Berlín, 5 (DPA). El juez alternativo del Partido Populista para Alemania (AFD) ha decidido presentar un reclamo formal contra la oficina federal por la protección de la Constitución (BFS) y la Agencia Alemana de Inteligencia Interna. Este reclamo surge debido a que la agencia ha categorizado al partido como un grupo de extrema derecha.
La presidenta del partido, Alice Weidel, y Daniel Tapp han confirmado que se ha enviado una carta al tribunal administrativo competente en la ciudad de Colonia, donde se emitió la decisión del BFV.
El pasado viernes, la agencia federal anunció que considera a la AFD como un partido extremista de derecha que representa una amenaza para la ‘dignidad humana’ y para los valores democráticos. Esta categorización significa que los servicios de inteligencia podrán aplicar medidas de supervisión más rigurosas sobre el partido.
La AFD ha exigido que la autoridad retire esta clasificación, además de emitir una declaración formal para detener el proceso que ha comenzado. La advertencia estipulaba que la BFS debería responder antes de las 8 a.m. del día de hoy. En caso de que no se recibiera respuesta, el AFD estaba preparado para presentar un reclamo de emergencia, dado que consideran que la administración federal no ha respondido adecuadamente a su advertencia inicial.
El objetivo del partido ahora es prohibir que la agencia califique a la AFD como un grupo extremista, apuntando que la vigilancia, investigación y control de la misma por parte de la agencia es injustificada. La carta de advertencia que enviaron establece claramente que esta clasificación y la divulgación pública de dicho estatus son consideradas ilegales desde el punto de vista del AFD.
La clasificación del AFD como extremista por parte del Servicio de Inteligencia Interna se dio a conocer el viernes, y estos acontecimientos se enmarcan en un contexto más amplio donde el llamado «Movimiento de Juez Extremo» ha sido confirmado debido a su conducta que atenta contra la dignidad humana, involucrando al partido en su conjunto.
Previo a esta situación, la AFD era considerada un caso sospechoso, lo que permitía el uso de medios de inteligencia, tales como informantes, vigilancia, capturas de video y grabaciones de audio. Sin embargo, al ser clasificada como extremista, los criterios para el uso de tales medios se han visto rebajados, facilitando una mayor intervención de la inteligencia.
A pesar de la supervisión que la BFV ha iniciado, esto no implica necesariamente que el partido deba ser prohibido. Una prohibición solo puede ser solicitada por una de las cámaras del Parlamento alemán o por el propio Gobierno ante el Tribunal Constitucional.
Sin embargo, la nueva designación ha reavivado el debate sobre la posible prohibición del partido, especialmente considerando que los principales partidos alemanes enfrentan el dilema de cómo actuar respecto a la AFD en la próxima legislatura. La AFD logró posicionarse como una fuerza significativa en las elecciones parlamentarias de febrero, obteniendo un 20.8 por ciento de los votos, lo que la convierte en el partido opositor más relevante en el Bundestag (Parlamento bajo) en esta nueva fase legislativa, especialmente en su confrontación con los socialdemócratas y los conservadores.