Ciencia y tecnología

WhatsApp: La privacidad parecía un detector de bombas, hasta que un fiscal intentó borrar mensajes estresantes.

El Fiscal General, Álvaro García Ortiz, pensaba que había conseguido eliminar todas las noticias que pudieran incriminarlo en un delito de revelación de secretos. Sin embargo, esta creencia se basó en una falta de comprensión acerca de cómo funcionan las aplicaciones de mensajería y el almacenamiento de datos. A pesar de sus intentos, WhatsApp y Google tienen una capacidad impresionante para retener información. Recientemente, la Corte Suprema ha recibido documentación relevante proveniente de Google y Meta que promete arrojar luz sobre esta situación. Aunque el contenido de esta evidencia se mantiene confidencial por el momento, hay varias hipótesis que se pueden explorar para responder a dos preguntas clave: ¿se accedió a mensajes que García Ortiz había eliminado? Y, en caso afirmativo, ¿cómo se logró leer estos mensajes?

De eliminado, nada. Un reportaje del Confidencial informa que el juez de la Corte Suprema, Ángel Luis Hurtado, ha declarado que los intentos del abogado Álvaro García Ortiz para borrar información parecen haber sido «exitosos» solo en su percepción. A pesar de sus esfuerzos, se enfrenta a una carga por un presunto delito de revelación de secretos. Esta situación ha dado lugar a diversas teorías sobre cómo se habría podido restaurar información que él creía eliminada.

Hipótesis 1: metadatos. Durante las investigaciones, la Unidad de Coordinación Operativa (UCO) también revisó los dispositivos electrónicos de Parlar Rodríguez, lo que sugiere, según un artículo de 20 minutos, que el contenido de una carpeta ZIP en poder del magistrado podría haber sido enviado por Ziel/WhatsApp. Mientras que la idea es que las noticias eliminadas no pudieran ser enviadas, en teoría esta situación podría haber dado pie a obtener los metadatos de las conversaciones de García Ortiz, que servirían para contrastar con los mensajes que Parlar Rodríguez aún posee. Esto establece una clara pista sobre la atención que ha recibido el fiscal general en este contexto.

Hipótesis 2: copias de seguridad sin cifrado. Este puede ser el punto crucial que permitió la recuperación de la información del fiscal general. WhatsApp ofrece a los usuarios la opción de almacenar sus mensajes en la nube a través de servicios como Google Drive o iCloud de Apple. Sin embargo, estas copias de seguridad están, por defecto, sin cifrado. Si García Ortiz no activó esta función, entonces Google podría haber tenido acceso a los mensajes eliminados pidiendo explícitamente esta información, proporcionando así datos al magistrado encargado de investigar el caso.

Hipótesis 3: acceso físico al dispositivo. Una forma más directa de obtener información de WhatsApp es a través del acceso físico al dispositivo. Tal como se detalla en un artículo de , expertos forenses pueden acceder a la clave que permite descifrar los mensajes en la base de datos de WhatsApp mediante herramientas especializadas, aunque hayan sido borrados. A pesar de que García Ortiz eliminara mensajes y restaurara su dispositivo a la configuración de fábrica, esto podría no haber sido suficiente para proteger su información de una experiencia forense.

Google y WhatsApp ofrecen su ayuda. La Unidad de Coordinación Operativa de la Guardia Civil ahora tiene la tarea de elaborar un informe experto respecto a la situación de los mensajes. La Corte Suprema, según El País, en enero, solicitó información a las oficinas irlandesas de Google y WhatsApp (Meta). No está claro qué compañía respondió o si ambas lo hicieron, pero resultó en la recepción de documentación que parece incluir los mensajes que García Ortiz intentó eliminar previamente en octubre de 2024.

García Ortiz restauró el teléfono celular. La pregunta central es cómo es posible que se haya tenido acceso a esos mensajes. La UCO ha demostrado que García Ortiz no proporcionó sus mensajes de WhatsApp en dos ocasiones: la primera, el 16 de octubre de 2024, inmediatamente después de ser señalado por este asunto. A pesar de que sustituyó su dispositivo por uno nuevo y lo restauró a su configuración de fábrica, esto no fue suficiente para proteger la integridad de sus mensajes, lo que le lleva a suponer que el acceso a los metadatos puede ser una vía consistente en este contexto.

Cifrado de extremo a extremo. Es crucial entender que WhatsApp utiliza un protocolo de cifrado de extremo a extremo, lo que significa que solo el remitente y el receptor pueden leer los mensajes. Ninguna otra persona o entidad puede acceder a esa información, ni siquiera a través de sus servidores. Este protocolo es una defensa robusta, pero no es infalible ante todos los métodos de acceso a la información.

Si desea eliminar sus mensajes, tenga cuidado con las copias de seguridad. Los usuarios de WhatsApp deben tener en cuenta que eliminar mensajes no es suficiente si existen copias de seguridad. Como hemos visto en este caso, no solo hay que borrar mensajes de nuestros dispositivos, también es crítico activar el cifrado de las copias de seguridad si se desea eliminar efectivamente cualquier rastro de la información.

Advertencia sobre las copias de seguridad. Es esencial prestar atención al cifrado de las copias de seguridad, ya que no se equiparan al cifrado de extremo a extremo. Estas copias están aseguradas mediante una contraseña que solo el usuario conoce, lo que provoca que esta contraseña sea robusta y no sea susceptible a ataques de fuerza bruta. WhatsApp, de hecho, permite crear una clave de 64 dígitos, lo cual es una ventaja. Sin embargo, la gestión de esta clave por parte de Google, Apple o Meta plantea interrogantes sobre la posibilidad de que puedan descifrarla para fines legales. Por lo tanto, si se considera fundamental mantener la privacidad de los mensajes, es recomendable no asegurar mensajes a menos que sea absolutamente necesario.

Imagen | Concejal estatal | Brett Jordan

En | Si la pregunta es si su empresa puede incluir a un grupo de trabajo en WhatsApp, la ley es bastante clara: depende de quién paga.