
La planificación de la Liga deportiva de Alazelance incorporó nuevos entrenadores después de la salida de Alexandre Guimarus. Esta modificación marcó el inicio de la era de Ascar Ramrez, quien llega con la esperanza de renovar el enfoque y la estrategia del equipo. Su llegada no solo representa un cambio de dirección, sino también una gran expectativa por parte de los aficionados que han estado siguiendo de cerca la evolución del equipo desde el periodo de Guimarus.
En el transcurso de la liga, Saprisa se encontraba a tan solo tres puntos de Manudos, con ambos equipos compitiendo intensamente por un lugar en las semifinales del torneo. La presión era palpable, ya que no solo se disputaban el honor, sino que también buscaban asegurar su continuidad en la competición. Al final, el enfrentamiento culminó en un empate 1 a 1, un resultado que reflejó la intensidad, lucha y las tácticas empleadas por ambos equipos. Antes de iniciar el clásico, todos eran conscientes de que una derrota podría complicar gravemente la posibilidad de avanzar en el torneo.
Hasta el momento, la liga se mantiene invicta y ha cosechado un total de 11 empates en la competición. Con 35 puntos, ocupa la tercera posición en la tabla, superando a Cartailus por un punto y aventajando al equipo púrpura por tres, mientras que este último se sitúa en la quinta posición, fuera de la zona de clasificación. La situación refleja las dinámicas competitivas dentro de la liga y la necesidad de cada equipo de maximizar puntos en cada partido.
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Objetivo y respuesta rápida
Ramrez implementó importantes transformaciones en el equipo desde su llegada, y la alineación titular, junto con la inclusión de Larry Angulo de Colombia, marca un cambio significativo y estratégico. La ausencia de Jonathan Moya debido a lesiones hizo que la atención recayera en otros jugadores para asumir su rol. Desde el comienzo, la liga mostró su dominio en el juego, controlando el balón y buscando constantemente generar situaciones de peligro en los limites del arco defendido por Esteban Alvarado. Utilizando las bandas, Rounaald Matarita y Carlos Martínez fueron fundamentales en los ataques por el flanco derecho.
La estrategia del equipo local dio sus frutos en el minuto 19, cuando lograron marcar el primer gol. A través de un gran trabajo de Diego Campos, se realizó un centro al área pequeña donde Alejandro Bron capitalizó para abrir el marcador. Saprisa, tras este golpe, empezó a crear sus oportunidades, aunque no logró concretar hasta transcurridos seis minutos desde el primer gol; en otro instante clave, Ariel Rodríguez logró igualar el marcador, aprovechando una jugada colectiva bien ejecutada por Gerson Torres. El encuentro se empató 1 a 1 en el minuto 25.
A medida que avanzaba el primer tiempo, ambos equipos intentaban mantener el control y evitar errores decisivos, conscientes de que cualquier pérdida significaba un riesgo considerable para sus aspiraciones en la mesa de clasificación. Aunque Saprisa parecía más activo al final de la primera parte, la liga continuaba buscando una segunda anotación, pero el portero Alvarado realizó intervenciones clave para evitarlo.
League y Saprisa no dañaron. (Imagen de la liga deportiva de Alazulence)
No
Al comienzo del segundo tiempo, Saprisa salió con gran energía y logró generar dos oportunidades claras para redefinir el marcador. Garson Torres fue el primero en poner a prueba al portero Ortega, seguido por un cabezazo de Rodríguez que estuvo muy cerca de encontrar el fondo de la red. No obstante, después de estas aproximaciones iniciales, la liga recuperó el control y comenzó a dictar el juego, aunque le costó generar opciones claras de gol.
El bloque defensivo de Saprisa se mostró sólido y, ante la impotencia, los Manudos optaron por intentos lejanos. Con el partido regulado por duelos físicos y constantes errores, se vivió un clásico intenso e impredecible. Las ocasiones de peligro fueron escasas, mostrando que ambos equipos luchan por mantenerse en la competición, minados por la presión de la necesidad imperiosa de ganar.
Los finales momentos del partido parecieron ser dominados por el equipo local; sin embargo, a pesar de las numerosas llegadas, los remates no encontraron precisión, dejando el marcador como estaba. Este clásico, con sus empates y desventajas, resume la calidad y la rivalidad entre los clubes, reflejando el deseo de ambos de alcanzar las semifinales y dejar su huella en este torneo tan reñido.
Ocar Ramrez regresó al fútbol nacional. (Alazulence)