Berlín, 4 de mayo (DPA) . El futuro secretario del Interior alemán, Alexander Dobrindt, ha dado a conocer recientemente su intención de fortalecer las medidas relacionadas con los retornos de migrantes y vitalizar los controles en las fronteras exteriores de Alemania. Este anuncio se produce un día después de su inauguración oficial en el cargo. En sus declaraciones, Dobrindt afirmó: «Las primeras decisiones se tomarán después de la inauguración de este miércoles. Para esto, el control fronterizo se fortalecerá y los rendimientos aumentarán», dando a entender que se tomarían acciones inmediatas al asumir funciones. Las declaraciones fueron publicadas en el periódico «Bild am Sonntag».
A pesar de este enfoque firme, Dobrindt también ha querido aclarar un punto importante: no se prevé la implementación de cierres fronterizos. En su opinión, «Las cifras de inmigración ilegal deben reducirse. Para la humanidad y el orden de gobernar de manera uniforme, se requieren control, claridad y coherencia. Para esto, nos estamos preparando para tomar decisiones a nivel nacional y europeo». Esta postura refleja un compromiso hacia un enfoque equilibrado que, aunque firme, no busca aislacionismo total.
El sindicato de policía alemán (PIB) ha respondido con cierta dosis de escepticismo al anuncio realizado por Dobrindt. Andreas Rosskopf, presidente de la Policía y Aduana Federal, expresó que, aunque el sindicato respalda la introducción de medidas para combatir la migración irregular, hay preocupaciones sobre la viabilidad de un aumento continuo del número de agentes de policía en la frontera. Rosskopf también ha manifestado sus dudas respecto hacia las propuestas de algunos políticos conservadores que sugieren rechazar a los solicitantes de asilo en las fronteras terrestres sin el consentimiento de países vecinos, como Polonia o Austria.
“A partir del miércoles, no puede haber una especie de juego de ping pong con países vecinos”, advirtió Rosskopf. “Si es necesario rechazar a los solicitantes de asilo, esto debe llevarse a cabo con una certeza legal, y hasta ahora no tengo una respuesta clara al respecto”. Sus comentarios ilustran las complejidades legales y diplomáticas de la gestión de la migración en territorio europeo.
Por otro lado, el líder de la Unión Democrática Cristiana (CDU), Friedrich Merz, será electo como canciller federal en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) este martes. Además, el futuro jefe del Ministerio de Relaciones Exteriores, Thorsten Frei, también ha manifestado su intención de imponer controles fronterizos más estrictos a partir del primer día del nuevo gobierno, aunque con una limitación temporal.
Marco Buschmann, ex ministro de justicia y representante del partido liberal, mostró interés al mencionar: «Estoy muy interesado en ver en qué medida el político de la oposición Dobrindt, actuará en concordancia con las acciones del Ministro de Asuntos Interiores». Este comentario se encuentra en la línea de un adecuado control político sobre las decisiones que impactan a la ciudadanía.
En un principio, en el seno saliente de las coaliciones centrales, apenas existían partidarios de implementar controles fronterizos fijos, algo que de hecho no está permitido en el espacio de libre circulación de Schengen en la Unión Europea. Sin embargo, la ministra de asuntos del hogar, la Socialdemócrata Nancy Faeser, no solo amplió los controles que se habían iniciado en 2015 en la frontera con Austria. A mediados de octubre del año en curso, se ordenaron controles temporales en las fronteras con Polonia, República Checa y Suiza, lo que fue notificado a la Comisión Europea.
El año pasado, Alemania recibió 229,751 solicitudes de asilo por primera vez, lo que representó una disminución de alrededor de 100,000 respecto al año anterior. Los principales países de origen de los solicitantes incluyen Siria, Afganistán y Türkiye en la actualidad. Según Hans-Ekhard, director de la Oficina Federal de Migración y Refugiado (BAMF), una de las principales razones detrás de esta disminución ha sido el cierre facto de Serbia al sendero de refugiados hacia Hungría en noviembre de 2023. No obstante, aún no está claro si esta situación se mantendrá.
En el acuerdo de coalición entre la Alianza Conservadora CDU/CSU y el SPD, se establece: «En colaboración con nuestros vecinos europeos, rechazaremos las solicitudes de asilo en los límites comunes». Sin embargo, queda aún la duda sobre lo que significa realmente «en coordinación» y si esto implica obtener el consentimiento de los países vecinos.