.

Este acontecimiento se produjo exactamente a las 23:12 y fue documentado en tiempo real gracias a las cámaras del Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), que realizaron un seguimiento exhaustivo de la actividad volcánica. Los registros visuales aportan valiosa información sobre la magnitud y la naturaleza del evento eruptivo.

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El informe emitido por Ovsicori indica que «se registra un estallido moderado en el volcán Poás. La columna de estallido ha alcanzado aproximadamente 1,000 metros. Esta erupción lanza material balístico a altas temperaturas, que rondan los 250 °C. El pulso más enérgico comenzó a las 23:12 y finalizó a las 23:22», lo que indica la sorprendente actividad que caracteriza al volcán en este periodo.

La dirección de la pluma de ceniza se dirigió hacia el oeste, afectando áreas que han tenido un fuerte impacto por la caída de cenizas y gases, como las localidades de Grecia y Sarchí. Estos lugares han sido monitorizados en busca de posibles consecuencias para la salud y el bienestar de los residentes y visitantes.

El volcanólogo Geoffroy Avard, al comentar sobre la situación, acentuó que el Poás presenta una continua emisión de cenizas, así como ruidos constantes provenientes de las rocas en movimiento dentro del volcán.

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Poás y Windas

En este contexto, es fundamental mencionar que las condiciones del viento han desempeñado un rol crucial en la dispersión del material volcánico. «El material volcánico fue dirigido hacia el suroeste; sin embargo, la variabilidad de la dirección del viento puede modificar el patrón de dispersión a lo largo del día», explicó un experto.

Durante el jueves, el comportamiento del viento favoreció la caída de ceniza directamente en las inmediaciones del Parque Nacional, afectando no solo los paneles solares, sino también las instalaciones de monitoreo situadas cerca del cráter. «Todo este equipo requiere limpieza y mantenimiento, ya que la acumulación de material volcánico puede interferir en su correcto funcionamiento», añadió el especialista.

Ovsicori mantiene un seguimiento constante del volcán Poás, que ha mostrado un aumento significativo en su actividad durante el mes. Actualmente, el nivel de alerta se sitúa en 3, lo que significa precaución, subrayando la necesidad de seguir las recomendaciones de las autoridades y estar atentos a cualquier nueva actualización.

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Advertencias

Por otro lado, la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) ha decidido elevar los niveles de advertencia en varias áreas a raíz del aumento de actividad del Volcano Poás. Según el más reciente informe del Comité Asesor Técnico (CAT), que está conformado por investigadores de Ovsicori, la Red Sismológica (RSN ICE-CRC), el Laboratorio de Química de la Atmósfera de ONA y las autoridades del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, el volcán se encuentra en una fase de actividad más intensa desde el 23 de marzo.

En respuesta a esta situación, la alerta emitida por CNE ha alcanzado el Parque Nacional Volcán Poás, ya que la influencia directa del cráter ha incrementado, no solo en su área principal, sino también en puntos como El Mirador, la casa de los visitantes y en las comunidades de Terragas al norte y al oeste del volcán.

Además, se ha declarado alerta naranja en los cantones de Grecia y Sarchí, donde las comunidades han enfrentado caídas de azufre y cenizas en las últimas semanas, lo que representa un riesgo adicional para la salud pública. La población local debe estar atenta a las recomendaciones y estar preparada para cualquier eventualidad.