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Aviación Civil aún investiga el accidente de Pico Blanco – Al Día cr

El 25 de noviembre de 2024 Costa Rica quedó conmocionada por el accidente aéreo ocurrido en el cerro Pico Blanco en Escazú.

La avioneta de la aerolínea AeroCaribe, una aeronave Cessna 206, matrícula TI-GER, transportaba a seis personas. De ellos sólo sobrevivió un pasajero.

Desde ese momento, la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) informó sobre la apertura de una investigación.

Casi diez días después de un año del accidente, las investigaciones siguen en curso.

«Respecto del accidente de la aeronave matrícula TI-GER, modelo U206G, bajo expediente CR-ACCID-CO-02-2024, ocurrido el 25 de noviembre de 2024 en Cerro Pico Blanco, «Aún se está investigando».la entidad respondió a la consulta de El observador.

No buscan culpables

Añaden a la respuesta que la investigación de accidentes aéreos surge de las obligaciones del Convenio sobre Aviación Civil Internacional, bajo las normas del Anexo 13, norma 13.3.1 y nuestra reglamentación RAC 13, artículo 13.3.1.

Este documento especifica que “el único objetivo de la investigación de accidentes o incidentes es la prevención de futuros accidentes e incidentes.

“El propósito de esta actividad no determina culpa o responsabilidadPor lo tanto, en estos informes, según la norma 5.12, se da protección a los registros de las investigaciones de los incidentes», afirmó. Unidad de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil.

La institución ha asegurado que, una vez transcurrido el primer año desde que se produjo el accidente, darán un comunicado preliminar.

Luis Miranda, quien se desempeñaba como subdirector de Aviación Civil cuando ocurrió el accidente, advirtió que «el proceso normal de investigación para hechos de este tipo demora no menos de 12 meses».

Los fallecidos en el accidente aéreo fueron:

  • Ruth Pamela Mora, copiloto
  • Jean Franco Segura
  • Gabriela Calleja
  • Enrique Castillo
  • Mario Alberto Miranda, piloto

El accidente de avioneta requirió el trabajo de más de 80 personas y se necesitaron 14 horas para rescatar al superviviente. (Foto cortesía/Cruz Roja)

¿Qué pasó ese día del accidente?

El avión partió de Barra del Tortuguero, en el norte del Caribe, rumbo a Pavas, en San José. Sin embargo, por condiciones climáticas fue desviado al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría de Alajuela.

La torre de control le dio instrucciones para su llegada a la terminal principal, pero a las 12:30 se perdió la comunicación con el radar.

Jim Batres, subgerente de operaciones de la Cruz Roja, indicó en ese momento que la alerta del 9-1-1 llegó alrededor de las 12:45 p.m. Por ello, la fuerza de socorro envió un primer contingente de tres unidades para atender la emergencia.

Los equipos de emergencia partieron hacia la cima del Pico Blanco a las 15:00 horas para localizar el punto del accidente a las 20:30 horas.

Alrededor de las 21:00 horas del lunes 25 de noviembre, la Cruz Roja confirmó que cinco personas estaban muertas y solo una con vida a bordo de la aeronave TI-GER de la empresa AeroCaribe.

Inicialmente se indicó a las 20:46 que había dos de los pasajeros atrapados con vida.

«¡HEMOS LLEGADO! Uno de los 3 equipos desplazados localizó el avión. En este momento se están evaluando a dos pacientes, vivos, presionados. Son las 8:40 de la noche», informó la Benemérita.

Pero 15 minutos después la Cruz Roja indicó que sólo había un superviviente.

Luego de esto, se concentraron en rescatar al sobreviviente, acción que se logró luego de 14 horas de trabajo.

Los gritos de ayuda

Además del personal de emergencia, en el lugar estuvieron presentes dos vecinos de la zona que colaboraron con la Cruz Roja y los Bomberos en las labores de búsqueda.

Estaban grabando cuando de repente escucharon lo inesperado.

«Ayuda.» Se escuchó en medio de los restos del avión estrellado.

«Uy mae, hay gente viva», dijo uno de ellos. Y de inmediato llamaron a los miembros de la Cruz Roja para que llegaran al lugar luego de horas de caminata por el denso bosque.

Se trataba de Paola Amador, de 31 años.

«Recuerdo haber oído luces, así que comencé a llamar pidiendo ayuda. Fue un momento muy esperanzador cuando me encontraron», dijo en una entrevista con el departamento de bomberos en julio.

«Fue entonces cuando apareció uno de los rescatistas, bueno, los muchachos que me encontraron primero y comenzaron a hacerme preguntas. Se fue y dijo: ‘Voy a buscar ayuda’.

«Le dije: ‘Bueno, no me dejes en paz. El miedo que tenía era que él no me dejara en paz. Y en el momento en que me rescataron, fue muy esperanzador'», dijo.

Y agregó: “Me taparon con abrigos, con estas mantas térmicas. No sé si eran unas tres o cuatro, pero tenía mucho frío y para mí no fue suficiente. Y me mantenían despierta y me decían como: ‘Paola, despierta, sí, Paola, algo así’. Y yo: ‘Sí, pero déjame dormir’.

No fue hasta el día siguiente que Amador ingresó en el Hospital San Juan de Dios. Luego fue al Hospital de Traumatología.

Amador ha sido operado en varias ocasiones (columna, cara, tobillos). Además, se realizaron otros estudios y procedimientos necesarios para su recuperación.