
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) ha elevado Niveles de advertencia que aumentaron el miércoles en diversas áreas del país, como resultado de la creciente actividad del volcán Poás. Este volcán ha estado mostrando un aumento notable en su actividad, lo que ha llevado a las autoridades a tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad de la población y los visitantes.
De acuerdo con el último informe emitido por el Comité Asesor Técnico (CAT), compuesto por expertos del Observatorio Volcanológico (Ovsicori), la Red Sismológica (RSN ICCCR), el Laboratorio de Química de la Universidad Nacional (UNA) y funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac-Mina), el volcán Poás se encuentra en su Fase más activa desde el 23 de marzo, lo que ha despertado una serie de alarmas sobre la posibilidad de erupciones más significativas en el corto plazo.
Ante este panorama crítico, la CNE ha decidido establecer Alerta roja para el Parque Nacional Volcán Poás. Esta decisión se basa en la influencia directa que se ha intensificado no solo en el cráter principal del volcán, sino también en las zonas circundantes, donde se encuentran los miradores, las terrazas y otras áreas al norte y al oeste del parque que son frecuentadas por visitantes.
Además, se ha declarado una Alerta de naranja a los cantones de Grecia y Sarchí, territorios que han experimentado caídas de azufre y otros impactos en las últimas semanas, lo cual pone en riesgo a las comunidades locales ante cualquier eventualidad que pudiera surgir.
Por otra parte, también se ha emitido una Alerta amarilla para los cantones de Alajuela, Poás, Naranjo, Río Cuarto y Sarchí, dado que existe la posibilidad de influencia indirecta de la actividad volcánica, especialmente en lo que se refiere a la dispersión de gases y cenizas que pueden afectar la calidad del aire en esas áreas.
«Durante los últimos días, las erupciones observadas han sido de gran energía; los días lunes 21 y miércoles, se registraron 23 columnas de humo que alcanzaron hasta 4500 metros sobre el cráter», anota el grupo de especialistas que monitorea la situación. Esta actividad ha sido alarmante y aumenta la preocupación entre los expertos.
Asimismo, la constante actividad acústica sísmica, la distorsión de los terrenos, la aparición de eventos volcanotectónicos y la expulsión de material rocoso son indicadores de que estamos en una fase de erupción que presenta un alto potencial explosivo, características que no se pueden pasar por alto.
(Cortesía de Photo/CNE).
Riesgo de lahars y daños agrícolas
El informe también destaca la acumulación de materiales volcánicos en la ladera oeste del cráter, en regiones cercanas a los cauces de los ríos, lo que genera condiciones propicias para la formación de Lahares, un fenómeno que se refiere a flujos densos de material volcánico que pueden activarse con lluvias intensas en las zonas afectadas.
De acuerdo con el análisis del CNE, ‘la actividad experimentada en el último mes ha dejado un Impacto visible en pastos, cultivos y actividad ganadera en sectores cercanos al coloso’, lo que podría tener consecuencias serias para la agricultura y la economía local.
Llamar
Finalmente, el CNE hizo un llamamiento a la población para recordar que la seguridad de los funcionarios y los visitantes en el Parque Nacional Volcán Poás está en riesgo, por lo cual es crucial mantener restricciones turísticas.
Se aconseja a todos los ciudadanos que solamente se informen a través de fuentes oficiales, que reporten cualquier fenómeno anómalo que detecten y eviten ingresar a las áreas de riesgo, especialmente durante los días lluviosos, en los cuales podría haber un mayor riesgo de flujos de lodo volcánico.
Así es como se ve el Parque Nacional Volcán Poás. (Cortesía de Photo/CNE).