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Barcelona inició la excavación para edificar un área de estacionamiento. Al final

El propósito inicial de un equipo de trabajo era la edificación de un nuevo estacionamiento. Sin embargo, los esfuerzos del Ciutadella del Coneixement en Barcelona resultaron en un descubrimiento inesperado y extraordinario: un hallazgo arqueológico que ha capturado rápidamente la atención de los historiadores de la ciudad. Esto no es sorprendente, considerando que lo que los expertos encontraron a cinco metros por debajo del nivel del mar es un barco de origen medieval que mide más de diez metros de largo y tres de ancho.

Los análisis preliminares sugieren que este barco puede datar de los siglos XV o XVI, aunque aún quedan muchas preguntas por responder acerca de su origen y utilidad.

¿Qué ocurrió? El subsuelo de Barcelona ha ofrecido a los historiadores una grata sorpresa. En efecto, hace unas semanas, los arqueólogos hallaron los restos de este barco durante la construcción del estacionamiento del BSM en el mencionado Ciutadella del Coneixement, y este descubrimiento ha despertado gran interés, especialmente dada su posible datación en los siglos XV o XVI.

No es la primera vez que un hallazgo similar es reportado en esta área. En el antiguo Mercat del Peix, cuando comenzaron las obras, el servicio de arqueología del Ayuntamiento de Barcelona rápidamente catalogó el hallazgo como “excepcional”. Esta importancia se debe a la declaración oficial emitida por el ayuntamiento, la cual incluye una galería de imágenes y está destinada a evaluar el naufragio. Además, proporcionó a los arqueólogos responsables una plataforma para discutir las próximas investigaciones y aclarar varias preguntas que han surgido.

¿Qué se ha encontrado? Los hallazgos incluyen lo que se define como «parte de un barco hundido», específicamente una embarcación que, tras variados estudios, ha sido datada aproximadamente entre los siglos XV y XVI. Los arqueólogos han podido identificar estructuras que son indicativas de los métodos de construcción naval de la época, con piezas que miden alrededor de diez metros de longitud y más de tres de ancho.

«Se han encontrado tablas unidas con clavos de madera de sección circular, además de algunos clavos de hierro, utilizados para conectar distintas partes del barco», explican desde el Servicio de Arqueología del Ayuntamiento. También se ha reportado que se encontró arena y sedimentos ricos en materia orgánica en los alrededores, que incluyen restos de semillas de avellana y otros restos botánicos.

¿Hay más información disponible? Los estudios preliminares además indican que el diseño arquitectónico del barco refleja un estilo que era común en el Mediterráneo durante la Edad Media, especialmente entre los siglos XV y XVI, lo que sugiere que este punto de la historia marítima está interconectado con otras tradiciones navales que existieron en Europa en ese momento. Sin embargo, aún persisten numerosas incógnitas, tales como el origen exacto del barco o la función específica que desempeñaba. Para desentrañar algunas de estas preguntas, los arqueólogos continúan analizando los restos de semillas y otros sedimentos encontrados en el lugar del naufragio.

¿Qué pasará con la embarcación? La importancia de este hallazgo ha sido enfatizada por el Ayuntamiento, ya que representa «una fuente única de conocimiento» en relación a las técnicas de navegación y la vida marítima en Barcelona durante los siglos XV y XVI. Aun así, existe preocupación debido al estado de preservación del barco, que se encuentra en un estado de fragilidad considerable, lo que requiere una manipulación cuidadosa.

Para evitar que los restos se deterioren debido a la exposición al aire y a las condiciones climáticas, se han tomado precauciones especiales, incluso cubriendo el hallazgo con arena, un método que ha sido utilizado durante siglos. La misión del servicio arqueológico de Barcelona, junto con el Museo Arqueológico de Cataluña, ahora es documentar los restos exhaustivamente y garantizar la correcta preservación de lo que ya ha sido nombrado «Citadel I».

La primera fase del trabajo incluye la documentación tridimensional del hallazgo, marcando las diversas piezas, realizando muestreos y preparando su transferencia a contenedores llenos de agua para asegurar su preservación temporal, tal como indica el consistorio. Se tiene previsto que los materiales sean enviados a «instalaciones especializadas» donde puedan recibir tratamientos con cera para problemas relacionados con la humedad, así como hidrocoloides, que ayudarán a reforzar su estructura.

¿Qué revela sobre Barcelona? Este naufragio ofrece no solo información sobre la embarcación misma y su relevancia para la navegación medieval, sino que también proporciona insight sobre el desarrollo histórico de Barcelona. Los restos fueron hallados en el antiguo Mercat del Peix, a más de cinco metros bajo el nivel del mar, lo que ha llevado a los arqueólogos a considerar que su posición está vinculada a la transformación del paisaje costero de la ciudad.

El hallazgo, denominado técnicamente «melter», forma parte de un contexto histórico relacionado con la transformación del frente marítimo de Barcelona. Desde 1439, la dinámica de la costa se modificó considerablemente con la construcción del primer muelle artificial, cambiando radicalmente la configuración costera y las actividades que se desarrollaban a lo largo de ella. Para más información, se debe mencionar que ya en 2008 fue localizado otro barco similar cerca de la estación de Francia, en medio del mismo proceso de transformación.

Fotos | El declive de Barcelona

En | Después de todo, sabemos qué comerían los marineros en alta mar durante el siglo XVI, gracias a los hallazgos del CSIC sobre una galera hundida.