Berlín, 27 de marzo (DPA) . En un contexto de creciente tensión comercial, tanto el Ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, como su colega de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, han abordado recientemente el anuncio de tasas arancelarias impuestas por los Estados Unidos. Su intención ha sido clara: responder a estas medidas sin aumentar la polarización de los conflictos comerciales entre las naciones.
Habeck subrayó en la plataforma X que ahora es crucial que la Unión Europea (UE) formule una respuesta robusta ante las tarifas. En sus palabras, «debe estar claro que no regresaremos a un enfoque de confrontación». Resaltó la necesidad de energía y confianza entre las partes involucradas, entendiendo la importancia de crear un ambiente favorable para el comercio.
El Ministro de Economía también confirmó que Alemania seguirá respaldando a la Comisión Europea en sus esfuerzos para negociar con Estados Unidos, buscando evitar una escalada en la aplicación de aranceles. «El anuncio de tarifas sobre las importaciones de automóviles, junto con un 25 % en aranceles, representa una mala noticia no solo para los fabricantes de automóviles alemanes, sino para la economía en su conjunto», advirtió Habeck. También mencionó que estas tarifas alteran las cadenas de suministro globales y pueden resultar en un aumento de precios para los consumidores estadounidenses.
Por su parte, Baerbock criticó las decisiones arancelarias tomadas en el pasado por la administración Trump. Durante una reunión en Berlín con su homólogo estonio, Margus Tsahna, comparó estas acciones a derribar una casa con una bola de demolición solo para reparar el techo, dejando a su paso escombros que son difíciles de manejar. Hizo énfasis en que tales decisiones podrían afectar sustancialmente a la economía global, al tiempo que advirtió que Europa se mantendría firme en la protección de su industria y sus empleos.
La Ministra de Relaciones Exteriores, al igual que Habeck, dejó claro que no hay interés en una guerra comercial entre aliados. Sin embargo, enfatizó que las negociaciones deben basarse en normas claras y en el respeto mutuo, alejándose de cualquier estrategia agresiva. «Estamos listos para tomar medidas protectoras si ciertos estándares internacionales no se respetan», añadió Baerbock, destacando la preparación de Europa ante dicha situación.
La industria automotriz hace un llamado a las negociaciones
La Asociación Alemana de la Industria del Motor (VDA) también se ha manifestado en contra de las tarifas propuestas, advirtiendo sobre los efectos económicos devastadores que podrían desencadenar. Su presidente, Hildard Müller, denominó estos aranceles como una carga abrumadora para las empresas y las complejas cadenas de suministro a nivel global, y aseguró que estas tarifas no solo perjudican a los productores europeos sino que también impactan negativamente a los consumidores estadounidenses.
«Las repercusiones de las tarifas se amplificarán y afectarán la riqueza de todas las partes involucradas», afirmó Müller. Citó que estas acciones provocarían un descenso considerable en las exportaciones estadounidenses hacia Europa, repercutiendo también sobre la economía estadounidense en su conjunto. Por ello, instó a la necesidad de iniciar negociaciones urgentes entre Estados Unidos y la UE para establecer un acuerdo bilateral que evite el conflicto comercial.
Según datos de la Oficina de Estadísticas Federales, Estados Unidos es el mercado más importante para la industria automotriz alemana, con una participación del 13.1 % en sus exportaciones. Este dato es aún más significativo al considerar que casi uno de cada tres Porsches y uno de cada seis BMW vendidos en 2024 se comercializaron en territorio estadounidense. Además, marcas como Volkswagen, Audi y Mercedes-Benz también han tenido un rendimiento notable en el mercado estadounidense, con cuotas que oscilan entre el 12 % y el 15 % respective.
Las expectativas económicas frente a la incertidumbre
Pese a la advertencia sobre las posibles repercusiones, algunos economistas alemanes han manifestado que no anticipan efectos significativos en el crecimiento económico del país debido a estas tarifas. Veronika Grimm, una reconocida economista y miembro de un prestigioso comité que asesora al gobierno alemán, hizo referencia a un informe del Instituto de Economía Mundial (IFW). Este pronostico prevé que la implementación de aranceles causaría una disminución en el Producto Interno Bruto (PIB) de menos de 0.2 puntos porcentuales.
Grimm argumentó que muchos fabricantes automovilísticos, aunque no todos, han establecido capacidades de producción en Estados Unidos. Esto les permitiría esquivar, en cierta medida, el impacto del aumento arancelario. Por su parte, Marcel Fratzscher, presidente del Instituto de Investigación Económica Alemana (DIW), señaló que si bien las tarifas impactarán a Alemania más que a otros países europeos, el efecto directo sobre la economía general será limitado en este momento.
Fratzscher también agregó que los consumidores estadounidenses seguirán interesados en adquirir automóviles alemanes, incluso si los precios aumentan. Sin embargo, su mayor preocupación radica en cómo la imprevisibilidad del presidente de Estados Unidos puede intensificar la incertidumbre empresarial y afectar la confianza entre las naciones. Grimm sugirió que sería prudente que los Estados miembros de la UE se coordinen para implementar posibles contramedidas, como aranceles a las importaciones estadounidenses, medida que podría ser considerada, dado el contexto actual.
Asimismo, propuso la creación de impuestos digitales que, aunque afectarían a las empresas estadounidenses, estarían dirigidos a buscar un equilibrio en el comercio internacional. «El objetivo final debe ser disminuir las tensiones y regresar a un clima de negociaciones constructivas, en un momento en que el desarrollo económico ya enfrenta desafíos significativos», remarcó Grimm.
La economía alemana actualmente atraviesa un periodo de debilidad. Después de experimentar dos años de recesión, el crecimiento se pronostica como mínimo, lo que la convierte en un escenario delicado y sensible ante las amenazas de medidas proteccionistas.