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El volcán Poás ha registrado una nueva erupción este domingo.

En las primeras horas de la madrugada, específicamente poco después de la medianoche, se registró un nuevo estallido en el Volcán Poás. Este evento fue significativo, alcanzando una altura de 500 metros, según el último informe proporcionado por el Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori). La actividad volcánica no solo es un fenómeno natural de interés, sino que también ofrece información crucial sobre el comportamiento del Volcán Poás, que ha estado mostrando signos de actividad creciente.

Las cenizas generadas por este estallido se dispersaron en dirección al suroeste, y es importante mencionar que esta erupción se suma a los eventos que ocurrieron durante el día sábado. En efecto, el volcán había presentado anteriormente una emisión de cenizas anormales, lo que generó preocupación entre las autoridades y la población local.

El experto vulcanólogo Geoffroy Avard destacó que el volcán continúa emitiendo gases considerablemente. Aunque se ha observado una ligera disminución en la cantidad de estos gases respecto a las mediciones realizadas a inicios de la semana, sigue siendo una preocupación constante. Avard señaló que los pulsos de explosión continúan de forma regular, con una actividad más intensa de lo habitual sobre el cráter. Este viernes, se estimó una altura de emisión cercana a los 3000 metros, junto con indicadores sísmicos que, de momento, permanecen en niveles bajos.

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Poás con actividad que no se detendrá

El pasado viernes, el Observatorio Volcanológico y Sismológico de Costa Rica reafirmó que la actividad del Volcán Poás sigue en aumento y que, lamentablemente, no hay signos claros que indiquen un posible final para esta fase de actividad. «El proceso de erupción sigue su curso y no hay manera de prever cuándo podría cesar», advirtieron los especialistas de dicha institución.

Según los análisis realizados por Avard, el conjunto de datos recopilados sugiere que la actividad del Poás está en un período de intensificación. «No hay evidencias de un retroceso. Por otro lado, también hay un ingreso de magma que está facilitando esta actividad, aunque no podemos determinar la duración exacta de este proceso», explicó con cautela el experto.

Por su parte, la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) ha emitido advertencias para las áreas circundantes al volcán, instando a los pobladores a permanecer alertas y tomar precauciones ante la posible caída de cenizas que podrían tener un impacto en la salud y el bienestar de las personas que residen en esas localidades. La entrada al Parque Nacional Volcán Poás permanece cerrada y se han tomado medidas para evitar el ingreso ilegal al área.

Llamar para calmarse

Frente a esta situación, los especialistas énfasis en la necesidad de un monitoreo continuo del volcán con el fin de detectar cualquier variación significativa en su comportamiento. «Anticipamos un evento de niveles moderados a pequeños. Actualmente, no vemos indicios de algo que cause un impacto severo. Es importante que la población no entre en pánico ni se deje llevar por rumores alarmantes», afirmó Avard.

Las autoridades subrayan la importancia de informarse a través de fuentes oficiales y desestimar la información no verificada que circula en redes sociales. Además, Ovsicori comunicó la pérdida de dos equipos de monitoreo, dedicados a la medición de gases, a causa de la actividad eruptiva, lo que resalta la seriedad de la situación que se vive alrededor del Volcán Poás.