

Cuando hablamos de “ascensores sociales”, es muy importante de dónde vienes. Sin ir demasiado lejos, el problema nuclear Las condiciones de vivienda para los jóvenes no son tan buenas como para depender de la familia con la que han tocado. Pero estas desigualdades se notan mucho antes. De hecho, resulta que el título universitario en sí depende no tanto de la nota sino de los antecedentes.
Brecha tras título. un estudio Una investigación de la Oficina Nacional de Investigación Económica que utiliza datos extensos sobre graduados de universidades públicas en los Estados Unidos muestra que aquellos que provienen de familias de bajos ingresos se gradúan cinco años más tarde, incluso si tienen la misma especialización, las mismas calificaciones y abandonan las mismas instituciones. ganar significativamente menos que sus pares de familias con más recursos.
En otras palabras, esto significa que el acuerdo (que ha sido el objetivo central de la política de equidad durante años) no cierra la brecha, simplemente la cierra. Transición al mercado laboraldonde resurge fuerte a pesar de seguir el mismo camino académico.
El primer trabajo. Cuando los investigadores ajustaron los datos para incluir las características del primer empleo (salario inicial, tamaño de la empresa, nivel salarial promedio del empleador e industria), la brecha entre los graduados pobres y ricos se amplió. disminuido en un tercio su tamaño original.
Este resultado sugiere que gran parte de la desigualdad ocurre en el futuro y no años después. momento del salto al mercado: el primer salario por sí solo explica casi la mitad de la diferencia de ingresos en el quinto año, y otras características del primer destino profesional contribuyeron con otra porción significativa. En otras palabras, la coincidencia inicial entre graduado y empleador tiene más peso para el desarrollo económico futuro que la mayoría de los factores académicos anteriores.
Las diferencias. Además, los estudios muestran que los graduados de hogares de bajos ingresos tienden a tener menos probabilidades de completar sus estudios. tener un trabajo seguroAcepte ofertas con salarios iniciales más bajos y únase a empresas que paguen menos en promedio y ofrezcan menos oportunidades de avance y capacitación.
Cada mil dólares extra en salario inicial viene acompañado setecientos dólares más cinco años Quien permanezca en el primer puesto durante al menos dos años obtendrá a medio plazo varios miles de ingresos adicionales. Esto sugiere que el El origen social determina el tipo de primer trabajo al que se accede, y esta cadena de puntos de partida determina lo que sucede después.
Trascendencia. El panorama emerge en clave política la obra nos obliga a cambiar el foco de intervención: no basta con garantizar el acceso y la finalización si se restablece la desigualdad justo cuando entramos por la puerta del mercado laboral.
Los investigadores dicen: Si el primer empleo explica buena parte de la brecha, los políticos deben actuar para luchar por una movilidad real explícitamente sobre esta transición (Información temprana, redes, preparación para la búsqueda, prácticas remuneradas, contacto con empleadores de mejor calidad), porque de ahí surge hoy la diferencia nuclear entre personas iguales sobre el papel pero de diferentes orígenes. Sin esta capa final, el título ya no funciona como una escalera de igualdad y se convierte en un filtro que valida desigualdades que ya estaban escritas antes del primer contrato.
El peso del origen. En resumen, la evidencia sugiere que la desigualdad resurge en la transición al trabajo porque los recursos que eran importantes antes de la universidad (redes sociales, información temprana, colchón financiero y espacio para esperar una mejor oferta) siguen siendo efectivos cuando llega el momento de elegir el primer trabajo.
Quien pueda financiar unos meses sin sueldo puede rechazar malas ofertas y esperar una mejor, y quien no pueda, aceptar la primera. Cualquiera que tenga familiares o contactos en grandes empresas recibe recomendaciones que reducen la barrera de entrada y quienes no compiten a ciegas. Incluso la información más sensible sobre cómo, cuándo y dónde presentar la solicitud está distribuida de manera desigual.
Desde esta perspectiva, el “primer paso” no es coincidencia ni puro mérito: es una traducción a términos prácticos de las ventajas anteriores que no son visibles en los expedientes académicos pero que determinan la calidad del primer contrato y un futuro “brillante” o simplemente un futuro.
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