A las 23:12 en punto de este viernes, el volcán Poás hizo un estallido ‘moderado’, el cual se manifestó con un bolígrafo que alcanzó una impresionante altura de 1000 metros y se dirigió hacia el oeste. Este evento no solo fue notable por su altura, sino también por la balística que se generó, lanzando fragmentos de roca de un tamaño considerable, superiores a 64 mm, que alcanzaron temperaturas de hasta 250 °C.
De acuerdo a los informes proporcionados por el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), la actividad eruptiva duró aproximadamente diez minutos, como señaló Henriette Bakkar, representante de Ovsicori. Esta actividad no es un evento aislado; el volcán ha mostrado un patrón de actividad intensa, especialmente en los días recientes.
En particular, el lunes anterior a este evento, el Poás registró un estallido notable con un bolígrafo que se extendió hasta aproximadamente 4 kilómetros. El jueves por la noche, se produjo otra erupción, aunque de menor magnitud, que también estuvo acompañada por la emisión constante de cenizas. La dirección del viento afectó directamente la visibilidad desde el Parque Nacional, así como los paneles solares y la sala de supervisión situada en las cercanías del cráter, lo que ha generado preocupaciones adicionales acerca de la seguridad y la salud de los visitantes.
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) ha emitido niveles de Advertencia en varias áreas debido al aumento continuo en la actividad del volcán Poás, subrayando la importancia de estar alerta ante posibles emergencias.
Según el informe más reciente del Comité Asesor Técnico (CAT), que incluye a expertos del Observatorio Volcanológico (Ovsicori), la Red Sismológica (RSN ICCCR), el Laboratorio de Química de la UNA y las autoridades del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac-Mina), se ha determinado que el Poás está experimentando una Fase más activa desde el 23 de marzo. Esta información es crucial para entender el potencial riesgo que representa el volcán para las comunidades circundantes.
En respuesta a este panorama alarmante, la CNE decidió emitir una Alerta roja para el Parque Nacional Volcano Poás, donde la influencia directa de la actividad volcánica no solo se ha intensificado en el cráter principal, sino que también afecta áreas circundantes, como las posiciones de los visitantes y las terrazas ubicadas al norte y al oeste del volcán.
Además, se ha declarado una Alerta de naranja a los cantones de Grecia y Sarchí, donde las comunidades han estado expuestas a la caída regular de azufre y otros materiales en las últimas semanas, lo que ha intensificado la preocupación por la salud y el bienestar de los residentes.