

Durante 69 días seguidos, Jason González vio una oportunidad para mantenerse con vida en cada transfusión.
A los 33 años, le diagnosticaron una enfermedad autoinmune que causó un shock hemorrágico grave.
Su cuerpo no produjo plaquetas y la única forma de estabilizarlo era a través de un procedimiento llamado plasmapherese, que necesita grandes cantidades de sangre.
Fue ingresado en el hospital durante casi siete meses. No conoció a los donantes que lo ayudaron, pero los recuerda con gratitud:
«Gracias a todas las donaciones, hoy puedo contar mi historia. Donar sangre salva vidas», dijo.
Jason es uno de los muchos pacientes que dependen de la solidaridad anónima de otras personas. El 14 de junio, en el marco del Día Mundial de los Donantes de la Sangre, su testimonio es un llamado urgente a la conciencia colectiva.
(Foto de archivo/observador).
Donar salvar vidas pero falta de cultura
En Costa Rica, el 35% de las donaciones todavía están dirigidas, es decir, solo se hace si un miembro de la familia tiene que reemplazar la sangre.
El resto corresponde a donaciones voluntarias, que no son más del 65%, muy por debajo del 100% recomendado por la Organización Panamericana de Salud (POO).
«Hay escasez de donantes voluntarios debido a la falta de educación y conciencia. Sin donación altruista, el sistema está en crisis», advierte Ana Lucía Valerín, de la Facultad de Microbiólogos y Químicos Clínicos.
Cada unidad donada se convierte en cuatro componentes:
- Glóbulos rojos
- Plasma
- Plaquetas
- Criopresipitado
Con estos elementos, es posible asistir a emergencias, cirugías, trasplantes, quemaduras, tratamientos contra el cáncer y enfermedades crónicas.
Por lo tanto, el llamado de este año, promovido por la Organización Mundial de la Salud, es clara: «Dona Blood, Dona Esperanza: juntos salvan nuestras vidas».
(Cortesía de Photo/CCSS).
Emergencias sin suficientes discusiones
Durante las vacaciones, vacaciones o fines de semana largos, los bancos de sangre experimentaron los mayores problemas.
Según el director del Banco Nacional de Bloodos, Josué Campos, la falta de predicción ha arrojado casos de salud que comprometen la reacción médica.
«La sangre sigue siendo una sustancia insustituible. Solo podemos obtenerla de otra persona», dijo.
En muchos casos, la falta de reservas también puede posponer las operaciones o depender de la emergencia de la familia.
Para evitar esto, las autoridades instan a la necesidad de promover una cultura de donación periódica y sostenida, no solo en momentos críticos.
Ley Nacional de Sangre
Justo en febrero de este año, Costa Rica dio un paso importante al aprobar la Ley Nacional de Sangre, después de más de 30 años de esfuerzos.
Esta legislación busca garantizar el acceso, la seguridad y la trazabilidad de todo el proceso: desde la donación hasta la transfusión.
«Es un hito fortalecer la cultura solidaridad y garantizar la calidad de vida de los pacientes», dijo Juan Carlos Villalobos, presidente de Microbiólogos College.
Del mismo modo, la ley también presenta pautas para mejorar la educación en este tema, desde una edad temprana y la creación de estrategias que promueven la participación ciudadana.
(Foto de archivo/observador).
¿Dónde y cómo donar sangre?
Para aquellos que desean donar, el National Blood Bank, que se encuentra en Zapote, recibe donaciones durante toda la semana.
Se encuentra en la esquina sur de la Iglesia Católica de la comunidad y pone dos canales a disposición de las consultas para los ciudadanos:
- Teléfono: 2280-9952
- WhatsApp: 8992-2151
Tenga en cuenta que el horario de atención es de lunes a jueves de 07:00 a 15:30, los viernes de 07:00 a 14:30, y los sábados de 08:00 a 13:00
Además, las autoridades recuerdan que las personas deben donar entre 18 y 65 sangre, pesar más de 52 kilogramos, medir al menos 150 pulgadas y estar sanos.
Se debe usar una identificación oficial actual, que no ha tomado alcohol en las últimas 24 horas y evita ir rápidamente.
«Es necesario tomar un desayuno ligero, que puede incluir frutas, galletas, pan, mermelada o café sin leche. No se deben consumir grasas o lácteos», indican los expertos.
Tampoco se recomienda asistir si se han realizado tatuajes, perforaciones, operaciones o procedimientos como gastroscopias en los últimos seis meses.
Las mujeres no deben estar embarazadas ni amamantar.