Ciencia y tecnología

Apple y Samsung han estado alejándose de China durante años para reducir costos. Sin embargo, un torpedo aduanero podría poner en jaque su estrategia.

El gobierno de Trump ha declarado nuevas tarifas que tienen como objetivo expandir la guerra comercial a una gama aún más amplia de países. Estas tarifas tienen el potencial de causar consecuencias profundas y dolorosas en la cadena de producción y ventas de varias empresas tecnológicas de gran envergadura.

Firmas como Apple y Samsung han estado buscando maneras de disminuir su dependencia de la producción en China, y en consecuencia, han comenzado a trasladar parte de su fabricación a naciones como Vietnam. Sin embargo, la imposición de una tarifa cercana al 50% para productos provenientes de Vietnam ha complicado su estrategia de diversificación.

Nuevas tarifas. El presidente Donald Trump ha revelado la implementación de aranceles elevados sobre todos los bienes importados a los Estados Unidos. Este movimiento tiene una especial relevancia en el contexto de la disputa comercial más significativa del país, que es con China. Si consideramos las tarifas ya impuestas anteriormente, la suma total para productos provenientes de la nación asiática alcanza un impresionante 54%.

Entre otros países afectados, Vietnam destaca como el más comprometido. Estados Unidos ha impuesto una tarifa del 46% sobre los productos manufacturados en este país, lo que pone en una difícil situación a las operaciones de los gigantes tecnológicos Apple y Samsung, que dependen en gran medida de su producción.

Escape de China. Las grandes empresas como Apple y Samsung han mantenido vínculos de producción estrechos con China durante muchos años. Para mitigar el riesgo asociado, estas compañías han estado buscando diversificar sus cadenas de suministro, trasladando parte de su producción a lugares como India y Vietnam, especialmente en los últimos años.

Vietnam se ha convertido en un destino atractivo para la industria tecnológica, principalmente debido a su mano de obra económica y bien capacitada. Además, su proximidad a China brinda una ventaja logística que minimiza las complicaciones en la importación de componentes electrónicos esenciales.

Productos clave. Apple ha estado fabricando AirPods en Vietnam durante años, y la producción de otros productos esenciales, como el iPad, también se ha desarrollado allí. Compañías asociadas, como Foxconn, han estado invirtiendo considerablemente en el país asiático, con el objetivo de expandir aún más sus capacidades de producción. Esta inversión asciende a millones de dólares.

En el caso de Samsung, la compañía surcoreana también produce una gran cantidad de sus teléfonos inteligentes en Vietnam. Esta firma ha estado operando en el país durante casi dos décadas, consolidándose como uno de los líderes en la producción de componentes y dispositivos electrónicos en la región.

Además de Vietnam, India ha sido identificada como otra ubicación estratégica en la cadena de suministro de estas empresas. Actualmente, un porcentaje significativo de iPhones se produce en India, y Samsung también ha comenzado a fabricar sus dispositivos Galaxy en este país.

Nadie estaba preparado. Tanto Apple como Samsung no solo habían estado trasladando su producción fuera de China para reducir costos, sino también para protegerse de las repercusiones de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Con el objetivo de evitar congestiones en una sola región, la diversificación de la cadena de suministro ha sido una estrategia clave, tratando de acercar la producción a países emergentes que presentan un potencial de crecimiento considerable.

Sin embargo, con la implementación de altos aranceles que afectan a Vietnam, Malasia, Tailandia e India, los esfuerzos por diversificarse se ven amenazados. Después de años de estrategias diseñadas para evitar a China, la nueva imposición de tarifas pone en riesgo los cimientos que las empresas han construido en las últimas décadas. La pregunta sigue siendo: ¿cuáles serán las repercusiones de estos cambios?

¿Quién pagará el precio?. Aunque es improbable que ambas compañías estén dispuestas a solicitar a los consumidores que absorban un aumento de precios que oscila entre el 26% y el 46%, lo que resulta casi inexorable es que los precios de sus productos estarán en aumento no solo en Estados Unidos, sino también a nivel global.

Este cambio en la política tarifaria forzará una transformación completa en la estructura actual de los principales actores tecnológicos, ya que tendrá un impacto significativo en la cadena de suministro a nivel mundial.

Expertos de la industria, como Mark Gurman, han señalado que será «esencialmente imposible» sostener precios estables en Estados Unidos. Además, miembros del Código Regulatorio Federal (CFR) han indicado que esta política puede significar un aumento de aproximadamente $150 por dispositivo.

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