Ciencia y tecnología

La tarifa de la bola de nieve inicia con el precio del iPhone. El verdadero problema radica en sus efectos.

No se trata únicamente de que el iPhone pueda tener un precio más elevado debido a diversos factores, sino de la complejidad de las repercusiones que traen consigo los aranceles impuestos por Trump, los cuales comienzan a aplicarse globalmente hoy. Las consecuencias de estas políticas son inciertas y variarán entre las distintas industrias, aunque algunas de ellas están claramente más afectadas que otras.

Una compañía que podría verse notablemente perjudicada es Bola de nieve. Apple es, sin duda, una de las primeras grandes empresas que sienten el impacto de las tarifas arancelarias. Aunque no está claro si la organización optará por aumentar el costo de su iPhone u otros productos, lo cierto es que la compañía enfrentará mayores costos de producción debido a las tarifas, lo que podría reflejarse en el precio final para los consumidores.

En esta situación, será crucial que Apple implemente estrategias que le permitan seguir siendo rentable, ya que es probable que las ventas disminuyan y que los consumidores se enfrenten a un escenario donde tendrán que ajustar su presupuesto. Este tipo de presión no solo recaerá sobre Apple, sino que también afectará a sus competidores, lo que llevará a una serie de cambios en toda la industria.

Para contrarrestar el aumento de costos, Apple podría tener que replantear sus gastos y tomar decisiones difíciles. Una de las opciones más evidentes, además de la reducción de plantilla, sería en gastos de publicidad. La compañía podría optar por invertir una fracción de lo que ha destinado anteriormente en plataformas de redes sociales como Meta, que ya ha sido identificada en un análisis de eMarketer como una de las más golpeadas por el gasto publicitario disminuido, en caso de que se produzcan recortes.

Los expertos anticipan recortes en el presupuesto publicitario en EE. UU. que oscilarán entre el 12% y el 41% debido a los aranceles. Fuente: eMarketer

Desde la perspectiva de Mark Zuckerberg, es evidente que debe hacer frente a un flujo de ingresos disminuido que afectará a la columna vertebral de su negocio: la publicidad. Si este ingreso se ve mermado, el desafío que se presenta este otoño es mantener a los anunciantes a bordo, al tiempo que se adapta a esta nueva realidad económica.

La disminución en el gasto publicitario tiene un impacto particularmente significativo en los medios, como destaca un artículo en MarketWatch. En ciertas situaciones, las empresas que han integrado modelos combinados de publicidad y suscripciones pueden ver afectada su capacidad para contaminar estos ingresos. Los consumidores, ya presionados por su situación financiera, podrían optar por reducir su gasto en estas categorías, lo que les lleva, al menos de manera temporal, a recortar suscripciones a contenidos de pago.

Con la reducción de la publicidad, las empresas de medios también están obligadas a realizar recortes, lo cual generalmente implica una concentración en las áreas del negocio que quedan descuidadas mientras otras partes reducen su presupuesto.

Por otro lado, el despido de personal suele ser una solución clara, pero otro objetivo podría implicar la reducción de las inversiones en su proyecto de inteligencia artificial. Esto podría llevar a que el desarrollo de sus modelos Family 4 se quede estancado, lo que también afectaría a instituciones, empresas y desarrolladores independientes que dependen de esas bases para sus iniciativas.

Un panorama similar se puede vislumbrar en Redmond. Para Microsoft, los aranceles, que teóricamente afectan el costo de mantener su inmensa infraestructura y servicios en la nube, apuntan a futuros incrementos en el precio de productos como Microsoft 365. No obstante, sería un error pensar que esta empresa se mantendrá al margen, ya que ha estado haciendo ajustes anticipados antes de que la situación se complique más.

La compañía ha concretado recortes en su expansión de infraestructura. Si bien Microsoft había continuado invirtiendo en nuevos centros de datos a nivel global, sans sus planes deberán ser reconsiderados. Recientemente, ha cancelado o suspendido iniciativas en la creación de centros de datos que estaban encaminadas a afianzar su compromiso con la inteligencia artificial.

Indudablemente, el efecto bola de nieve de estas tarifas podría afectar de maneras imprevistas, y las represalias que otros países puedan tomar en respuesta a las políticas arancelarias de Trump podrían agravar aún más la situación económica internacional. China, por ejemplo, ya ha reaccionado con una amenaza de elevar sus aranceles a productos estadounidenses, y ahora prevé que los aranceles a las exportaciones de EE. UU. a su país oscilen entre el 34% y el 84%. La Unión Europea también ha comenzado a desarrollar su respuesta inicial, lo que sugiere que esta «bola de nieve» en la que muchos están atrapados podría seguir creciendo de manera imparable.

Imagen | JP Valery

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