El Volcán de Poás se presenta con un comportamiento altamente variable, el cual se manifiesta a través de erupciones que ocasionan la expulsión de gases, vapor de agua, e incluso fragmentos de roca. Este fenómeno geológico ha captado la atención de volcanólogos y científicos, quienes siguen de cerca su actividad.
Desde el 23 de marzo, el Coloso ha mostrado una actividad constante, aunque con una intensidad de cambio que ha resultado inesperado. Esa información proviene del Observatorio Volcanológico y Sismológico (Ovsicori), que realiza monitoreos continuos de la situación.
A lo largo del tiempo, las emisiones han variado notablemente; en ciertos momentos se han presentado como menos intensas, mientras que en otros, los arrebatos se han fortalecido, expulsando una cantidad considerable de material hacia la atmósfera.
“Esta actividad de erupción del Poás se define por un patrón muy variable. Existen intervalos donde la erupción es menos intensa, pero de repente, puede producirse una erupción mucho más fuerte, con una significativa emisión de gases y fragmentos de roca”, explicó la volcanóloga María Martínez, quien trabaja en Ovsicori.
El análisis realizado indica que esta dinámica no muestra signos de estabilización, lo que sugiere que en los próximos días, el volcán seguirá ofreciendo nuevas manifestaciones con intensidades diversas.
Nota: La Cruz Roja asistió a seis incidentes ocurridos en centros educativos debido a la influencia del gas del volcán Poás.
Registros sísmicos
La volcanóloga observó que este patrón variable es evidente también en los registros sísmicos, donde se puede identificar un signo de temblor volcánico.
Este fenómeno se asocia estrechamente con el movimiento de fluidos en el volcán, que incluye agua, vapor y en ocasiones magma.
“En ciertos episodios, se registra una señal intensa con alta amplitud, la cual se relaciona con una mayor erupción de energía. Otras veces, la señal disminuye, lo que sugiere que las erupciones son más bajas y con menor aporte de material”, agregó.
Además, los expertos han aclarado que todavía no se ha visto lava; lo que aparece en algunos videos nocturnos son rocas calientes con temperaturas que oscilan entre 200 y 300 grados Celsius.
En contraste, la lava real alcanza temperaturas superiores a los 900 grados Celsius.
¿Por qué los arrebatos son más fuertes que otros?
El comportamiento del Poás se relaciona en gran medida con la presión interna y la cantidad de fluidos acumulados dentro del sistema volcánico.
Cuando se concentra más vapor de agua, gases o magma cerca de la superficie, la presión tiende a aumentar, y esto puede desencadenar explosiones más intensas.
Por el contrario, si los canales son más amplios y la cantidad de material es menor, entonces las erupciones tienden a ser menos violentas.
Los expertos explican que la dinámica de congestión y liberación de energía es responsable del patrón intermitente que se observa tanto en el comportamiento superficial del volcán como en los sismógrafos.