¿Han notado la extraña capa gris que cubre el aire en los últimos días? Muchas personas piensan que se trata de niebla, pero en realidad está vinculado al fenómeno conocido como Kalima.
Este fenómeno atmosférico, que se manifiesta en combinação con las cenizas y gases provenientes del volcán Poás, está teniendo un impacto significativo en la calidad del aire en diversas regiones del país.
Como resultado, se genera un riesgo potencial de lluvia agria, especialmente con la lluvia prevista en los próximos días a raíz de un empuje de aire frío que incrementa las precipitaciones.
Según explica José Pablo Sibaja, del Laboratorio de química de atmósfera de la Universidad Nacional (UNA), estos fenómenos no se deben únicamente a la actividad volcánica.
«Hay múltiples factores en juego, incluyendo la temporada seca, la acumulación de gases, la radiación solar y la presencia de vegetación o incendios forestales,» comenta el experto.
Nota Más: De acuerdo con mediciones de la UNA, el aire en el Parque Nacional Volcán Poás ha alcanzado niveles tóxicos.
¿Qué es la lluvia agria y cómo se forma?
En el transcurso de la transición de la estación seca hacia la temporada de lluvias, las precipitaciones juegan un papel fundamental en la limpieza del aire. Sin embargo, éstas también pueden agravar ciertos riesgos ambientales.
«La lluvia actúa como un agente purificador, eliminando las partículas suspendidas en el aire,» explicó Sibaja.
«Cuando llueve, se depositan las cenizas, las partículas contaminantes y los gases, arrastrándolos hacia la superficie, lo que debería resultar en un aire más limpio,» aclaró.
No obstante, este mismo proceso puede aumentar la acidez natural del agua de lluvia.
«Si estas sustancias se disuelven en las gotas de agua, entonces se transforma en lo que conocemos como lluvia ácida,» añadió el especialista.
Las consecuencias de la lluvia agria se hacen notar inmediatamente, en especial durante los primeros minutos de la precipitación, sobre todo si el aire está severamente contaminado.
«Esto puede ocasionar irritaciones en la piel. En casos extremos, puede incluso decolorar la ropa. No obstante, no creemos que hayamos llegado a ese extremo en este momento,» advirtió.
El especialista recordó un evento ocurrido en 2019 en el Parque Nacional Volcán Poás, cuando se registraron niveles críticos de lluvia ácida en el área.
«Se formó espuma en las carreteras y en menos de diez minutos las pertenencias de los visitantes empezaron a decolorarse,» explicó.
Nota Más: La lluvia esta semana podría llevar cenizas del volcán Poás a los ríos cercanos, advierte el CNE sobre los riesgos.
El Calima cubre el aire en áreas de Occidente, producto de partículas finas y la actividad del volcán Poás (Foto Mariana Mena/The Observer).
Kalima
Además de la lluvia agria, muchos costarricenses han observado la presencia de una densa capa gris en el aire, notable en regiones como Alajuela y todo el Valle Central.
Este fenómeno se conoce como calima, y es ocasionado por partículas finamente suspendidas en la atmósfera.
«Lo que estamos viendo en estos momentos es una mezcla de diferentes sustancias, principalmente partículas y algunos gases. Dependiendo de la densidad y la perspectiva, esta capa puede adoptar diversas tonalidades. Si es lo suficientemente densa, se presenta como un gris desde la superficie debido al impacto de la radiación solar,» explicó Sibaja.
Estas partículas son tan diminutas que pueden permanecer flotando en la atmósfera durante un período que ronda entre 15 días a un mes.
«Es comparable a tomar un cabello y dividirlo en 10 a 15 partes. Además, no existe un método inmediato para su eliminación,» agregó.
Nota Más: Los ganaderos deben estar atentos a la alimentación del ganado debido a las cenizas provenientes del volcán Poás.
¿Por qué se intensifica ahora?
La estación seca favorece la suspensión de estas materias por la acción del viento, mientras que la radiación solar mantiene las partículas en el aire.
Sumado a esto, las cenizas arrojadas por el volcán Poás durante esta semana, que han alcanzado alturas considerables, están contribuyendo al fenómeno que afecta a regiones como Occidente.
«Mientras permanezcamos en la estación seca, continuaremos observando la presencia de Calima. Sin embargo, una vez que las lluvias se inicien, este efecto disminuirá,» afirmo Sibaja.
No obstante, el experto también advirtió sobre la posibilidad de que se presente estiércol volcánico, que es una mezcla de gases y partículas capaces de reducir la visibilidad y afectar la calidad del aire, especialmente en áreas cercanas al cráter.