La destacada trayectoria de Vu de Hieu lo trasladó desde el cálido y húmedo entorno subtropical de Nam Dinh, ubicado en el Delta del Río Rojo, en el norte de Vietnam, hacia el fresco y seco clima de la meseta Moc Chau, una región de mayor altitud y oportunidades agrícolas. Sin embargo, la expectativa de Hieu de aprovechar la riqueza de los suelos y las marcadas diferencias de temperatura entre el día y la noche de su nuevo hogar estuvo empañada por los desafíos de la agricultura tradicional en un periodo dominado por el cambio climático y los incrementos de precios impredecibles.
“Cultivar verduras al aire libre era como jugar a la lotería”, explica Hieu. “En ocasiones, logramos cosechas magníficas, pero no había mercados dispuestos a comprar nuestros tomates y diferentes coles. En otras situaciones, aunque los precios eran prometedores, plagas o inclemencias del tiempo arruinaban todo nuestro trabajo”. Esta realidad llevó a Hieu a buscar alternativas más sostenibles y efectivas para poder asegurar su livelihood y el de otros agricultores a su alrededor.
Su oportunidad llegó a través del innovador proyecto denominado ‘Agricultura inteligente para las generaciones futuras’, que se implementó en su área. Al ver los llamativos invernaderos del proyecto, Hieu se dio cuenta de que estos eran altamente superiores a los modelos tradicionales que había observado anteriormente. Sin pensarlo dos veces, se registró para participar en esta alentadora iniciativa.
Este valioso proyecto es financiado por la República de Corea y ejecutado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Su misión principal es facilitar a los agricultores y cooperativas locales la adopción de técnicas agrícolas inteligentes, enfocándose especialmente en el uso de invernaderos optimizados. Estas estrategias son el resultado de una combinación única de tecnología avanzada, precios accesibles y una adaptación directa a las necesidades de los agricultores. Además, el proyecto ayuda a mitigar la volatilidad de los precios, brindando calidad y acceso a mercados más estables mediante acciones colectivas y canales directos de venta.
El equipo proporcionado por el proyecto incluye redes antiprotección de insectos, una capa de plástico para resguardarse del frío y la lluvia, una malla de sombra, sensores para monitorear temperatura y humedad, y un eficiente sistema de riego por goteo que proporciona agua de manera precisa a cada planta. También se implementaron múltiples puertas para evitar la entrada de plagas y enfermedades, reduciendo así drásticamente la necesidad de pesticidas, lo que demuestra sencillas pero innovadoras soluciones que la iniciativa aboga por adoptar.
Además, el proyecto ofreció fertilizantes avanzados y asesoría en rendimientos para solucionar deficiencias nutricionales. Sin embargo, Hieu destaca que el mayor activo recibido fue la capacitación técnica en la cosecha en invernaderos y en el control de plagas. “Aprendimos a usar pesticidas inofensivos que nos ayudan a manejar el ambiente del invernadero”, explica Hieu, refiriéndose al control de factores críticos como la temperatura, humedad, luz, ventilación, niveles de CO₂ y riego.
Este conocimiento, sumado al impulso y determinación de Hieu, se tradujo en una cosecha excepcional. Su primera cosecha de pimientos en el invernadero de 1,836 m2 logró un rendimiento notable de 18 toneladas, generando un ingreso neto de aproximadamente $20,000 durante una temporada agrícola de alrededor de tres meses.
La finalidad de la iniciativa no solo era la obtención de beneficios, sino también demostrar el potencial de la agricultura inteligente entre la comunidad. “Al ver los resultados, otros agricultores se inspiraron”, menciona Hieu. “Se dieron cuenta de que no se trataba solo de un sueño, sino de una opción viable para mejorar su medio de vida”.
El éxito de Hieu avivó su ambición. Decidió ampliar sus actividades en los invernaderos, añadiendo otros 2,000 m2 para el cultivo de tomate. También estableció una cooperativa de alta tecnología, donde ocho fincas participan activamente en el intercambio de conocimientos, recursos y acceso a los mercados.
Tanto Hieu como los demás miembros de la cooperativa están convencidos de que, al mantenerse ávidos por adquirir nuevos conocimientos en agricultura, podrán maximizar el potencial del clima y suelo de Moc Chau. Aparte de producir productos agrícolas para los consumidores de forma directa, la cooperativa tiene la expectativa de incursionar en plataformas comerciales electrónicas y explorar el agroturismo como una nueva fuente de ingresos.
Hieu sueña con transformar toda la cooperativa en un centro de producción agrícola inteligente, con la aspiración de que Moc Chau se posicione como un proveedor líder de frutas y verduras de alta calidad, no solo a nivel local, sino también a escala nacional.
“Nuestro objetivo es crear un sector agrícola sostenible y rentable”, subraya Hieu. Un sector que ofrezca empleos atractivos para los jóvenes y mejore la calidad de vida de todos los miembros de la comunidad.
Este proyecto no solo le brindó a Hieu las herramientas y el conocimiento que necesitaba, sino que también facilitó su conexión con otros agricultores y expertos, creando así una red de apoyo y colaboración. Hoy en día, Hieu se erige como una figura clave en su comunidad, compartiendo su saber y animando a otros a adoptar técnicas de agricultura inteligente.
Mientras Hieu y su esposa cultivan sus verduras, sus dos pequeñas hijas los siguen al invernadero y al jardín los días sin clases, demostrando así su creciente interés en un posible futuro en la agricultura.
Con la llegada de nuevas generaciones, la agricultura inteligente tiene el potencial de atraer a los jóvenes al sector, creando nuevas oportunidades y revitalizando comunidades rurales. A través de su conocimiento y motivación, Hieu representa a una nueva generación de agricultores que forman la vanguardia del futuro agrícola en Vietnam.
Para más información, la historia y las fotos relacionadas se pueden encontrar en: https://www.fao.org/newsroom/story/aa-a—————.