Ciencia y tecnología

China respondió a Estados Unidos al poner en jaque a la industria global de semiconductores. Esta es su estrategia.

El 4 de abril, el gobierno de China anunció su respuesta a los aranceles que fueron implementados por la administración de Donald Trump. Esta decisión fue seguida por la imposición de una tarifa del 34% en las importaciones de los Estados Unidos, que entrará en vigor el 10 de abril. La selección de esta fecha no es arbitraria, ya que los aranceles establecidos por la administración Trump comenzarán a aplicarse un día antes, el 9 de abril. Esta acción muestra cómo los dos gigantes económicos están atrapados en un ciclo de represalias comerciales que afecta sus relaciones y la economía global.

Es probable que el gobierno chino haya decidido esperar unos días antes de implementar su propia tarifa, intentando así crear un espacio para la negociación con su contraparte estadounidense. Este es un movimiento estratégico que busca reducir un poco la tensión y facilitar un posible diálogo. No obstante, la reacción de China no se limita únicamente a la imposición de nuevos aranceles. También han decidido restringir las licencias de importación a seis empresas estadounidenses y aplicar controles más estrictos sobre la exportación de algunos elementos críticos, particularmente aquellos relacionados con tierras raras.

Esta no es la primera vez que el gobierno de Xi Jinping utiliza su capacidad de regulación para presionar a los Estados Unidos y a sus aliados respecto a las restricciones a la exportación de materias primas esenciales. En diciembre de 2023, el gobierno chino decidió limitar la exportación de ciertas tecnologías utilizadas en el procesamiento de tierras raras. Esta maniobra refleja una táctica deliberada para proteger sus intereses estratégicos mientras se enfrenta a la presión de los Estados Unidos y sus socios. En diciembre de 2024, la administración también decidió prohibir la exportación de minerales críticos desde China, intensificando aún más las tensiones.

Estados Unidos saldrá del escandio y brillará de China

Desde diciembre pasado, China ha dejado de exportar tres elementos químicos imprescindibles para la industria de semiconductores en Estados Unidos: Galio, Germanio y Antimonio. También han restringido ciertos materiales que, debido a su resistencia, tienen posibles aplicaciones en el ámbito militar. En respuesta a las recientes tarifas impuestas por EE. UU., el gobierno chino ha decidido incluir un nuevo grupo de metales de transición en la lista de aquellos que están sujetos a controles de exportación, destacando el escandio y sus derivados.

Los controles de exportación de China se dividen aún más en las cadenas de suministro globales de los chips

Estos elementos químicos, aunque quizás menos conocidos que otros metales prohibidos como el Galio o el Germanio, son igualmente cruciales. El gobierno de Xi Jinping está consciente del profundo impacto que estas restricciones tendrán no solo en la industria de telecomunicaciones y en la producción de dispositivos de almacenamiento, sino también en la vasta cadena de suministro que sustenta la industria de semiconductores a nivel global.

El escandio se utiliza comúnmente en módulos de radiofrecuencia, que son esenciales para teléfonos inteligentes, estaciones base y módulos Wi-Fi. También es importante en la fabricación de cabezales de lectura y escritura, así como en la producción de automóviles eléctricos. El Ministerio de Comercio de China ha impuesto una prohibición inmediata en la exportación de estos metales hacia Estados Unidos, lo que significa que las empresas chinas ya no tendrán la capacidad de exportar productos que contengan escandio, además de otros metales raros como el gadolinio, terbio, lutecio, samario e itrio.

Es probable que las licencias necesarias para exportar estos minerales clave se obtengan solamente bajo condiciones extremadamente estrictas. Sin embargo, la prohibición no solo afecta a los productos acabados que contienen estos metales, sino que también se extiende a la negativa de exportar minerales en estado bruto, ya sea en forma metálica o compuesta. Esta nueva regulación impacta de lleno a numerosas compañías estadounidenses, como Broadcom, Qualcomm, Seagate y Western Digital, así como a empresas taiwanesas y surcoreanas como TSMC y Samsung. A corto plazo, está claro que las tensiones geopolíticas a nivel global seguirán en aumento.

Imagen | Parlote

Más información | Ministerio de Comercio de China

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