

El Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) mantienen activa supervisión por un brote de la bacteria Ralstonia MannitolilyTica detectado en siete hospitales del país, donde diez pacientes están afectados.
La advertencia llevó a reforzar los protocolos de limpieza, desinfección y control de infecciones del hospital.
Según la CCSS, en los hospitales se registran casos:
- Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia
- Hospital San Rafael de Alajuela
- Hospital San Juan de Dios
- hospital de mujeres
- Hospital Nacional Infantil
- hospital liberiano
- Hospital México
Los expertos advierten que estas bacterias suponen un riesgo para las personas vulnerables. Para conocer mejor su origen, comportamiento y posibles complicaciones, El Obsador conversó con Norman Rojas, microbiólogo y especialista en bacteriología médica de la Universidad de Costa Rica (UCR) y portavoz del Colegio de Microbiólogos.
Bacterias ambientales que se adaptan.
«El ambiente natural no es el problema, la Ralstonia es una bacteria extremadamente ambiental que puede estar en agua o suelos asociados a ambientes húmedos», explicó Rojas.
Sin embargo, si logra ingresar a ambientes hospitalarios, estas bacterias se convierten en un patógeno oportunista. Se aprovecha el beneficio de pacientes con bajas defensas, enfermedades crónicas, cáncer, trasplantes o recién nacidos con sistemas inmunológicos inmaduros.
«El oportunista utiliza las condiciones que se le dan. En este caso, las personas tienen circunstancias que los debilitan», dijo el especialista.
El microorganismo ha desarrollado mecanismos de defensa y resistencia natural a los productos químicos, así como la capacidad de formar una biopelícula que le permite encontrarse con superficies y materiales médicos.
«Puede producir una especie de película protectora que lo hace menos susceptible a los detergentes y le permite adherirse a las superficies», agregó Rojas.
Ver más: Autoridades sanitarias alertan sobre brote de bacteria Ralstonia en hospitales nacionales
(Archivo de fotografía/observador).
¿Cómo prospera dentro de los hospitales?
La bacteria tiene una afinidad especial por el plástico que se encuentra en catéteres, investigaciones y equipos médicos.
También puede sobrevivir en jabón líquido, soluciones o desinfectantes si permanecen abiertos por mucho tiempo o pierden concentración.
«Es una bacteria muy parecida al plástico, y el plástico se usa en catéteres y dispositivos médicos. Puede quedarse ahí sin que se vea una mancha o costra», explicó Rojas.
En brotes notificados en otros países, se encontró Ralstonia incluso en soluciones médicas infectadas, como soluciones salinas o medicamentos de uso común.
«En otros países se ha documentado que soluciones como el agua para inyectables o el suero fisiológico están contaminadas con estas bacterias», afirma el experto.
Una de las hipótesis probables es que el brote esté vinculado a fuentes o suministros compartidos entre hospitales, aunque las investigaciones continúan bajo supervisión epidemiológica.
Síntomas y complicaciones.
Cuando la bacteria ingresa al cuerpo, puede penetrar directamente al torrente sanguíneo, lo que genera síntomas e incluso puede provocar complicaciones.
«Cuando ingresa al torrente sanguíneo produce fiebre y escalofríos. En un paciente ingresado en el hospital, un pico de fiebre aumenta toda la sospecha y si busca en la sangre se aísla en la mayoría de los casos», explicó Rojas.
Si la infección no se detecta a tiempo, puede propagarse a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones, el hígado, los riñones o el páncreas, provocando sepsis grave o infecciones en múltiples órganos.
«Una vez en la sangre, puede llegar a diferentes órganos y provocar complicaciones sistémicas, especialmente en personas inmunodeprimidas», añade el microbiólogo.
El especialista reiteró que la bacteria no representa un peligro para la población en general, ya que sólo afecta a personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Los grupos más vulnerables incluyen a los recién nacidos, especialmente los prematuros; Socios de cama adultos mayores o personas con movilidad reducida; Pacientes con enfermedades crónicas como diabetes; y personas inmunodeprimidas por cáncer o trasplantes.
«Las personas sanas no deberían ser susceptibles. Estas bacterias se presentan en condiciones muy específicas y en pacientes debilitados», aclaró.
(Foto/Unsplash).
Diagnóstico, resistencia y tratamiento.
Los laboratorios clínicos pueden aplicar la bacteria exactamente y posteriormente realizar pruebas de sensibilidad a los antibióticos para definir el tratamiento adecuado.
Aunque con frecuencia se utiliza la resistencia a antibióticos como las penicilinas o la gentamicina, las bacterias todavía se tratan con combinaciones específicas.
«Aún no es una súper bacteria y esperamos que no lo sea. Tiene opciones terapéuticas, pero hay que monitorearla y detectarla a tiempo», enfatizó Rojas.
Hasta el momento, en Costa Rica no hay muertes asociadas a este brote y los pacientes reciben tratamiento médico según los protocolos establecidos.
Medidas de prevención y control
El actual brote ha llevado a la CCSS y al Ministerio de Salud a reforzar los protocolos de limpieza, desinfección y control ambiental en áreas críticas como quirófanos, unidades de cuidados intensivos y neonatología.
«El microorganismo debe ser rastreado y detectado en los ambientes hospitalarios para encontrar y eliminar el foco. Si se limpia sin atacar el lugar contaminado, podría reaparecer», advirtió Rojas.
El microbiólogo recomendó a la población mantener medidas básicas de higiene:
- Lavado de manos habitual
- Desinfección Institucional
- Utilice mascarilla si visita hospitales o atiende a personas vulnerables.
«Es un buen momento para reforzar las medidas básicas. El estricto lavado de manos y la desinfección constante son fundamentales», recomendó.
Bacterias famosas
Rojas explicó que Ralstonia manitolilytica Esto no es nuevo tal y como se viene describiendo desde los años 70, aunque se ha ido reclasificando con el avance científico. En Costa Rica se registraron casos aislados, pero sin alcanzar los niveles de brote.
Lo que ahora está cambiando según el especialista es la mayor capacidad de diagnóstico y la supervisión epidemiológica activa, a través de la cual se pueden detectar las infecciones antes de que se propaguen.
«No es que tengamos una invasión. Es que estamos buscando activamente ahora, y si buscamos de manera significativa, la encontraremos», dijo.
El experto insistió en que no hay motivo de alarma. «No debemos enojarnos más de lo necesario, sino reforzar estas medidas de higiene y controlar los procedimientos, tanto en casa como en los hospitales», concluyó.
(Foto servicios de periodismo global).