
«No puede monitorear 15,000 kilómetros de red las 24 horas, pero debe usar más fondos». Esta frase fue pronunciada ayer en una entrevista en Antena3 por el presidente de Renfe, Álvaro Fernández de Heredia. Este comentario merece atención por varias razones: en primer lugar, lo que se dice; en segundo, cómo se dice; y, en tercer lugar, y quizás más crucial, cuándo se dice. La queja sobre la operación ferroviaria se centra en la línea de aves entre Madrid y Sevilla, la cual experimentó un caos notable el domingo. Esto se debió a un robo de cable de cobre en varios puntos del trayecto.
El incidente es grave, pero resalta un problema aún mayor: la dificultad de proteger una red que abarca miles de kilómetros.
Desglose en la línea de Madrid-Sevilla. La línea de aves entre Madrid y Sevilla, considerada el decano de la red de alta velocidad española, no tuvo su mejor momento el domingo por la noche ni el lunes por la mañana. Se reportaron múltiples retrasos de los trenes, lo que dejó estaciones colapsadas. Más de 16,000 pasajeros se vieron afectados. Aunque la situación caótica coincidió con un incidente que involucraba a un tren de iryo, Adif y el ministro de Transporte, Óscar Puente, no tardaron en aclarar lo sucedido con el robo de cables en la línea.
«Un sabotaje serio -act». El domingo por la noche, con la línea de aves entre Madrid y Sevilla todavía fuera de servicio, Óscar Puente habló acerca de un «sabotaje grave», subrayando especialmente el robo de cables en varios puntos, distribuidos a lo largo de aproximadamente 10 kilómetros. Los robos se registraron en cinco ubicaciones diferentes bajo el PK 102+200 y 92+800 en la provincia de Toledo. En total, se llevaron 150 metros de cable de cobre.
Una presa de 300 euros. La gran pregunta que surgió el domingo y continuó repitiéndose ayer y hoy es la razón detrás del «sabotaje» del cable. Se ha reportado que el cobre ha sido revalorizado a raíz de la Guerra Comercial, desatada por Trump, lo que ha hecho que el metal robado en la línea de Toledo sea considerablemente escaso. La delegación del gobierno ha realizado cálculos y ha estimado que su valor alcanzó apenas 300 euros. Este dato sugiere que el objetivo principal no era el valor material, sino «bloquear el tráfico». Los cables, que son de bajo valor, son esenciales para el servicio Primar de la línea.
Puente, en efecto, se refirió a esto como «una campaña coordinada», ejecutada por alguien que «tenía conocimiento de lo que estaba sucediendo», lo que plantea cuestiones en el ámbito del debate político. El PP ha relacionado estos eventos con el «deterioro evidente» de los servicios públicos y ha solicitado una «auditoría de toda la red». Más allá de la arena política y frente a la investigación que ya ha comenzado por parte de un tribunal de Toledo sobre estos robos, se plantea una pregunta fundamental:
¿Es tan fácil robar en la red? Este no es un caso aislado; ya en 2022, la Guardia Civil detuvo a una banda que se dedicaba a robar cobre de la línea de aves en Valladolid, Palencia y Burgos, resultando en un robo valorado en 185,000 euros. Anteriormente, en 2015, se arrestó a 28 miembros de una organización en Madrid que había robado más de 30,000 metros de cable de ferrocarril en varias comunidades, causando pérdidas cercanas a 840,000 euros.
El caso de los Rodalies. Los anteriores son solo dos ejemplos documentados a partir de los informes de prensa. Existen más robos registrados en diferentes regiones de la geografía española, y esto no se limita a la red de alta velocidad. Hace un año, Cataluña también sufrió el robo de 40 metros de cables en la red Rodalies a tan solo 300 metros de la estación de Montcada-Bifurcació, lo que resultó en una interrupción significativa del servicio.
Ayer, Europe Press reportó un aumento del 87% en el número de robos a lo largo de cinco años, destacando que las fuerzas de seguridad han registrado 4,433 robos de materiales conductores de cobre y cable en 2024. Este aumento se ha asociado directamente con un total de 987 detenciones, que son el doble del número registrado en 2019. Es importante mencionar que esta cifra general no se limita a los robos que afectan exclusivamente la red ferroviaria, pero también está relacionada con el aumento en los precios del cobre.
Una gran red, un gran desafío. Esta es la clave que subrayó Fernández de Heredia en su entrevista en Antena3: España cuenta con una red ferroviaria extensa (muy extensa), lo que representa tanto una oportunidad como un importante desafío en términos de seguridad. Según ADIF y ADIF AV, hay 15,519 kilómetros de redes, de los cuales 9,984 están electrificadas y más de 3,700 son diferentes tipos de trenes de alta velocidad.
Y esto solo se refiere a la red ferroviaria de ADIF. Para afrontar este reto, en 2021, se emitió un contrato por valor de 210.8 millones de euros para los servicios de vigilancia y seguridad durante tres años (de abril de 2022 a marzo de 2025). Sin embargo, la tarea de supervisar toda la red es considerablemente difícil. Puente ha señalado que los cables robados de 150 metros fueron sustraídos de áreas de difícil acceso, tales como bosques y olivares durante el fin de semana.
«Tenemos que poner más fondos». «No puede monitorear 15,000 kilómetros de red 24 horas, pero se deben incrementar los fondos para evitar esto, ya que las interrupciones causadas por estos robos son muy graves». Así lo insistió ayer el presidente de Renfe. En fechas pasadas, y antes de las amenazas terroristas, el gobierno utilizó al ejército para vigilar las líneas, como sucedió en julio de 2005 tras los ataques en Londres.
Fotos | Nelso Silva (Flickr) y Ministerio de Transporte (x)
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