El candidato presidencial del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Juan Carlos Hidalgo, ofreció su análisis sobre los acontecimiento del jueves durante la sesión legislativa, centrándose particularmente en la elección de la primera oficina del gobierno, que culminó con la confirmación del departamento interno relacionado con la violación de normativas. Esta situación ha despertado preocupaciones y críticas dentro del partido y más allá.
Afirmó que «son muchos los cristianos sociales que ahora se sienten frustrados porque los agentes de Pusc no han podido sostener una fracción que, en teoría, se debería haber fusionado el 1 de mayo.» Este comentario resuena con muchas voces dentro del partido que sienten que la unidad y la cohesión han sido sacrificadas en medio de conflictos internos.
Dentro de la estructura interna, la facción cristiana decidió que Daniela Rojas sería su candidata para ocupar la primera oficina, en un acuerdo que se formó tras la colaboración con el Partido Liberación Nacional (PLN) y su respaldo a los votos de Rodrigo Arias. Sin embargo, el nombramiento no fue sencillo, ya que Carlos Felipe García también propuso su propia candidatura, lo que detuvo las primeras negociaciones. Este enfrentamiento se dio a pesar de que había tres alternativas en el PLN que también estaban dispuestas a apoyar a García y a un número considerable de miembros de Pusc que votaron en su favor.
Finalmente, en la segunda ronda de votaciones, García Rojas logró imponerse sobre Melina Ajoy, Carlos Andrés Robles y Leslye Bojorges, quienes también aspiraban al cargo. En medio de estas tensiones, se destacó que Vanessa Castro decidió votar en blanco, lo que reflejó aún más la división en el proceso.
Hidalgo también se pronunció sobre la participación de Bojorges en la reunión del 1 de mayo, destacando que esta congregación fue liderada por la ex jefa de Pusc, María Marta Carballo. La situación se complica, ya que el diputado Bojorges se encuentra alejado de la clase política tras estar involucrado en el caso Ritchter, donde enfrenta investigaciones sobre presuntas relaciones con personas implicadas en el contrabando de drogas. Este escándalo ha alimentado las tensiones y ha manchado la reputación de varios miembros del partido.
«Es inaceptable que el diputado Bojorges haya estado involucrado en decisiones internas mientras afronta cargos graves,» enfatizó Hidalgo, quien subrayó la seriedad de las acusaciones. «La dinámica personal que ha prevalecido en la violación de normas en los últimos tres años ha generado estas dificultades.» A medida que el PUSC se cuestiona a sí mismo, la necesidad de una reestructuración interna parece más urgente que nunca.
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Bojorges y Ajoy apoyaron a García. (Alonso Solano/The Observer)
«Fraude»
El sustituto de Rojas expresó a el jueves que lo que hizo su compañero García fue un fraude que afecta a toda la clase política. Esta situación es creciente porque, a pesar de que en encuentros previos había mostrado su apoyo hacia ella y su gestión, ahora la traición se siente más fuerte en la atmósfera política del partido. Rojas y el nuevo líder del crimen, Alejandro Pacheco, reconocieron que esta situación ha desembocado en una división interna que podría tener repercusiones serias en el último año del periodo legislativo.
Simultáneamente, Hidalgo, quien se encuentra en el extranjero y no estuvo presente durante el reciente proceso electoral del partido, confió en que los esfuerzos en el nuevo año serán fructíferos. «Le deseo a Alejandro Pacheco un gran éxito como jefe de la fracción durante el último año legislativo,» concluyó, marcando un claro mensaje de esperanza en medio de la controversia que rodea al PUSC.