
Este domingo, el volcán Poás cumple 29 días de erupción continua, un periodo de actividad que se inició el pasado 23 de marzo. Este fenómeno natural, conocido por su belleza y su potencial destructivo, ha mantenido la atención de expertos y habitantes de las áreas circundantes. A pesar de que la intensidad de la actividad volcánica parece haber disminuido en ciertas ocasiones, el volcán continúa emitiendo gases y presentando bombillas visibles, proporcionando un espectáculo tanto intrigante como preocupante para los observadores.
La presencia de gases volátiles es una característica típica de los volcanes activos y, en este caso particular, un recordatorio de la potencia que el Poás aún posee. Los informes regulares indican que, aunque existe una tendencia a la baja en algunos aspectos de la actividad volcánica, este gigante de la naturaleza no ha dejado de mostrar su fuerza.
La situación fue confirmada por Geoffroy Avard, un volcanólogo del Observatorio volcanológico y sismológico (ovsicori), en una actualización que se publicó este mismo domingo. Avard explicó que la naturaleza variable del Poás sigue siendo un tema de estudio y observación constante. Es evidente que las erupciones pueden cambiar en intensidad y frecuencia, lo cual complica la tarea de predecir su comportamiento futuro.
Actividad variable pero continua
Según Avard, “El volcán Poás aún presenta erupciones, y durante el día de ayer notamos un incremento en la actividad sísmica que culminó a las 8 de la noche antes de disminuir”. Esto indica no solo que la actividad puede ser impredecible, sino también que existen períodos de considerable agitación que podrían preceder a erupciones más significativas.
El especialista observó que a pesar del comportamiento sutil del volcán, se registran terremotos de baja amplitud con pulso regular, lo cual podría ser un indicativo de procesos internos que continúan desarrollándose. “Ayer, a medida que se desvanecía la visibilidad al final del día, se pudo observar que todavía emanaba ceniza, y también se vio bombilla en la parte superior”, señaló.
El strokencia aparece cuando el azufre alcanza la temperatura cerca de 250 ° C (cortesía de Photo/Ovsicori).
Nota Más: El volcán Poás muestra la bombilla a través de la quema de azufre, ¿qué significa eso?
Castigo
Los gases y el material volcánico se desplazan hacia el suroeste, lo que implica que las comunidades en esa dirección podrían verse afectadas, como ha sucedido durante las últimas semanas. Esta situación genera una preocupación continua, ya que el monitoreo de la actividad del volcán es crucial para garantizar la seguridad de los residentes locales.
Avard reiteró que, a pesar de la disminución en la intensidad observada, el Poás sigue activo. “Es importante señalar que esta actividad presenta variabilidad y una magnitud menor de lo que se ha registrado en semanas previas”, comentó. Esto resalta la importancia de mantener una vigilancia continua y realizar evaluaciones precisas para entender mejor el comportamiento del volcán.
Observe más: «Él es un vecino que nos tiene de espaldas y debemos aprender a vivir con él»: Por lo tanto, los vecinos de Grecia enfrentan los efectos del Volcano Poás
Los vecinos de Grecia y Bull Yellow tienen un olor constante de gases y ashval. (Cortesía de Photo/Anthony Murillo).