Política

El director de Max Peralta se pronuncia acerca del crecimiento desmedido del hospital.

Recientemente, la Administración Legislativa Especial que está llevando a cabo una investigación sobre presuntas irregularidades en el Fondo de Seguridad Social de Costa Rica (CCSS) ha recibido información significativa del Hospital Max Peralta en Cartago. La doctora Krisia Díaz, quien es parte del equipo médico, presentó una serie de preocupaciones en relación a la infraestructura y los servicios que se están brindando en el hospital durante una reunión que tuvo lugar el martes. También estuvo presente la doctora Janice Sandi, quien representa el área de Medicina Nacional.

La doctora Díaz destacó la situación crítica de la infraestructura del Departamento Médico en el hospital, señalando que todas las áreas están experimentando sobrecalentamiento. Esto, advirtió, es una situación alarmante que requiere atención urgente, especialmente en medio de la crisis que atraviesa el sistema sanitario.

“Hay múltiples áreas importantes dentro del hospital. La medicación es quizás la más urgente, y es donde se ha comenzado el trabajo de reconstrucción luego de liberar espacio”, afirmó el director hospitalario, subrayando la gravedad de la situación. Asimismo, el director expuso que el servicio de urgencias no se encuentra en condiciones óptimas y que el hacinamiento es evidente en todas las áreas del hospital, evidenciando una falta de instalaciones adecuadas, así como baterías sanitarias insuficientes y salas de espera que no cumplen con la demanda actual.

El director del Hospital Max Peralta mencionó que cada año se invierten entre 500 y 800 millones de colones en mantenimiento. Sin embargo, la antigüedad del edificio hace que esta cifra sea insuficiente para resolver la problemática existente. Aparte de eso, el hospital está en constante búsqueda de espacios en alquiler donde se puedan ofrecer mejores servicios, lo que ha resultando en un costo mensual superior a 22 millones de colones, que equivale a más de 263 millones al año.

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Médica, Dr. Sandi, enfatizó que las condiciones del hospital son realmente preocupantes y han alcanzado un nivel crítico. Paulina Ramírez, subdirectora de la Libertad Nacional y defensora de la construcción de un nuevo hospital en Cartago, lamentó que en la actualidad “estamos enfrentando una crisis y un notable hacinamiento”.

Consulte más: Van der Laat y Jiménez construirán un nuevo hospital en Cartago tras la lectura de la acumulación del CCSS.

Área de emergencia en el Hospital Max Peralta en Cartago. (Foto cortesía de la CCSS)

Juicio

El 18 de marzo fue un día clave para la CCSS, que anunció la adjudicación de la construcción, el equipamiento y el mantenimiento del nuevo Hospital de Cartago a la empresa costarricense Van der Laat y Jiménez. Este acuerdo llegó tras una cuidadosa evaluación realizada por el Comité de Adquisiciones de la agencia. Según el portavoz Esteban Vega, esta decisión se basó en un análisis exhaustivo que abarcó factores técnicos, financieros, gerenciales y legales.

El proceso de adjudicación se llevó a cabo después de la controversia generada por una reclamación emitida por la Junta, lo que provocó que el desarrollador de infraestructura mexicano, cuya oferta fue inicialmente seleccionada, retirara su propuesta para el desarrollo del proyecto. El nuevo hospital representará la mayor obra de infraestructura en la historia de la CCSS, con una inversión total de $398 millones.

Esta suma abarca todos los gastos relacionados con el diseño, la construcción, el equipamiento y el mantenimiento durante el período de garantía de la nueva instalación. De acuerdo con los planes de la CCSS, la moderna infraestructura incluirá:

  • Seis edificios divididos en dos bloques, con capacidad para 434 camas, las cuales pueden expandirse a 457 si es necesario.
  • Diez quirófanos.
  • Un bloque ginecoobstétrico.
  • Áreas de emergencia.
  • Secciones de diagnóstico por imágenes.
  • Consultas externas que abarcan todas las especialidades actuales.

La expectativa es que el nuevo hospital comience a operar dentro de un plazo de aproximadamente 252 semanas, es decir, cinco años, una vez que se formalice el contrato.